"Tememos a que la finalización del conflicto no sea verdaderamente justa": almiranteJaramillo
El almirante en retiro Luis Carlos Jaramillo integrante del equipo asesor del general Jorge Mora reprochó que el militar haya sido apartado de la mesa de diálogo en La Habana.
Noticias RCN obtuvo las primeras declaraciones del almirante en retiro Luis Carlos Jaramillo, uno de los integrantes del equipo asesor del general Jorge Mora, que renunció luego de conocer la decisión del Gobierno de trasladar temporalmente al oficial de la mesa de diálogo para adelantar tareas de pedagogía sobre el proceso de paz.
El almirante Jaramillo se declaró en desacuerdo y aseguró que el general Mora fue apartado de la mesa en el momento más importante de la negociación.
Los asesores del general Mora le enviaron una carta al presidente de la República, Juan Manuel Santos, enfatizando en su desacuerdo con la decisión. Para el almirante retirado Luis Carlos Jaramillo, la presencia de Mora en la mesa de negociación en La Habana (Cuba) es de suma importancia porque se están tocando temas definitivos de la agenda como la dejación de armas y la participación política de los insurgentes.
"En el momento en que verdaderamente vamos a tocar el tema definitivo en la negociación, es muy importante que el general Mora esté, porque yo me pregunto ¿Querrán los colombianos que las Farc sin desmovilizarse conformen un partido político, que conformen un partido con organización militar para participar en la política, sin haber entregado las armas o mantener las armas como una garantía?", reprochó el almirante Jaramillo.
Para el almirante retirado, es preocupante que en la mesa de diálogos no haya una voz que represente a los militares y defienda los principios de las FF.MM.
"Tiene que estar en la negociación una voz verdaderamente cantante y fuerte que esté defendiendo esos principios, y el general Mora es nuestra garantía de que eso va a ser así", enfatizó.
El almirante aseguró que una de las mayores preocupaciones es que en la mesa falte una voz representativa de los militares y haya una finalización del conflicto injusta.
"Nosotros le tememos es que la finalización del conflicto no sea verdaderamente justa, equitativa y verdadera", aclaró Jaramillo.
En la carta enviada al presidente Santos, los asesores del general Mora aseguran que puede haber otros motivos por los cuales el general fue retirado de la mesa de negociación, motivos que en comparación con la importancia de la presencia de Mora en La Habana no son admisibles.
"Qué puede ser tan importante para que el general Mora no esté en forma permanente en La Habana. El señor presidente ha explicado que necesita que el general visite guarniciones militares y el general Mora lo puede hacer, porque las conversaciones cuando se desarrollan en La Habana no son los 365 días del año sino son por unos días y luego vuelven a Colombia, en esos días que vienen a Colombia perfectamente se pueden organizar las visitas del señor presidente a las guarniciones militares y puede estar en compañía del general Mora", criticó.
Finalmente, el almirante Jaramillo dijo que la historia del país no se puede repetir, ya que en procesos de paz anteriores —en los que no han estado los militares— no se han tenido avances significativos, y en este proceso en el que sí fueron incluidos y está funcionando se toman medidas reprochables.
"Tenemos la experiencia de muchas negociaciones de paz en el país sin que estén los militares y resulta que esta negociación en la que están los militares presentes es la negociación que más ha avanzado en la historia del país. Lo que viene funcionando bien ¿por qué hay que cambiarlo?", finalizó el alto oficial retirado.
Por un lado, es muy buena la noticia de la baja del Jefe del Frente 66 de las FARC, por otro lado es preocupante y muy mala señal la salida del Gral. Mora y sus colaboradores más inmediatos de las conversaciones de La Habana.
Los Analistas hablaron en LA NOCHE de RCN TV sobre esto...
En La Noche controversia en Colombia por ausencia del Gral.(r) Mora en mesa de diálogos en Cuba 1
Publicado el 26/03/2015
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Publicado el 26/03/2015
En La Noche controversia en Colombia por ausencia del Gral.(r) Mora en mesa de diálogos en Cuba 3
Publicado el 26/03/2015
En La Noche controversia en Colombia por ausencia del Gral.(r) Mora en mesa de diálogos en Cuba 4
Fondetec es un fondo especial creado por el gobierno de Santos con el supuesto fin de brindar asesoría y defensa de militares y policías que tengan procesos penales en instancias nacionales o internacionales, como consecuencia del “cumplimiento de la misión constitucional de la Fuerza Pública o con ocasión de ella.”
Muy bonito el objetivo del Fondo de Defensa técnica y especializada para los miembros de la Fuerza Pública “Fondetec”. Pero tanta belleza en este gobierno, tanto respaldo a las Fuerzas Militares bajo el régimen de quien se alió con las FARC para destruir la institución, no podía ser cierta.
Y no lo es. Resulta que por fin descubrimos el verdadero interés de FONDETEC, tan pomposamente promocionado por el ministro Juan Carlos Pinzón: engañar a los militares procesados.
Pinzón, tan pronto recibió en sus manos esta nueva herramienta para engañar militares, se desplazó por cuanto auditorio le prestaron y envió a sus asesores a hacer lo mismo por los Centros de Reclusión Militar, las asociaciones de retirados y envió comunicaciones a los militares cuyas bases de datos estaban registrados en DEMIL. Les anunció esta tabla de salvación y los miles de soldados envainados injustamente por la “justicia”, aplaudieron agradecidos creyendo que ahora sí sus mandos se interesaban en ellos.
A los presos y vinculados a procesos les dijeron que FONDETEC iba a colaborarles con la suma de $30.000.000 como ayuda para pago de abogados. Primera mentira. También les dijeron que debían convencer a sus abogados defensores de reunirse con los de FONDETEC para que esos 30 millones pudieran ser entregados al defendido.
Así fue que en días pasados el ministro Pinzón convocó a una reunión donde citó a varios abogados que llevan a cuestas algunos procesos en contra de militares. Les dijeron que lo de los 30 millones no era tan así, que dependía del estado del proceso, de la calidad del procesado, y de mil cosas más. En resumen, FONDETEC no daba esos 30 millones de marras, sino una cifra muy inferior. Cifra que dependería de lo que los asesores del ministro aconsejaran para cada caso.
También les dijeron que por algunos casos sensibles, FONDETEC podía ayudar hasta con 8.000.000 pero les pidió a los abogados cerca de 28 documentos para que estos fondos fueran aprobados. Entre ellos estaba un Acta de Compromiso donde cada abogado debería entregar al ministro Pinzón, a FONDETEC y, por supuesto a sus asesores, un informe pormenorizado de la estrategia de defensa del procesado.
Y resulta que uno de los asesores del ministro Juan Carlos Pinzón es nada más y nada menos que Jaime Córdoba Triviño, amigo íntimo del Fiscal Montealegre, acérrimo enemigo de militares y confabulador de las condenas de varios de ellos.
Eso significa que FONDETEC no es más que un invento de La Habana para arrodillar a los abogados defensores de militares; un caramelo al procesado para someter a su abogado y anticiparse a su defensa.
¿Qué busca FONDETEC con este ardid? Pues sencillo: Que los abogados de los militares entreguen datos confidenciales de lo que será la estrategia de defensa de los procesados.
Tengo la íntima convicción de que seguramente esos documentos donde los abogados relaten su estrategia de defensa, se filtrarán a la Fiscalía General de la Nación a través de su amigos en Fondetec, para que los fiscales hagan sus jugadas y acorralen aún más a los militares procesados.
Todo este engaño está destinado para lo que este gobierno marxista llama “el posconflicto”. Con los militares procesados totalmente aplastados por la Fiscalía, gracias a la entrega de sus abogados defensores, el gobierno saldrá a decirles que debido a que ya están condenados, es mejor que se acojan al proceso de paz y la amnistía que se les dará tanto a bandidos como a militares.
Y los militares, ya sin ninguna esperanza, tendrán que decidir si se pudren en una cárcel o apoyan la vagabundería atroz de La Habana y colaboran en entregar a las FARCa los millones de colombianos que sólo tenemos a las Fuerzas Militares como la última esperanza para no caer bajo la guadaña castrocomunista.
El General Mora invita a la Fuerza Pública a consolidar, con todo el poder físico y moral, la victoria en el campo de combate
• “A partir de la firma del acuerdo que pone fin al conflicto comienza una nueva campaña, una campaña a fondo para evitar que el vacío que dejan las Farc nos sea llenado por delincuentes de cualquier naturaleza y pelambre: narcotraficantes, bacrim, delincuencia organizada o disidencias de esas propias Farc”, dijo el General (r) Óscar Naranjo.
Rionegro, Antioquia, 26 mar (SIG).
El excomandante de las Fuerzas Militares y Delegado Plenipotenciario del Gobierno Nacional para el Proceso de Paz, general en retiro Jorge Enrique Mora Rangel, les pidió este jueves a los miembros de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional que busquen consolidar la victoria en el campo de combate, al tiempo que los instó a que no miren el fin del conflicto colombiano con miedo.
Durante su intervención en la primera Jornada de la Pedagogía por la Paz, que se realizó en el Comando Aéreo de Combate Número 5 en Rionegro (Antioquia), el General Mora enfatizó que “a todos ustedes, integrantes de las Fuerzas Militares y de Policía Nacional, los invito, como los guerreros que son ustedes, los que se entregan por la defensa de nuestros compatriotas todos los días, como los líderes de nuestros combatientes, a consolidar con toda la fuerza y con todo el poder físico y moral la victoria en el campo de combate”.
De la misma manera, el excomandante de las Fuerzas Militares los instó “a pensar en el fin del conflicto sin miedo, porque son ustedes los que han permitido la supervivencia de nuestra democracia y son ustedes los que han permitido que estemos sentados en la mesa (de negociaciones)”.
El alto oficial hizo un llamado para que a partir de las mismas Fuerzas se piense en el futuro de las mismas y también a que continúen “siendo la institución más querida y apreciada por los colombianos”.
En sus palabras, el General Mora garantizó que “mientras ustedes sigan en esa tónica, nosotros en La Habana, el equipo de Gobierno, estará plenamente identificado con sus angustias, con sus aspiraciones”, y reiteró que “siempre ustedes, los militares y policías de Colombia, estarán en nuestras mentes y nuestros corazones”.
Finalmente, garantizó que “nunca jamás podremos olvidar el valor y el sacrificio de ustedes, nuestros héroes, los héroes de los colombianos”.
‘No todo termina con la firma del acuerdo’
Por su parte, el exdirector de la Policía Nacional e igualmente Delegado Plenipotenciario del Gobierno Nacional para el Proceso de Paz, general en retiro Óscar Naranjo, se refirió al futuro que le espera al país y a la Fuerza Pública luego de que el Gobierno y la guerrilla firmen un acuerdo de paz.
El exdirector de la Policía Nacional recordó que “cuando digo esto, lo que quiero decir es que esto no termina con la firma del acuerdo. A partir de la firma del acuerdo que pone fin al conflicto comienza una nueva campaña, una campaña a fondo para evitar, primero, que el vacío que dejan las Farc nos sea llenado por delincuentes de cualquier naturaleza y pelambre: narcotraficantes, bacrim, delincuencia organizada o disidencias de esas propias Farc”.
De inmediato, envió un mensaje: “Allá hay un reto descomunal, allá hay un reto que va a comprometer todas nuestras energías y recursos y toda nuestra inteligencia”.
“Hacia el futuro habrá que asegurar que seremos capaces de destruir las economías criminales que están en la base de la regeneración de la delincuencia en Colombia”, enfatizó.
Mora tendrá otro rol pero renunció a las Conversaciones en la Habana.
Salida del general Jorge Enrique Mora del proceso de paz genera malestar
26 de Marzo de 2015
La renuncia de tres generales retirados que asesoraban al general Jorge Enrique Mora Rangel evidencia el malestar entre un sector de las Fuerzas Militares por la ausencia del hombre al que las tropas, que enfrentan a la guerrilla en el campo de batalla, ven como su representante en la mesa de negociaciones.
Los intentos del presidente Juan Manuel Santos de minimizar el impacto de la salida parcial de los diálogos en La Habana del único militar dentro del equipo de negociadores plenipotenciarios, así como del general (r) Óscar Naranjo, encontraron contrapeso en los argumentos de los militares al hacer pública su inconformidad en un momento crucial de los diálogos.
El vicealmirante Luis Carlos Jaramillo Peña, de la Armada; el mayor general del Ejército, Víctor Julio Álvarez y el mayor general Ricardo Rubianogroot, de la Fuerza Aérea Colombiana, renunciaron a asesorar al Comando Estratégico de Transición del Ministerio de Defensa, justo en el ciclo 34 de conversaciones con las Farc.
Pues ya veremos, porque no sé, se me hace que están enredando la pita demasiado. Para mí es claro que el General Mora no ha renunciado, los que renunciaron fueron los que le asesoraban. Se me hace que estos renunciaron y ahora quieren jalarlo a él también.
Y lo que me confirma eso es: ¿si el General Mora renunció, entonces qué hace acompañando al Presidente a las Bases y Fuertes militares explicando o hablando del proceso de paz?. Si yo renuncio de algo, me desatiendo de todo lo que renuncié...
Y el General Naranjo ahora lo confirma: ninguno de los dos ha renunciado ni salido del proceso...
General (r) Naranjo le dice al procurador que no ha salido de la mesa de paz
Advirtió que la participación de Mora y la suya, seguirá siendo decisiva en la mesa de negociaciones.
Luego de que el procurador General, Alejandro Ordóñez, presentara varios cuestionamientos a la supuesta exclusión de los generales en retiro Óscar Naranjo y Jorge Enrique Mora Rangel de la mesa de negociación en el inicio del nuevo ciclo del proceso de paz, el ministro del posconflicto reiteró -tal como lo ha hecho el presidente Santos en los últimos días- que no ha salido de las discusiones que se adelanta en La Habana y que por el contrario se encuentra ejerciendo nuevas funciones necesarias para esta nueva etapa.
Naranjo aclaró que sigue siendo delegado plenipotenciario del Gobierno en los diálogos de paz y desmintió los rumores que indicarían incluso la expulsión de la mesa tal como lo dijo Ordóñez este viernes en un comunicado.
"Para nada ha sido interrumpida la calidad plenipotenciaria del señor general Mora o la mía. Nuestra participación seguirá siendo más decisoria en la mesa de negociaciones”, declaró el ministro del posconflicto al explicar que los militares siguen teniendo representación en la mesa de diálogos.
De la Calle: no pueden terminar guerrilleros en el Congreso y militares en la cárcel
El jefe de la delegación de Gobierno en la Mesa de Conversaciones, aclaró que así como las Farc tendrán reglas claras y seguridad jurídica en desarrollo y con ocasión del conflicto, las Fuerzas Militares también las tendrán.
Humberto de la Calle reiteró que con la llegada de la firma del acuerdo para la terminación del conflicto, existirán garantías jurídicas para todos los actores del conflicto armado y se velará por la satisfacción de los derechos de las víctimas.
"Por el desarrollo y con ocasión del Conflicto, no pueden terminar guerrilleros en el Congreso y militares en la cárcel. Así como tiene que haber reglas claras y seguridad jurídica para las Farc, así también nosotros tenemos que garantizar la seguridad jurídica de los miembros de las Fuerzas Militares. Si llegamos a un Acuerdo Final para la terminación del conflicto, éste tiene que incluir una solución integral que ofrezca garantías de seguridad jurídica para todos".
Al cierre del ciclo 34, De la Calle manifestó que bajo el liderazgo de la Presidencia de la República, un grupo conformado por delegados de los Ministerios de Defensa y Justicia, del Comando de Transición de las Fuerzas Militares, la Oficina del Alto Comisionado para la Paz y expertos nacionales e internacionales "ha venido trabajando con toda seriedad y compromiso en propuestas para la aplicación diferenciada de mecanismos de justicia transicional para militares y policías".
El vocero oficial insistió en que temas como la reducción o el futuro de la Fuerzas Militares no hacen parte de la agenda de La Habana.
"A La Habana no vinimos a discutir una posible reducción de las Fuerzas Militares ni la estructura de las mismas en un eventual escenario de postconflicto. Eso no hace parte de las conversaciones."
El jefe de la delegación resaltó la presencia de los Generales activos, quienes integran la Subcomisión técnica de Fin del Conflicto, y que están trabajando por generar "los insumos apropiados para la discusión del cese del fuego bilateral y definitivo y la dejación de las armas".
Por último, De la Calle entregó detalles sobre las zonas en las que se realizará el proceso de desminado. "La buena noticia es que ya hemos acordado que los sitios corresponderán a dos departamentos: Antioquia y Meta. La realidad de este acuerdo está caminando y está a la vuelta de la esquina".
Al General Mora lo "Renunciaron" pero como el gobiernoes experto de "Echar reversa de para atrás" como diría Bolillo pues ahora lo tienen paseando con Santos como si nada
Centro Democrático formaliza sus reparos al proceso de paz
A través de un documento, el partido del senador Uribe reiteró sus críticas a los diálogos, sosteniendo que todos los efectivos de las Farc deben concentrarse en un sitio determinado.
El senador del movimiento Centro Democrático, Álvaro Uribe Vélez.
Advirtiendo que el proceso de paz que adelanta el Gobierno con las Farc ha representado un ‘serio deterioro de la seguridad en el país’, el Centro Democráticopresentó este lunes su primer informe sobre los diálogos, reiterando que el cese unilateral de la guerrilla es una ‘farsa’ y que las Farc aprovechan el proceso pararearmarse.
Se trata de un documento de cuatro puntos, en el que la colectividad expone suspreocupaciones centrales, sugiere que las Farc ‘se burlan de los acuerdos’, plantea las condiciones para una negociación y propone un sitio de concentración –como condición para prolongar los diálogos– en el que todos los efectivos de la guerrilla se congreguen para que ‘cesen sus actividades’.
En la misiva el Centro Democrático sostiene que los acuerdos son “inconvenientes para la democracia y para la certidumbre de la empresa privada”, por lo que alerta los riesgos de los puntos aplazados, el supuesto rearme y el aparente aumento de la violencia.
“(Estos) son factores que aconsejan en este momento tener paciencia y estar dispuestos a prolongar los diálogos pero con concentración inmediata de las Farc (...) para que este cese de acciones criminales sea eficaz debe ser verificable, irreversible y definitivo, lo cual exige que las Farc reúnan todos sus efectivos y todas sus armas en un sitio de concentración, que no debe estar en ningún casco urbano, en zonas de frontera, en áreas estratégicas, ni en lugares de alta producción agrícola o ganadera”, señala la misiva.
Inicialmente, el movimiento expone lo que denomina sus ‘preocupaciones centrales’,en las que advierten que el proceso ha supuesto un “debilitamiento de la lucha contra el terrorismo”, por lo que factores como la inseguridad, la extorsión, ataques contra instalaciones militares y atentados contra oleoductos se han disparado.
“La Fuerza Pública está desmotivada y confundida con las continuas concesiones del gobierno al terrorismo y con su humillante igualación con los criminales en los diálogos de La Habana. Estos diálogos mal concebidos y mal conducidos se han convertido en un riesgo para la seguridad nacional”, señala el Centro Democrático, que indica que “el país vuelve a tasas de crecimiento económico mediocres” y que en La Habana se ha terminado negociando el desarrollo rural del país, lo que “entraña grandes riesgos para la producción agropecuaria y la vida rural”.
Por otro lado, la colectividad denuncia que las Farc se burlan de los acuerdos alcanzados y sostiene que el cese unilateral es una “farsa”, ya que la guerrilla sigue “atacando sistemáticamente a la población civil”, mientras que “de manera irresponsable y ligera, Santos ha dado la orden a las Fuerzas Militares de suspender los bombardeos, privando así al Estado del principal y más eficaz instrumento de ofensiva”, agrega el documento.
Adicionalmente, denuncia el Centro Democrático, las Farc se mofan del desminado, aprovechan los diálogos para rearmarse y para aumentar sus acciones relacionadas con el narcotráfico.
En ese sentido, la colectividad sostiene que para que pueda darse una negociación, es necesario que se planteen condiciones como que la situación judicial de policías y soldados no dependa de los acuerdos que se logren; que a las víctimas se les garantice su derecho a la verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición mediante procesos judiciales a los integrantes de la guerrilla; y que los cabecillas paguen penas de reclusión, sin gozar de elegibilidad política.
“Si las conversaciones concluyen en la celebración de acuerdos definitivos, el Centro Democrático considera que ellos deben ser puestos a consideración de los colombianos. Estaríamos dispuestos a estudiar diversas alternativas para su legitimación mediante el pronunciamiento precedido de una discusión democrática”, indica el movimiento.
Finalmente, el Centro Democrático pide la concentración de las Farc en un sitio determinado, el cual sería verificado por organismos tales como la ONU, la OEA y el Comité Internacional de la Cruz Roja. Sumado a lo anterior, la colectividad pide quese entreguen y destruyan todas las armas de las Farc, así como la entrega de todos sus dineros para la reparación de las víctimas y “para evitar que sean utilizados para un eventual rearme”.
¿Es necesaria una nueva policía rural para el postconflicto?
El debate alrededor de la necesidad de contar con una fuerza de seguridad en áreas rurales del territorio nacional es absolutamente necesario y hasta el momento no ha contado con la atención requerida
Aun cuando no hace parte de los puntos del acuerdo para la terminación del conflicto armado, al igual que muchos otros temas que han venido surgiendo en la agenda nacional, el futuro de la fuerza pública es y de seguro seguirá siendo objeto de comentarios, análisis y fuertes discusiones. Desde opinadores malintencionados y rumores al interior de las fuerzas militares que terminan siendo desmentidos por el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, o a través de comunicados presidenciales, hasta sesiones privadas de trabajo entre las diferentes fuerzas y al interior de las mismas[1], se espera que todo este debate apunte a prepararse responsablemente para lo que vendría si se firma el acuerdo de paz con las FARC.
Uno de esos temas, bastante polémico, ha sido la idea del presidente Juan Manuel Santos de conformar una nueva fuerza policial –gendarmería o policía rural– con la posibilidad de que se sumen excombatientes de las FARC. Los modelos foráneos bien pueden inspirarnos para reestructurar nuestro servicio de policía rural. De hecho, así ocurrió en 1936 con la asistencia técnica de una misión chilena para la organización de la policía rural montada. Sin embargo, antes de lanzarnos a replicar la gendarmería francesa en un contexto de postconflicto, sería oportuno rescatar el espíritu que dio origen a la Policía de Carabineros en Colombia, e indagar si la Dirección de Carabineros y Seguridad Rural, DICAR, está realmente lista para responder a la misión que se le asignó cuando fue creada en 2006. Esta habla de “garantizar la seguridad en las áreas rurales, contribuir a recuperar el control estatal y las condiciones de crecimiento y desarrollo social en corregimientos, inspecciones, caseríos y veredas”.
El debate alrededor de la necesidad de contar con una fuerza de seguridad en áreas rurales del territorio nacional es absolutamente necesario y hasta el momento no ha contado con la atención requerida. La Política Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana de 2011 hizo un valioso aporte en identificar unos ejes estratégicos y unas líneas de acción para atender las problemáticas de delincuencia y criminalidad en las ciudades, los cuales hoy en día siguen siendo válidos para la Colombia urbana. Y aunque algunos de estos componentes de política podrían rescatarse para un análisis de seguridad rural, esta desconoce enormes desafíos como cuál debe ser la presencia y control policial en lo rural y cómo debe prestarse un servicio de vigilancia en este contexto.
El futuro de la fuerza pública es y de seguro seguirá siendo objeto de comentarios, análisis y fuertes discusiones
La FIP no ha sido ajena a este debate. En el acompañamiento realizado a la Dirección de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, tras concluir que una efectiva implementación del Modelo Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantestiene efectos sobre la reducción de delitos en las policías metropolitanas, surgieron inquietudes alrededor de la implementación del modelo y la prestación del servicio de policía en contextos diferentes a las cabeceras municipales, donde no existen cuadrantes conformados, y en particular, en los territorios donde se dará el postconflicto.
Si bien existen algunas buenas prácticas en la prestación del servicio de vigilancia en municipios priorizados de departamentos policía o municipios pequeños, más rurales, y otros que conforman algunas de las policías metropolitanas, estas experiencias han surgido más de las directrices de la Dirección de Seguridad Ciudadana, DISEC, y no de la DICAR.
De ahí que más que una invitación a definir una nueva estructura organizacional de la Policía Nacional, esta debe dar cuenta de la razón de ser de la institución: mantener las condiciones favorables para la convivencia y seguridad ciudadana en todo el territorio nacional, y no solo en los cascos urbanos municipales. Si existe una dirección con el apelativo de “seguridad ciudadana” que alude a la función principal de la entidad, la seguridad en el entorno rural debería ser priorizada, al igual que ocurre con la seguridad de las ciudades.
Aunque la Policía Nacional se ha esforzado recientemente por definir la prestación de un servicio de policía rural, este en realidad es casi que inexistente. La Dirección de Carabineros la conforman un cuerpo de policía montada, cuatro fuertes de carabineros, grupos que vigilan la infraestructura de hidrocarburos (Plan Energético Vial), Escuadrones Móviles de Carabineros (EMCAR) y otras unidades especiales (restitución de tierras y minería ilegal). Sin embargo, estas estructuras han surgido de las amenazas que ha traído el conflicto armado interno y no en función de las demandas básicas de seguridad y convivencia de quienes viven en la Colombia rural.
¿Hasta dónde ha llegado la institución policial a prestar su servicio en esta Colombia rural? y ¿Cómo se ha venido prestando el servicio de policía en estos municipios?
Esta lógica actual de funcionamiento de la DICAR, en donde las diferentes unidades que la integran son convocadas bajo un principio de “demanda” en función de la amenaza priorizada, seguramente deba trasladarse hacia otra dependencia de la institución para afrontar los grupos criminales que se reciclarán o se unirán a los actuales reductos de paramilitares que buscan el control de economías ilegales (narcotráfico, minería ilegal, etc.). Así se rescataría la experiencia que la Policía ha adquirido y por lo cual es reconocida internacionalmente.
Sin embargo, si queremos una verdadera policía rural de naturaleza civil, la prestación de su servicio debe ser permanente, responder a unas necesidades cotidianas de seguridad y garantizar las condiciones favorables para la convivencia, propias del ámbito rural. En este sentido, recobrar el direccionamiento inicialmente concebido para la DICAR, plenamente volcada hacia la seguridad ciudadana en el campo, debe ser la prioridad.
Hoy en día, la DICAR contempla dentro de su misión, la prestación de su servicio de policía en zonas productivas, agrícolas, ganaderas, fronterizas, resguardos indígenas, parques nacionales y reservas naturales, queriendo describir el resto del territorio nacional que no incluye las grandes ciudades del país. Ese resto recobra toda la importancia en un escenario de postconflicto, tal como lo hace el Informe Nacional de Desarrollo Humano 2011- Colombia Rural, razones para la esperanza, en el cual se evidencia que tres cuartas partes de los municipios son rurales, lo que representa el 94.4% de la casi totalidad del territorio nacional, y donde habita cerca de la tercera parte de la población (31.6%).
Así las cosas, surgen las siguientes preguntas: ¿Hasta dónde ha llegado la institución policial a prestar su servicio en esta Colombia rural? y ¿Cómo se ha venido prestando el servicio de policía en estos municipios? Al primer interrogante sobre la cobertura del servicio de policía, la institución y la misma DICAR frecuentemente sacan a relucir el índice de presencia en el 100% del territorio nacional –lo cual no es otra cosa que el 100% de los cascos urbanos– o los avances en la instalación de nuevas subestaciones de policía en corregimientos e inspecciones. Son varios los ejemplos en donde el nivel nacional, gobernaciones y municipios deciden crear nuevas estaciones de policía y al poco tiempo este deseo se desvanece por el alto riesgo que implica exponer uniformados civiles donde hay una guerrilla altamente militarizada. En estas zonas, la policía se concentra más en el cuidado de sus propios efectivos que en la protección de la ciudadanía. En un escenario de postconflicto, debemos regresar al orden de las cosas, donde es la policía quien se preocupa por la seguridad y la protección de la ciudadanía.
En cuanto a la calidad del servicio de policía rural, hay que tener en cuenta que ya no solo se trata de prestarlo en zonas relativamente tranquilas, sino donde las guerrillas han venido ejerciendo el monopolio de la fuerza, en esas comunidades donde han ganado cierta legitimidad ante la ausencia de Estado y donde existe una alta desconfianza hacia la fuerza pública. La tarea para el Gobierno y la Policía consistirá en revisar y valorar conjuntamente la organización, doctrina y operacionalización de la DICAR –posiblemente basada en el modelo de vigilancia por cuadrantes–en clave de seguridad ciudadana y convivencia, para así cumplir con el propósito constitucional de la entidad, que no es otra cosa que el “mantenimiento de las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos y libertades públicas”.
Volviendo a la propuesta de Santos, el debate lleva a pensar en una nueva DICAR –cercana o dependiente de una DISEC– reformada y potencializada, más que en una gendarmería o guardia rural extrapolada de otras latitudes. Se trataría de un cuerpo policial de vigilancia rural completamente volcado hacia la seguridad ciudadana, que atienda las problemáticas que se presentan en el ámbito rural y las que surjan en el postconflicto. Allí donde las problemáticas desborden aquellas que son propias de la convivencia y la seguridad ciudadana, se deberá recurrir a la articulación con otras especialidades policiales en el territorio.
[1] Tema que actualmente está siendo revisado por el Comité de Revisión Estratégica e Innovación Policial- CREIP de la Policía Nacional.
Hace tiempo yo pensaba que incluir ex miembros de las guerrillas a los organismos de seguridad del estado era una excelente forma de evitar que estas personas quedaran disponibles para ser reclutados por las bandas criminales o que se prestaran como "contratistas" de particulares que se valgan del delito para procurarsebeneficios de forma ilegal (apropiación de tierras por desplazamiento forzado de sus dueños legales, cobro de cuentas, sicariato, etc), pero ahora a la luz de las mas recientes noticias se me ocurre otra idea.
Una mejor aun alternativa para destinar los combatientes de las guerrillas que se vinculen a una reintegración social dentro de un proceso de paz, que les permitiría sindicalizarse y participar en política, y al tiempo servir como parte de un ente relacionado con la seguridad interna donde su conocimiento de las armas y de las acciones bélicas se reciclara pues seria el de contratar a los exguerrilleros como guardias del INPEC para que incluso sus horas como guardianes carcelarios se les sean contabilizadas como tiempo de pago de penas por sus delitos y asi creo yo que todos salimos ganando y el pais no va a quedar mal internacionalmente. Obviamente hay unos condicionales como p ej que las cárceles con guardias exguerrilleros no sean reclusorios de guerrilleros o paramilitares condenados, pero son detalles menores.
“Esta es la última oportunidad para la paz”: general Mora a Iván Márquez
El general (r) Jorge Enrique Mora le advirtió al jefe guerrillero que no habrá una próxima oportunidad de llegar al fin del conflicto a través de un acuerdo de paz.
Por: Redacción Paz
Foto: Presidencia de la República
Ante cerca de 2.000 soldados, oficiales y suboficiales congregados en la base militar de Tolemaida (Tolima) –donde este miércoles el Gobierno adelantó elproceso de pedagogía de paz– el general (r) Jorge Enrique Mora Rangel aseguró que tras una conversación con alias ‘Iván Márquez’, le advirtió que ésta es la última oportunidad que tienen las Farc para alcanzar la paz.
Mora Rangel –quien participó en el encuentro en compañía del presidente Juan Manuel Santos; el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón y alto mandos militares– indicó que durante la conversación con el jefe guerrillero que participa en los diálogos en La Habana, le aseguró que las Farc tienen la oprotunidad de dejar las armas y conformarse en un partido político.
"En alguna oportunidad hablando con Márquez le dije: Márquez esta es la última oportunidad que tienen las Farc para llegar al fin del conflicto, porque es que yallevamos cinco (…) en Casa Verde, en Caracas, en La Escala, en el Caguán y esta es la quinta oportunidad con las Farc”, indicó el general (r) en declaraciones recogidas por Blu Radio.
“Pues Márquez no lo dude. Ésta es la última, no habrá una próxima oportunidad de llegar al fin del conflicto a través de un acuerdo de paz", precisó Mora quien insistió en señalar que hay dos generales sentados en la mesa de negociación para que las Farc se desmovilicen y desarmen.
Por otro lado y también desde Tolemaida, el presidente Juan Manuel Santos acusó a algunos generales en retiro de estar detrás de una campaña de desprestigio al proceso de paz con las Farc.
Según Santos, ya es hora de que estos oficiales retirados dejen de hacerle daño al proceso y a las mismas Fuerzas Militares: “Por eso me duele tanto que sean personas que han llegado a ser generales de la República que también estén en esta campaña”, dijo.
Calificó de “mala fe” las difamaciones que se hacen en contra de la negociación con la Farc. “Eso no dice mucho y no exalta a nuestras Fuerzas; eso lo que les hace es daño”, agregó.
El mandatario respondió a los cuestionamientos de Acore pese a que los señaló de estar cargados de veneno.
Caracol Radio | 3 de Abril de 2015
El presidente Juan Manuel Santos, respondió a los cuestionamientos que se han hecho por generales en retiro, que en nombre de Acore preguntan sobre los planteamientos que ha hecho el jefe de Estado en la pedagogía para la paz, y los últimos acontecimientos en el proceso de paz.
Aunque el mandatario señaló las preguntas de estar “cargadas de veneno y con editorial con afirmaciones mentirosa”, fue enfático en asegurar que “el futuro de las Fuerzas no está en discusión, nunca ha estado, no estará y está garantizado, tendremos unas fuerzas más fuertes”.
Negó, como lo señaló Acore, “la existencia de un preacuerdo ya pactado en la mesa de negociaciones, respecto a la futura misión del Ejército Nacional”.
Así mismo, desmintió que el control del orden público, particularmente en zonas rurales, será de exclusiva responsabilidad de la Policía Nacional, junto con nuevas organizaciones similares que podrían conformarse con terroristas desmovilizados.
Calificó como una ‘perversidad’ la insinuación de que se pretenda relevar al ejército del cumplimiento de esta misión.
Negó además que se pretenda reemplazar al Ejército “por nuevas instituciones como guardabosques, policías cívicas, policías rurales, gendarmerías”.
En su publicación, Acore afirmó que “sale la Policía Nacional del Ministerio de Defensa, se crea en forma definitiva el cuestionado Ministerio de Seguridad. ¿Cuál es la verdadera intención de dividirnos?'
El mandatario lamentó el señalamiento de cuestionado ‘Ministerio de Seguridad’, negando que sea una concesión del Gobierno a las Farc, y menos que lo comandará un desmovilizado de la guerrilla.
Asegura que no tiene ninguna intención de dividir a la Fuerzas Pública, como lo señalaron algunos oficiales en retiro, afirmando que como ministro de Defensa y Presidente lo que ha hecho es “fomentar el trabajo en equipo de nuestras Fuerzas Militares con la Policía Nacional”.
El mandatario afirma que no se han aceptado imposiciones inadmisibles de las Farc, mucho menos en temas de seguridad y defensa, como lo aseguraron desde Acore.
Frente al señalamiento de que se aprovechó la ausencia del general Mora Rangel en el último ciclo de conversaciones “para acordar lo que el Presidente de la República anuncia publica y enfáticamente ante un importante auditorio militar, respecto a tan preocupante e inexplicable decisión”.
El jefe de Estado insistió en que la ausencia del general Mora se debe a que está con él “explicándoles a los miembros de las Fuerzas, a los soldados de tierra, mar y aire y a los policías, que nada de lo que están diciendo aquí es cierto, porque se ha generado ese malestar a punta de mentiras”.
Frente a estas inquietudes, desde a Presidencia recordaron que el mandatario le respondió estos cuestionamientos a Acore desde el pasado miércoles.
Señalando como lo denunció el propio mandatario, que se trata de una campaña para generar malestar e inquietud frente al proceso de paz entre las Fuerzas Militares, de la que están participando generales en retiro, a los que les pidió desistir de esta actitud que está afectando a la propia fuerza pública.
Comentarios
"Tememos a que la finalización del conflicto no sea verdaderamente justa": almiranteJaramillo
El almirante en retiro Luis Carlos Jaramillo integrante del equipo asesor del general Jorge Mora reprochó que el militar haya sido apartado de la mesa de diálogo en La Habana.
Noticias RCN obtuvo las primeras declaraciones del almirante en retiro Luis Carlos Jaramillo, uno de los integrantes del equipo asesor del general Jorge Mora, que renunció luego de conocer la decisión del Gobierno de trasladar temporalmente al oficial de la mesa de diálogo para adelantar tareas de pedagogía sobre el proceso de paz.
El almirante Jaramillo se declaró en desacuerdo y aseguró que el general Mora fue apartado de la mesa en el momento más importante de la negociación.
Los asesores del general Mora le enviaron una carta al presidente de la República, Juan Manuel Santos, enfatizando en su desacuerdo con la decisión. Para el almirante retirado Luis Carlos Jaramillo, la presencia de Mora en la mesa de negociación en La Habana (Cuba) es de suma importancia porque se están tocando temas definitivos de la agenda como la dejación de armas y la participación política de los insurgentes.
"En el momento en que verdaderamente vamos a tocar el tema definitivo en la negociación, es muy importante que el general Mora esté, porque yo me pregunto ¿Querrán los colombianos que las Farc sin desmovilizarse conformen un partido político, que conformen un partido con organización militar para participar en la política, sin haber entregado las armas o mantener las armas como una garantía?", reprochó el almirante Jaramillo.
Para el almirante retirado, es preocupante que en la mesa de diálogos no haya una voz que represente a los militares y defienda los principios de las FF.MM.
"Tiene que estar en la negociación una voz verdaderamente cantante y fuerte que esté defendiendo esos principios, y el general Mora es nuestra garantía de que eso va a ser así", enfatizó.
El almirante aseguró que una de las mayores preocupaciones es que en la mesa falte una voz representativa de los militares y haya una finalización del conflicto injusta.
"Nosotros le tememos es que la finalización del conflicto no sea verdaderamente justa, equitativa y verdadera", aclaró Jaramillo.
En la carta enviada al presidente Santos, los asesores del general Mora aseguran que puede haber otros motivos por los cuales el general fue retirado de la mesa de negociación, motivos que en comparación con la importancia de la presencia de Mora en La Habana no son admisibles.
"Qué puede ser tan importante para que el general Mora no esté en forma permanente en La Habana. El señor presidente ha explicado que necesita que el general visite guarniciones militares y el general Mora lo puede hacer, porque las conversaciones cuando se desarrollan en La Habana no son los 365 días del año sino son por unos días y luego vuelven a Colombia, en esos días que vienen a Colombia perfectamente se pueden organizar las visitas del señor presidente a las guarniciones militares y puede estar en compañía del general Mora", criticó.
Finalmente, el almirante Jaramillo dijo que la historia del país no se puede repetir, ya que en procesos de paz anteriores —en los que no han estado los militares— no se han tenido avances significativos, y en este proceso en el que sí fueron incluidos y está funcionando se toman medidas reprochables.
"Tenemos la experiencia de muchas negociaciones de paz en el país sin que estén los militares y resulta que esta negociación en la que están los militares presentes es la negociación que más ha avanzado en la historia del país. Lo que viene funcionando bien ¿por qué hay que cambiarlo?", finalizó el alto oficial retirado.
http://www.noticiasrcn.com/nacional-pais/tememos-finalizacion-del-conflicto-no-sea-verdaderamente-justa-almirante-jaramillo
Hola a todos.
Por un lado, es muy buena la noticia de la baja del Jefe del Frente 66 de las FARC, por otro lado es preocupante y muy mala señal la salida del Gral. Mora y sus colaboradores más inmediatos de las conversaciones de La Habana.
Los Analistas hablaron en LA NOCHE de RCN TV sobre esto...
En La Noche controversia en Colombia por ausencia del Gral.(r) Mora en mesa de diálogos en Cuba 1
Publicado el 26/03/2015
En La Noche controversia en Colombia por ausencia del Gral.(r) Mora en mesa de diálogos en Cuba 2
Publicado el 26/03/2015
En La Noche controversia en Colombia por ausencia del Gral.(r) Mora en mesa de diálogos en Cuba 3
Publicado el 26/03/2015
En La Noche controversia en Colombia por ausencia del Gral.(r) Mora en mesa de diálogos en Cuba 4
Publicado el 26/03/2015
Auf Wiedersehen.
Fondetec, ¿otra jugarreta contra el Ejército?
Fondetec es un fondo especial creado por el gobierno de Santos con el supuesto fin de brindar asesoría y defensa de militares y policías que tengan procesos penales en instancias nacionales o internacionales, como consecuencia del “cumplimiento de la misión constitucional de la Fuerza Pública o con ocasión de ella.”
Muy bonito el objetivo del Fondo de Defensa técnica y especializada para los miembros de la Fuerza Pública “Fondetec”. Pero tanta belleza en este gobierno, tanto respaldo a las Fuerzas Militares bajo el régimen de quien se alió con las FARC para destruir la institución, no podía ser cierta.
Y no lo es. Resulta que por fin descubrimos el verdadero interés de FONDETEC, tan pomposamente promocionado por el ministro Juan Carlos Pinzón: engañar a los militares procesados.
Pinzón, tan pronto recibió en sus manos esta nueva herramienta para engañar militares, se desplazó por cuanto auditorio le prestaron y envió a sus asesores a hacer lo mismo por los Centros de Reclusión Militar, las asociaciones de retirados y envió comunicaciones a los militares cuyas bases de datos estaban registrados en DEMIL. Les anunció esta tabla de salvación y los miles de soldados envainados injustamente por la “justicia”, aplaudieron agradecidos creyendo que ahora sí sus mandos se interesaban en ellos.
A los presos y vinculados a procesos les dijeron que FONDETEC iba a colaborarles con la suma de $30.000.000 como ayuda para pago de abogados. Primera mentira. También les dijeron que debían convencer a sus abogados defensores de reunirse con los de FONDETEC para que esos 30 millones pudieran ser entregados al defendido.
Así fue que en días pasados el ministro Pinzón convocó a una reunión donde citó a varios abogados que llevan a cuestas algunos procesos en contra de militares. Les dijeron que lo de los 30 millones no era tan así, que dependía del estado del proceso, de la calidad del procesado, y de mil cosas más. En resumen, FONDETEC no daba esos 30 millones de marras, sino una cifra muy inferior. Cifra que dependería de lo que los asesores del ministro aconsejaran para cada caso.
También les dijeron que por algunos casos sensibles, FONDETEC podía ayudar hasta con 8.000.000 pero les pidió a los abogados cerca de 28 documentos para que estos fondos fueran aprobados. Entre ellos estaba un Acta de Compromiso donde cada abogado debería entregar al ministro Pinzón, a FONDETEC y, por supuesto a sus asesores, un informe pormenorizado de la estrategia de defensa del procesado.
Y resulta que uno de los asesores del ministro Juan Carlos Pinzón es nada más y nada menos que Jaime Córdoba Triviño, amigo íntimo del Fiscal Montealegre, acérrimo enemigo de militares y confabulador de las condenas de varios de ellos.
Eso significa que FONDETEC no es más que un invento de La Habana para arrodillar a los abogados defensores de militares; un caramelo al procesado para someter a su abogado y anticiparse a su defensa.
¿Qué busca FONDETEC con este ardid? Pues sencillo: Que los abogados de los militares entreguen datos confidenciales de lo que será la estrategia de defensa de los procesados.
Tengo la íntima convicción de que seguramente esos documentos donde los abogados relaten su estrategia de defensa, se filtrarán a la Fiscalía General de la Nación a través de su amigos en Fondetec, para que los fiscales hagan sus jugadas y acorralen aún más a los militares procesados.
Todo este engaño está destinado para lo que este gobierno marxista llama “el posconflicto”. Con los militares procesados totalmente aplastados por la Fiscalía, gracias a la entrega de sus abogados defensores, el gobierno saldrá a decirles que debido a que ya están condenados, es mejor que se acojan al proceso de paz y la amnistía que se les dará tanto a bandidos como a militares.
Y los militares, ya sin ninguna esperanza, tendrán que decidir si se pudren en una cárcel o apoyan la vagabundería atroz de La Habana y colaboran en entregar a las FARCa los millones de colombianos que sólo tenemos a las Fuerzas Militares como la última esperanza para no caer bajo la guadaña castrocomunista.
Escogerán lo segundo, con toda seguridad.
@ricardopuentesm
ricardopuentes@periodismosinfronteras.com
http://www.periodismosinfronteras.org/fondetec-otra-jugarreta-contra-el-ejercito.html
El General Mora invita a la Fuerza Pública a consolidar, con todo el poder físico y moral, la victoria en el campo de combate
• “A partir de la firma del acuerdo que pone fin al conflicto comienza una nueva campaña, una campaña a fondo para evitar que el vacío que dejan las Farc nos sea llenado por delincuentes de cualquier naturaleza y pelambre: narcotraficantes, bacrim, delincuencia organizada o disidencias de esas propias Farc”, dijo el General (r) Óscar Naranjo.
Rionegro, Antioquia, 26 mar (SIG).
El excomandante de las Fuerzas Militares y Delegado Plenipotenciario del Gobierno Nacional para el Proceso de Paz, general en retiro Jorge Enrique Mora Rangel, les pidió este jueves a los miembros de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional que busquen consolidar la victoria en el campo de combate, al tiempo que los instó a que no miren el fin del conflicto colombiano con miedo.
Durante su intervención en la primera Jornada de la Pedagogía por la Paz, que se realizó en el Comando Aéreo de Combate Número 5 en Rionegro (Antioquia), el General Mora enfatizó que “a todos ustedes, integrantes de las Fuerzas Militares y de Policía Nacional, los invito, como los guerreros que son ustedes, los que se entregan por la defensa de nuestros compatriotas todos los días, como los líderes de nuestros combatientes, a consolidar con toda la fuerza y con todo el poder físico y moral la victoria en el campo de combate”.
De la misma manera, el excomandante de las Fuerzas Militares los instó “a pensar en el fin del conflicto sin miedo, porque son ustedes los que han permitido la supervivencia de nuestra democracia y son ustedes los que han permitido que estemos sentados en la mesa (de negociaciones)”.
El alto oficial hizo un llamado para que a partir de las mismas Fuerzas se piense en el futuro de las mismas y también a que continúen “siendo la institución más querida y apreciada por los colombianos”.
En sus palabras, el General Mora garantizó que “mientras ustedes sigan en esa tónica, nosotros en La Habana, el equipo de Gobierno, estará plenamente identificado con sus angustias, con sus aspiraciones”, y reiteró que “siempre ustedes, los militares y policías de Colombia, estarán en nuestras mentes y nuestros corazones”.
Finalmente, garantizó que “nunca jamás podremos olvidar el valor y el sacrificio de ustedes, nuestros héroes, los héroes de los colombianos”.
‘No todo termina con la firma del acuerdo’
Por su parte, el exdirector de la Policía Nacional e igualmente Delegado Plenipotenciario del Gobierno Nacional para el Proceso de Paz, general en retiro Óscar Naranjo, se refirió al futuro que le espera al país y a la Fuerza Pública luego de que el Gobierno y la guerrilla firmen un acuerdo de paz.
El exdirector de la Policía Nacional recordó que “cuando digo esto, lo que quiero decir es que esto no termina con la firma del acuerdo. A partir de la firma del acuerdo que pone fin al conflicto comienza una nueva campaña, una campaña a fondo para evitar, primero, que el vacío que dejan las Farc nos sea llenado por delincuentes de cualquier naturaleza y pelambre: narcotraficantes, bacrim, delincuencia organizada o disidencias de esas propias Farc”.
De inmediato, envió un mensaje: “Allá hay un reto descomunal, allá hay un reto que va a comprometer todas nuestras energías y recursos y toda nuestra inteligencia”.
“Hacia el futuro habrá que asegurar que seremos capaces de destruir las economías criminales que están en la base de la regeneración de la delincuencia en Colombia”, enfatizó.
http://wp.presidencia.gov.co/Noticias/2015/Marzo/Paginas/20150326_08-El-General-Mora-invita-Fuerza-Publica-consolidar-poder-fisico-moral-victoria-campo-combate.aspx
Tanto el General Mora como el General Naranjo han manifestado que no van a renunciar...
General Jorge Enrique Mora dice que no renunciará a su compromiso con la paz
http://www.noticiascaracol.com/colombia/general-jorge-enrique-mora-dice-que-no-renunciara-su-compromiso-con-la-paz
Hola a todos.
Mora tendrá otro rol pero renunció a las Conversaciones en la Habana.
Salida del general Jorge Enrique Mora del proceso de paz genera malestar
26 de Marzo de 2015
La renuncia de tres generales retirados que asesoraban al general Jorge Enrique Mora Rangel evidencia el malestar entre un sector de las Fuerzas Militares por la ausencia del hombre al que las tropas, que enfrentan a la guerrilla en el campo de batalla, ven como su representante en la mesa de negociaciones.
Los intentos del presidente Juan Manuel Santos de minimizar el impacto de la salida parcial de los diálogos en La Habana del único militar dentro del equipo de negociadores plenipotenciarios, así como del general (r) Óscar Naranjo, encontraron contrapeso en los argumentos de los militares al hacer pública su inconformidad en un momento crucial de los diálogos.
El vicealmirante Luis Carlos Jaramillo Peña, de la Armada; el mayor general del Ejército, Víctor Julio Álvarez y el mayor general Ricardo Rubianogroot, de la Fuerza Aérea Colombiana, renunciaron a asesorar al Comando Estratégico de Transición del Ministerio de Defensa, justo en el ciclo 34 de conversaciones con las Farc.
Nota completa:
http://www.eluniversal.com.co/colombia/salida-del-general-jorge-enrique-mora-del-proceso-de-paz-genera-malestar-188768
Auf Wiedersehen.
Pues ya veremos, porque no sé, se me hace que están enredando la pita demasiado. Para mí es claro que el General Mora no ha renunciado, los que renunciaron fueron los que le asesoraban. Se me hace que estos renunciaron y ahora quieren jalarlo a él también.
Y lo que me confirma eso es: ¿si el General Mora renunció, entonces qué hace acompañando al Presidente a las Bases y Fuertes militares explicando o hablando del proceso de paz?. Si yo renuncio de algo, me desatiendo de todo lo que renuncié...
Y el General Naranjo ahora lo confirma: ninguno de los dos ha renunciado ni salido del proceso...
http://www.elespectador.com/noticias/paz/general-r-naranjo-le-dice-al-procurador-no-ha-salido-de-articulo-551822
Para mí ya está claro.
De la Calle: no pueden terminar guerrilleros en el Congreso y militares en la cárcel
El jefe de la delegación de Gobierno en la Mesa de Conversaciones, aclaró que así como las Farc tendrán reglas claras y seguridad jurídica en desarrollo y con ocasión del conflicto, las Fuerzas Militares también las tendrán.
Humberto de la Calle reiteró que con la llegada de la firma del acuerdo para la terminación del conflicto, existirán garantías jurídicas para todos los actores del conflicto armado y se velará por la satisfacción de los derechos de las víctimas.
Read more: http://www.lafm.com.co/noticias/de-la-calle-no-pueden-terminar-179848#ixzz3Vc63TYbl
Al General Mora lo "Renunciaron" pero como el gobiernoes experto de "Echar reversa de para atrás" como diría Bolillo pues ahora lo tienen paseando con Santos como si nada
Lo renunciaron sus asesores (los de Mora)...
Lo renunciaron del gobierno pero como la decisiónno gusto ahora disque lo van a mandar por las bases a pregonar lo "bueno" que es este proceso
http://www.eltiempo.com/politica/justicia/entrevista-con-exalcalde-de-nueva-york-rudolph-giuliani/15481187
'No hay que recortar ni en tamaño ni en plata a FF. MM.'
Exalcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani dice que tras firma de paz habrá otros desafíos.
Por: JUSTICIA |
Centro Democrático formaliza sus reparos al proceso de paz
A través de un documento, el partido del senador Uribe reiteró sus críticas a los diálogos, sosteniendo que todos los efectivos de las Farc deben concentrarse en un sitio determinado.
Por: Redacción Política
Advirtiendo que el proceso de paz que adelanta el Gobierno con las Farc ha representado un ‘serio deterioro de la seguridad en el país’, el Centro Democráticopresentó este lunes su primer informe sobre los diálogos, reiterando que el cese unilateral de la guerrilla es una ‘farsa’ y que las Farc aprovechan el proceso pararearmarse.
Se trata de un documento de cuatro puntos, en el que la colectividad expone suspreocupaciones centrales, sugiere que las Farc ‘se burlan de los acuerdos’, plantea las condiciones para una negociación y propone un sitio de concentración –como condición para prolongar los diálogos– en el que todos los efectivos de la guerrilla se congreguen para que ‘cesen sus actividades’.
En la misiva el Centro Democrático sostiene que los acuerdos son “inconvenientes para la democracia y para la certidumbre de la empresa privada”, por lo que alerta los riesgos de los puntos aplazados, el supuesto rearme y el aparente aumento de la violencia.
“(Estos) son factores que aconsejan en este momento tener paciencia y estar dispuestos a prolongar los diálogos pero con concentración inmediata de las Farc (...) para que este cese de acciones criminales sea eficaz debe ser verificable, irreversible y definitivo, lo cual exige que las Farc reúnan todos sus efectivos y todas sus armas en un sitio de concentración, que no debe estar en ningún casco urbano, en zonas de frontera, en áreas estratégicas, ni en lugares de alta producción agrícola o ganadera”, señala la misiva.
Inicialmente, el movimiento expone lo que denomina sus ‘preocupaciones centrales’,en las que advierten que el proceso ha supuesto un “debilitamiento de la lucha contra el terrorismo”, por lo que factores como la inseguridad, la extorsión, ataques contra instalaciones militares y atentados contra oleoductos se han disparado.
“La Fuerza Pública está desmotivada y confundida con las continuas concesiones del gobierno al terrorismo y con su humillante igualación con los criminales en los diálogos de La Habana. Estos diálogos mal concebidos y mal conducidos se han convertido en un riesgo para la seguridad nacional”, señala el Centro Democrático, que indica que “el país vuelve a tasas de crecimiento económico mediocres” y que en La Habana se ha terminado negociando el desarrollo rural del país, lo que “entraña grandes riesgos para la producción agropecuaria y la vida rural”.
Por otro lado, la colectividad denuncia que las Farc se burlan de los acuerdos alcanzados y sostiene que el cese unilateral es una “farsa”, ya que la guerrilla sigue “atacando sistemáticamente a la población civil”, mientras que “de manera irresponsable y ligera, Santos ha dado la orden a las Fuerzas Militares de suspender los bombardeos, privando así al Estado del principal y más eficaz instrumento de ofensiva”, agrega el documento.
Adicionalmente, denuncia el Centro Democrático, las Farc se mofan del desminado, aprovechan los diálogos para rearmarse y para aumentar sus acciones relacionadas con el narcotráfico.
En ese sentido, la colectividad sostiene que para que pueda darse una negociación, es necesario que se planteen condiciones como que la situación judicial de policías y soldados no dependa de los acuerdos que se logren; que a las víctimas se les garantice su derecho a la verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición mediante procesos judiciales a los integrantes de la guerrilla; y que los cabecillas paguen penas de reclusión, sin gozar de elegibilidad política.
“Si las conversaciones concluyen en la celebración de acuerdos definitivos, el Centro Democrático considera que ellos deben ser puestos a consideración de los colombianos. Estaríamos dispuestos a estudiar diversas alternativas para su legitimación mediante el pronunciamiento precedido de una discusión democrática”, indica el movimiento.
Finalmente, el Centro Democrático pide la concentración de las Farc en un sitio determinado, el cual sería verificado por organismos tales como la ONU, la OEA y el Comité Internacional de la Cruz Roja. Sumado a lo anterior, la colectividad pide quese entreguen y destruyan todas las armas de las Farc, así como la entrega de todos sus dineros para la reparación de las víctimas y “para evitar que sean utilizados para un eventual rearme”.
¿Es necesaria una nueva policía rural para el postconflicto?
El debate alrededor de la necesidad de contar con una fuerza de seguridad en áreas rurales del territorio nacional es absolutamente necesario y hasta el momento no ha contado con la atención requerida
Aun cuando no hace parte de los puntos del acuerdo para la terminación del conflicto armado, al igual que muchos otros temas que han venido surgiendo en la agenda nacional, el futuro de la fuerza pública es y de seguro seguirá siendo objeto de comentarios, análisis y fuertes discusiones. Desde opinadores malintencionados y rumores al interior de las fuerzas militares que terminan siendo desmentidos por el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, o a través de comunicados presidenciales, hasta sesiones privadas de trabajo entre las diferentes fuerzas y al interior de las mismas[1], se espera que todo este debate apunte a prepararse responsablemente para lo que vendría si se firma el acuerdo de paz con las FARC.
Uno de esos temas, bastante polémico, ha sido la idea del presidente Juan Manuel Santos de conformar una nueva fuerza policial –gendarmería o policía rural– con la posibilidad de que se sumen excombatientes de las FARC. Los modelos foráneos bien pueden inspirarnos para reestructurar nuestro servicio de policía rural. De hecho, así ocurrió en 1936 con la asistencia técnica de una misión chilena para la organización de la policía rural montada. Sin embargo, antes de lanzarnos a replicar la gendarmería francesa en un contexto de postconflicto, sería oportuno rescatar el espíritu que dio origen a la Policía de Carabineros en Colombia, e indagar si la Dirección de Carabineros y Seguridad Rural, DICAR, está realmente lista para responder a la misión que se le asignó cuando fue creada en 2006. Esta habla de “garantizar la seguridad en las áreas rurales, contribuir a recuperar el control estatal y las condiciones de crecimiento y desarrollo social en corregimientos, inspecciones, caseríos y veredas”.
El debate alrededor de la necesidad de contar con una fuerza de seguridad en áreas rurales del territorio nacional es absolutamente necesario y hasta el momento no ha contado con la atención requerida. La Política Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana de 2011 hizo un valioso aporte en identificar unos ejes estratégicos y unas líneas de acción para atender las problemáticas de delincuencia y criminalidad en las ciudades, los cuales hoy en día siguen siendo válidos para la Colombia urbana. Y aunque algunos de estos componentes de política podrían rescatarse para un análisis de seguridad rural, esta desconoce enormes desafíos como cuál debe ser la presencia y control policial en lo rural y cómo debe prestarse un servicio de vigilancia en este contexto.
El futuro de la fuerza pública es y de seguro seguirá siendo objeto de comentarios, análisis y fuertes discusiones
La FIP no ha sido ajena a este debate. En el acompañamiento realizado a la Dirección de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, tras concluir que una efectiva implementación del Modelo Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantestiene efectos sobre la reducción de delitos en las policías metropolitanas, surgieron inquietudes alrededor de la implementación del modelo y la prestación del servicio de policía en contextos diferentes a las cabeceras municipales, donde no existen cuadrantes conformados, y en particular, en los territorios donde se dará el postconflicto.
Si bien existen algunas buenas prácticas en la prestación del servicio de vigilancia en municipios priorizados de departamentos policía o municipios pequeños, más rurales, y otros que conforman algunas de las policías metropolitanas, estas experiencias han surgido más de las directrices de la Dirección de Seguridad Ciudadana, DISEC, y no de la DICAR.
De ahí que más que una invitación a definir una nueva estructura organizacional de la Policía Nacional, esta debe dar cuenta de la razón de ser de la institución: mantener las condiciones favorables para la convivencia y seguridad ciudadana en todo el territorio nacional, y no solo en los cascos urbanos municipales. Si existe una dirección con el apelativo de “seguridad ciudadana” que alude a la función principal de la entidad, la seguridad en el entorno rural debería ser priorizada, al igual que ocurre con la seguridad de las ciudades.
Aunque la Policía Nacional se ha esforzado recientemente por definir la prestación de un servicio de policía rural, este en realidad es casi que inexistente. La Dirección de Carabineros la conforman un cuerpo de policía montada, cuatro fuertes de carabineros, grupos que vigilan la infraestructura de hidrocarburos (Plan Energético Vial), Escuadrones Móviles de Carabineros (EMCAR) y otras unidades especiales (restitución de tierras y minería ilegal). Sin embargo, estas estructuras han surgido de las amenazas que ha traído el conflicto armado interno y no en función de las demandas básicas de seguridad y convivencia de quienes viven en la Colombia rural.
¿Hasta dónde ha llegado la institución policial a prestar su servicio en esta Colombia rural? y ¿Cómo se ha venido prestando el servicio de policía en estos municipios?
Esta lógica actual de funcionamiento de la DICAR, en donde las diferentes unidades que la integran son convocadas bajo un principio de “demanda” en función de la amenaza priorizada, seguramente deba trasladarse hacia otra dependencia de la institución para afrontar los grupos criminales que se reciclarán o se unirán a los actuales reductos de paramilitares que buscan el control de economías ilegales (narcotráfico, minería ilegal, etc.). Así se rescataría la experiencia que la Policía ha adquirido y por lo cual es reconocida internacionalmente.
Sin embargo, si queremos una verdadera policía rural de naturaleza civil, la prestación de su servicio debe ser permanente, responder a unas necesidades cotidianas de seguridad y garantizar las condiciones favorables para la convivencia, propias del ámbito rural. En este sentido, recobrar el direccionamiento inicialmente concebido para la DICAR, plenamente volcada hacia la seguridad ciudadana en el campo, debe ser la prioridad.
Hoy en día, la DICAR contempla dentro de su misión, la prestación de su servicio de policía en zonas productivas, agrícolas, ganaderas, fronterizas, resguardos indígenas, parques nacionales y reservas naturales, queriendo describir el resto del territorio nacional que no incluye las grandes ciudades del país. Ese resto recobra toda la importancia en un escenario de postconflicto, tal como lo hace el Informe Nacional de Desarrollo Humano 2011- Colombia Rural, razones para la esperanza, en el cual se evidencia que tres cuartas partes de los municipios son rurales, lo que representa el 94.4% de la casi totalidad del territorio nacional, y donde habita cerca de la tercera parte de la población (31.6%).
Así las cosas, surgen las siguientes preguntas: ¿Hasta dónde ha llegado la institución policial a prestar su servicio en esta Colombia rural? y ¿Cómo se ha venido prestando el servicio de policía en estos municipios? Al primer interrogante sobre la cobertura del servicio de policía, la institución y la misma DICAR frecuentemente sacan a relucir el índice de presencia en el 100% del territorio nacional –lo cual no es otra cosa que el 100% de los cascos urbanos– o los avances en la instalación de nuevas subestaciones de policía en corregimientos e inspecciones. Son varios los ejemplos en donde el nivel nacional, gobernaciones y municipios deciden crear nuevas estaciones de policía y al poco tiempo este deseo se desvanece por el alto riesgo que implica exponer uniformados civiles donde hay una guerrilla altamente militarizada. En estas zonas, la policía se concentra más en el cuidado de sus propios efectivos que en la protección de la ciudadanía. En un escenario de postconflicto, debemos regresar al orden de las cosas, donde es la policía quien se preocupa por la seguridad y la protección de la ciudadanía.
En cuanto a la calidad del servicio de policía rural, hay que tener en cuenta que ya no solo se trata de prestarlo en zonas relativamente tranquilas, sino donde las guerrillas han venido ejerciendo el monopolio de la fuerza, en esas comunidades donde han ganado cierta legitimidad ante la ausencia de Estado y donde existe una alta desconfianza hacia la fuerza pública. La tarea para el Gobierno y la Policía consistirá en revisar y valorar conjuntamente la organización, doctrina y operacionalización de la DICAR –posiblemente basada en el modelo de vigilancia por cuadrantes–en clave de seguridad ciudadana y convivencia, para así cumplir con el propósito constitucional de la entidad, que no es otra cosa que el “mantenimiento de las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos y libertades públicas”.
Volviendo a la propuesta de Santos, el debate lleva a pensar en una nueva DICAR –cercana o dependiente de una DISEC– reformada y potencializada, más que en una gendarmería o guardia rural extrapolada de otras latitudes. Se trataría de un cuerpo policial de vigilancia rural completamente volcado hacia la seguridad ciudadana, que atienda las problemáticas que se presentan en el ámbito rural y las que surjan en el postconflicto. Allí donde las problemáticas desborden aquellas que son propias de la convivencia y la seguridad ciudadana, se deberá recurrir a la articulación con otras especialidades policiales en el territorio.
[1] Tema que actualmente está siendo revisado por el Comité de Revisión Estratégica e Innovación Policial- CREIP de la Policía Nacional.
http://www.ideaspaz.org/publications/posts/1147
Hace tiempo yo pensaba que incluir ex miembros de las guerrillas a los organismos de seguridad del estado era una excelente forma de evitar que estas personas quedaran disponibles para ser reclutados por las bandas criminales o que se prestaran como "contratistas" de particulares que se valgan del delito para procurarsebeneficios de forma ilegal (apropiación de tierras por desplazamiento forzado de sus dueños legales, cobro de cuentas, sicariato, etc), pero ahora a la luz de las mas recientes noticias se me ocurre otra idea.
Una mejor aun alternativa para destinar los combatientes de las guerrillas que se vinculen a una reintegración social dentro de un proceso de paz, que les permitiría sindicalizarse y participar en política, y al tiempo servir como parte de un ente relacionado con la seguridad interna donde su conocimiento de las armas y de las acciones bélicas se reciclara pues seria el de contratar a los exguerrilleros como guardias del INPEC para que incluso sus horas como guardianes carcelarios se les sean contabilizadas como tiempo de pago de penas por sus delitos y asi creo yo que todos salimos ganando y el pais no va a quedar mal internacionalmente. Obviamente hay unos condicionales como p ej que las cárceles con guardias exguerrilleros no sean reclusorios de guerrilleros o paramilitares condenados, pero son detalles menores.
Yo lo único que se, es que esa gente tiene muchas mañas como para que cuiden reclusos.
Para mi, deberían ser parte de los ingenieros militares, y ayudar con la construccióno mejoramiento de carreteras en areas remotas.
Igual tampoco es ningun secreto que muchos guerrilleros presos van a salir de prision como parte de los acuerdos.
“Esta es la última oportunidad para la paz”: general Mora a Iván Márquez
El general (r) Jorge Enrique Mora le advirtió al jefe guerrillero que no habrá una próxima oportunidad de llegar al fin del conflicto a través de un acuerdo de paz.
Por: Redacción Paz
Foto: Presidencia de la República
Ante cerca de 2.000 soldados, oficiales y suboficiales congregados en la base militar de Tolemaida (Tolima) –donde este miércoles el Gobierno adelantó elproceso de pedagogía de paz– el general (r) Jorge Enrique Mora Rangel aseguró que tras una conversación con alias ‘Iván Márquez’, le advirtió que ésta es la última oportunidad que tienen las Farc para alcanzar la paz.
Mora Rangel –quien participó en el encuentro en compañía del presidente Juan Manuel Santos; el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón y alto mandos militares– indicó que durante la conversación con el jefe guerrillero que participa en los diálogos en La Habana, le aseguró que las Farc tienen la oprotunidad de dejar las armas y conformarse en un partido político.
"En alguna oportunidad hablando con Márquez le dije: Márquez esta es la última oportunidad que tienen las Farc para llegar al fin del conflicto, porque es que yallevamos cinco (…) en Casa Verde, en Caracas, en La Escala, en el Caguán y esta es la quinta oportunidad con las Farc”, indicó el general (r) en declaraciones recogidas por Blu Radio.
“Pues Márquez no lo dude. Ésta es la última, no habrá una próxima oportunidad de llegar al fin del conflicto a través de un acuerdo de paz", precisó Mora quien insistió en señalar que hay dos generales sentados en la mesa de negociación para que las Farc se desmovilicen y desarmen.
Por otro lado y también desde Tolemaida, el presidente Juan Manuel Santos acusó a algunos generales en retiro de estar detrás de una campaña de desprestigio al proceso de paz con las Farc.
Según Santos, ya es hora de que estos oficiales retirados dejen de hacerle daño al proceso y a las mismas Fuerzas Militares: “Por eso me duele tanto que sean personas que han llegado a ser generales de la República que también estén en esta campaña”, dijo.
Calificó de “mala fe” las difamaciones que se hacen en contra de la negociación con la Farc. “Eso no dice mucho y no exalta a nuestras Fuerzas; eso lo que les hace es daño”, agregó.
Las respuestas de Santos a los militares en retiro
Caracol Radio | 3 de Abril de 2015
Aunque el mandatario señaló las preguntas de estar “cargadas de veneno y con editorial con afirmaciones mentirosa”, fue enfático en asegurar que “el futuro de las Fuerzas no está en discusión, nunca ha estado, no estará y está garantizado, tendremos unas fuerzas más fuertes”.
Negó, como lo señaló Acore, “la existencia de un preacuerdo ya pactado en la mesa de negociaciones, respecto a la futura misión del Ejército Nacional”.
Así mismo, desmintió que el control del orden público, particularmente en zonas rurales, será de exclusiva responsabilidad de la Policía Nacional, junto con nuevas organizaciones similares que podrían conformarse con terroristas desmovilizados.
Calificó como una ‘perversidad’ la insinuación de que se pretenda relevar al ejército del cumplimiento de esta misión.
Negó además que se pretenda reemplazar al Ejército “por nuevas instituciones como guardabosques, policías cívicas, policías rurales, gendarmerías”.
En su publicación, Acore afirmó que “sale la Policía Nacional del Ministerio de Defensa, se crea en forma definitiva el cuestionado Ministerio de Seguridad. ¿Cuál es la verdadera intención de dividirnos?'
El mandatario lamentó el señalamiento de cuestionado ‘Ministerio de Seguridad’, negando que sea una concesión del Gobierno a las Farc, y menos que lo comandará un desmovilizado de la guerrilla.
Asegura que no tiene ninguna intención de dividir a la Fuerzas Pública, como lo señalaron algunos oficiales en retiro, afirmando que como ministro de Defensa y Presidente lo que ha hecho es “fomentar el trabajo en equipo de nuestras Fuerzas Militares con la Policía Nacional”.
El mandatario afirma que no se han aceptado imposiciones inadmisibles de las Farc, mucho menos en temas de seguridad y defensa, como lo aseguraron desde Acore.
Frente al señalamiento de que se aprovechó la ausencia del general Mora Rangel en el último ciclo de conversaciones “para acordar lo que el Presidente de la República anuncia publica y enfáticamente ante un importante auditorio militar, respecto a tan preocupante e inexplicable decisión”.
El jefe de Estado insistió en que la ausencia del general Mora se debe a que está con él “explicándoles a los miembros de las Fuerzas, a los soldados de tierra, mar y aire y a los policías, que nada de lo que están diciendo aquí es cierto, porque se ha generado ese malestar a punta de mentiras”.
Frente a estas inquietudes, desde a Presidencia recordaron que el mandatario le respondió estos cuestionamientos a Acore desde el pasado miércoles.
Señalando como lo denunció el propio mandatario, que se trata de una campaña para generar malestar e inquietud frente al proceso de paz entre las Fuerzas Militares, de la que están participando generales en retiro, a los que les pidió desistir de esta actitud que está afectando a la propia fuerza pública.
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