Al respecto, postié varios testimonios del derribo, del helicóptero peruano por un misil igla nuestro, incluso una entrevista a su valiente viuda:
Si mal no recuerdo, fue el teniente Cáceres quién lo derribó, y luego le envió una carta a su viuda con Jenner Baquero(Miami)
TESTIGO DE UN DERRIBO(Perú)
testimonio de Rolly Reyna (periodista del comercio)
el 29 de enero 1995 Rolly Reyna, un fotógrafo de El Comercio, captó la
imagen que resume el último conflicto bélico en que participó el Perú.
Esta es su historia + “Yo iba sentado al lado de la ventana del
helicóptero, mirando todo a través de mi cámara. Los militares nos
habían dado la seguridad de que no iba a pasar nada. De pronto, veo que
unas luces salen del monte, entran al encuadre y se van contra otro de
los tres helicópteros peruanos que estaban en el aire. Empiezo a
disparar (tomar fotos) ya sin poner el ojo en la cámara. El artillero
de mi nave gritaba “¡Son misiles! ¡Son misiles!” mientras respondía al
ataque. Todo se sacudió. Así fue cómo capturé el momento en que el misil
ecuatoriano le pegó a la nave peruana.
Para mí, estar ahí fue
producto de una cadena de suerte. Casi todo el año anterior me lo había
pasado entre el laboratorio, donde trabajaba revelando fotos, y haciendo
algunas comisiones cuando los fotógrafos mayores de El Comercio no
podían. Había visto el derribamientos de avionetas de narcos, la
destrucción de pistas clandestinas en el Huallaga, viajé al Vraem cuando
nadie iba.
Yo fui a esa comisión con Alí Alava, jefe de la
sección Locales, quien también conocía bien a los militares. Estábamos
juntos cuando –antes del ataque– los cuatro pilotos peruanos nos
repartieron a nosotros y a un grupo de soldados en sus naves para
realizar el ejercicio en el que finalmente perdimos un helicóptero. Aún
recuerdo el alivio que sentí cuando vi a Alí con vida. Tras eso, fuimos
tomados como prisioneros por los PM cuando se dieron cuenta de que no
debíamos estar ahí. Durante dos días escondí el rollo de la cámara en un
hueco en la caja de misiles en la que dormía. Hasta que nos fugamos. No
le dije a nadie que había tomado la foto, ni siquiera a Alí.
Ya
en el Diario nadie sabía qué hacer con la foto. Se trataba de un tema de
seguridad nacional y era delicado. En la foto nos atacaban y además
había sido tomada por un civil. Hasta Alberto Fujimori participó del
debate. Finalmente, la foto salió, pero sin mi crédito. Imagínate lo
difícil que es que tu mejor foto no lleve tu nombre. Pero valió la pena,
esa imagen inédita, que da a conocer a nuestro último héroe en combate,
me permitió dejar de ser el chico que revelaba las fotos. El propio
Alejandro Miró Quesada Cisneros ordenó que me volviera fotógrafo de El
Comercio. Mucha gente dice que la empresa en la que trabaja es su
segundo hogar, pero para mí El Comercio es mi casa, pero mi casa de
verdad. Yo aprendí a ser fotógrafo acá, he dormido acá, he hecho mi vida
diaria acá. Llegas a sentir que este lugar es tu casa cuando la
estructura no te manda, si no la gente que ha dejado esa mística acá y
que tú te sientes obligado a repetir o imitar”.
EL ÚLTIMO GRAN HÉROE
El mayor Luis Alberto García Rojas (1963-1995), el aviador del Ejército
nacido en Chiclayo que murió durante el conflicto con Ecuador, debió
esperar más de dos décadas para que el país que defendió desde su
helicóptero reconociera su hazaña. Su viuda, Julia Panta, no cesó hasta
lograr que se honre su memoria. El momento del ataque fue captado por el
reportero gráfico de El Comercio Rolly Reyna y gracias a esas fotos, en
el 2006, el Congreso lo declaró héroe nacional. Pero recién en el 2017
sus restos fueron trasladados a la Cripta de los Héroes en el Presbítero
Maestro. Hoy descansa junto a Grau y Bolognesi.
fuente el comercio 4 /5/2019
foto izquierda La foto que tomó Rolly Reyna resume lo que ocurrió en el
conflicto del Cenepa y su increíble historia fue llevada a El Comercio
llevó a sus lectores.
De verdad se debería cerrar este tema ambos se están faltando el respeto y ya no sabe uno que creer... perdida del tiempo leer este tema.
Estimado Tavo89, quizás ésta exposición te pueda ayudar, presta mucha atención a lo que explica, Luigi Einaudi, delegado oficial del gobierno americano, para solucionar la guerra y el problema de límites entre ambas naciones, el explica el trabajo que realizó junto a la MOMEP y militares de ambos países, además de su criterio sobre la guerra, sus actores y resultados:
Bien, durante la Guerra del Cenepa, los peruanos quisieron dar un golpe de mano a Coangos( destacamento ecuatoriano con helipuerto), en verdad lo dieron a unos 500-600 mts del mismo, emboscando a una patrulla ecuatoriana, que estaba liderada por el comandante( Mayor Hidalgo), de un grupo de nuestras fuerzas especiales, aquí el hecho narrado tanto por ecuatorianos como por peruanos:
COMBATE DE LA CRUZ
13 de febrero de 1995
Del libro "De la Cruz al Trueno"
Para la memoria de las armas del Ecuador y Perú
Por Jenner Baquero
Luego del ataque a Base Sur, a inicios de febrero de 1995, una parte de los
hombres del BC 19 Comandante Espinar fueron a Uracuza (Base de la FAP), allí
fueron abastecidos para su reposición; al día siguiente se les unieron más
soldados con el comando Alatrista quien llegaba a la base con los comandos:
Jesus, Rolando, Israel, Calle, Molina, Huertas y otros; todos jefes de patrullas
que llegaban con su gente de combate. La patrulla del Capitán Marko Jara
(Marte) muerto de un tiro en la frente y otro en la pierna en el sector de Base
Sur pocos días antes, tenía ya 3 bajas al menos, a ello había que sumar los
heridos y evacuados por esquirlas, por lo cual debió ser reorganizada, algunos
de los hombres pasaron a reforzar la patrulla del actual general Castañeda cuya
chapa de combate era "Rubén".
El Grupo de Fuerzas Especiales 25 del Ecuador, al inicio de la guerra había
sido destinado a las trincheras en la provincia del Oro en la platanera llamada
"La Victoria"; allí hicieron entrenamiento constante antes de
embarcarse hacia Macas y Patuca para finalmente ser destinados al sector de
Coangos donde soportarían frecuentes bombardeos de la aviación peruana.
En Uracuza, Perú, después del 10 de febrero, por la tarde, los comandantes
Bazalar (Papilon) y Alatrista arengaron a los hombres a cumplir una importante
misión: sabotearían el helipuerto de Coangos, importante base que aunque estaba
en territorio ecuatoriano, era utilizada para hostigar a las fuerzas peruanas
que operaban en el Cenepa. Los helicópteros fueron abordados por los
combatientes del BC 19; el rumbo que tomaban era el Puesto de Vigilancia número
1, los soldados iban apertrechados con M-16, LG, MGL, lanza granadas múltiple
entre otros, todos UDEX con sus Explosivos C-4 y Fíes X además de visores
nocturnos; a los hombres del 19 se unían 2 pelotones FOES de la Marina
Cerca a PV1, ronroneaban pesadamente los helicópteros llevando a la misión a
los hombres del Batallón de Comandos cuando súbitamente debieron las aeronaves
bajar al ras de la selva por haber aparecido en el cielo amenazadoramente naves
ecuatorianas; existía el peligro de derribo; 10 minutos más tarde sin embargo
estaban descendiendo sin novedad en el puesto de vigilancia, base que estaba
bajo el mando del Crnel. Chiabra, el oficial responsable del teatro de la
guerra quien más tarde sería nombrado Ministro de Defensa.
Los soldados destacados en PV1 debían permanecer en sus trincheras debido a
la posibilidad de un ataque aéreo o de artillería de las fuerzas ecuatorianas,
aún se vivía un peligro inminente, días atrás varias aeronaves peruanas habían
sido derribadas en el valle.
Los jefes de patrulla del 19 tomaron el mando y los hombres comenzaron el
desplazamiento hacia el interior del Cenepa, llevaban solo lo preciso:
municion, granadas y explosivos, era la segunda semana de febrero. La caminata
por la jungla nubosa los llevó por trochas enfangadas e irregulares bañadas con
lluvias intensas; la ruta contemplaba Cueva de los Tayos y la Y torciendo para
el oriente hacía Coangos; encontraron en el trayecto tropa peruana ya
posicionada en el área, eso les daba seguridad, muy cansados por el trajín y la
tensión descansaron en un sector asegurado por el Batallón de Infantería de
Paracaidistas 61 (BIP 61); la tensión del momento y las circunstancias no les
permitían conciliar el sueño; prepararon los visores nocturnos ; debían
sabotear Coangos por la noche, los probaron, nada se veía en la jungla espesa;
complicado atacar así, difícil organizarse en ese terreno por la noche; los
ecuatorianos que estaban en el sector podrían detectar la infiltración y causar
estragos en el BC19, ellos conocían el terreno muy bien; talves por ello, se cambió
de estrategia; el ataque sería más bien de día.
En tanto, más arriba, en Coangos, el mayor Hidalgo del GFE 25 ultima con sus
hombres los detalles para el patrullaje de inspección de líneas telefónicas
tendidas hasta Base Sur; uno de los comandos, el cabo Caicedo alias
"Chichobelo" le dice al cabo Walner Ortiz: "Batea...por
cualquier cosa lleva casco"; Batea lo rechaza; como van cargados con el
doble de granadas y provisiones para 3 días prefiere solo ir con un jockie; al
fin, la patrulla de 14 hombres se pone en camino hacia la Base Sur, el cabo
"Batea" regresa se integra a sus compañeros con el casco en la
cabeza; esa decisión le salvará la vida más tarde.
Como no atacaron por la noche, el nuevo plan del BC 19 tomó la siguiente
forma: dos patrullas subirían hasta la parte más alta del cerro desde donde se
divisaba Coangos; las otras, dividirían tareas como posicionarse en sitios
estratégicos de posible aproximación de las fuerzas ecuatorianas que podrían
reforzar a Coangos o serían patrullas de ataque.
Las dos patrullas mencionadas que subirían el cerro llevarían los RPG de las
otras patrullas, Mag, MGL y API, ellas debían acercarse a Coangos, descargar
todo el poder de fuego y provocar el mayor daño posible a esa base y a sus
defensores; las otras patrullas estarían encargadas del apoyo; dos más
desbordarían para cerrar posibles puntos de fuga de los ecuatorianos.
En la tercera patrulla del BC 19, la denominada "Ruben" estaba el
sargento especialista reenganchado Ernesto Mendoza; mientras marchaba al ataque
por la mañana, recibió junto a sus compañeros la señal de detenerse; era el 13
de febrero; las dos patrullas primeras habían detectado que un piquete
ecuatoriano de fuerzas especiales bajaba por una trocha; dejarían que el grueso
de esa patrulla llegue al punto de aniquilamiento y las destruirían.
Mientras tanto catorce hombres del GFE 25 bajan tranquilamente por la
trocha, transitan por una pequeña pendiente llena de árboles, lodo, raíces y
ramas espinosas, van peligrosamente al filo de una quebrada; el sitio es
conocido como "La Cruz" a un kilómetro en línea recta desde Coangos,
los soldados llevan toda su dotación, una mochila que pesa al menos 50 libras
está llena de comida, equipo y cigarrillos para los hombres del subteniente
Machado responsable por Base Sur; "Chichobelo" va de puntero; en un
recodo, mira una sombra que salta por la trocha entre la espesura, le grita
"Altooo", a la vez que levanta la mano como señal a su patrulla; ese
momento, una ráfaga atraviesa su mano destrozándola; detona el misil de un RPG
7 levantando a Batea y haciéndole caer violentamente en el suelo; los hombres
se ubican rápidamente con la cara muy pegada en el fango; en la selva vuelan
miles de esquirlas que hacen picadillo las hojas y arrancan las ramas de los
gruesos árboles; "Mueran monos conchesumadre"; el grito contrasta con
el ruido de ametralladoras, granadas y RPG, no hay escapatoria.
Las patrullas peruanas Rolando y Leónidas están directamente enredadas en
combate; las "pepas de 40 mm" volaban cruzando parabólicamente por la
maraña hasta estrellarse en la vegetación mientras las esquirlas cortando las
hojas buscaban atravesar la carne de los soldados; ecuatorianos; el sargento
peruano Mendoza con sus compañeros tuvieron que desbordar porque no podían
atacar en la posición en la que estaban por la probabilidad de aniquilar a las
patrullas que estaban más adelante; fueron acercándose rápidamente a los
ecuatorianos del GFE 25 emboscados y dispararon sus lanzagranadas; Mendoza
reventó dos API, luego 6 granadas más con ángulo de tiro con el lanza granadas.
El emboscado cabo "Batea" en medio de la balacera se ubica detrás
de un árbol y comienza a disparar sentado; la selva es un infierno de fuego y
pólvora, se seca el sudor y entonces repara que el sudor no es tal; se mira el
dorso, tarda unos segundo en reparar que está lleno de sangre:
"[[Editado por el sistema]]...me mataron" dice para si; entonces, una granada explota
cerca de él; las esquirlas se estrellan sobre las alimentadoras de su
suspender; otras en cambio perforan su uniforme ingresando ardientes sobre la
espalda; no siente el dolor por la adrenalina; mira a su alrededor con
desesperación, allí, detrás de un árbol están 3 compañeros; Batea se arrastra
para alcanzarlos; "Cuidado" le gritan haciéndole señas
ostensiblemente; casi invisible está un hilo de nylon que activará una trampa
que le podría costar la vida, se salva por un pelo.
Un
peruano seguramente ha visto al mayor Hidalgo, comandante de patrulla y dispara
un RPG para decapitarlo; los soldados Cusme y Andino saltan sobre el mayor
echándolo al suelo justo antes que el misil haga papilla su cabeza; el ambiente
se calienta por el tiro del antitanque que supera la temperatura del sol,
Hidalgo se libra de morir achicharrado. A Batea le pegan un tiro en la cabeza
pero el proyectil es detenido en gran manera por el casco, sin embargo se
incrusta un pedazo de metal en el cráneo; está consciente aunque aturdido; el
momento es irreal. El Capitán Toapanta grita a los emboscados "Lancen las
granadas...las granadas"; los ecuatorianos aferrándose a la vida lanzan
esas granadas hacia el lado de donde son atacados; mientras tanto el mayor
Hidalgo es sacado de la emboscada por sus hombres; sería terrible que caiga
prisionero o caiga muerto en el ataque.
El cabo
ecuatoriano Joselito Herrera ante la orden de Toapanta dispara con rabia y
lanza sus granadas sin saber si volverá a ver a su joven esposa y a su hijo; de
pronto percibe que su body no está a sus espaldas; dos tiros le han arrebatado
la vida al cabo Héctor Chica quien con Herrera cerraban la columna de marcha.
La
patrulla ecuatoriana se divide en dos; los unos salen de la emboscada con el
mayor Hidalgo, los otros se alejan del sitio reptando, pecho a tierra, la cara
contra el piso para evitar que una bala o una esquirla les arrebate la vida;
las piernas de Joselito Herrera sangran; rápidamente se palpa los testiculos;
no han sido heridos pero sí las nalgas; aún así herido avanza arrastrándose;
encuentra a Batea bañado en sangre en el hueco de un árbol; repara en dos
perforaciones que tiene su casco; salen juntos del sitio; más adelante
encuentran al cabo Carrillo, tiene una herida de esquirla en el pie; el
sargento Velasco en cambio lleva heridas de esquirla en la espalda; aparece el
soldado Cují, un guía nativo del sector quién va abriendo camino para ellos
hasta Coangos.
Mientras
tanto los atacantes peruanos caen en la cuenta de que seguramente los
ecuatorianos pedirían apoyo; las patrullas reciben orden de replegar
rápidamente por la posibilidad de un rocketeo de helicópteros de combate que
fuesen a liberar a los emboscados; los hombres del BC 19 repliegan a toda
carrera del sitio; saben que están vulnerables a un bombardeo que los puede
diezmar.
El cabo
peruano Cotrina de la Compañía C murió en el ataque, posiblemente por tiro de
bala, quedó allí con fusi; el cabo Alata de la compañía Delta, compañero de
Mendoza resultó herido de gravedad con esquirlas en la cabeza; en la adrenalina
del momento corrió por sus propios medios hasta la Y donde fue atendido antes
de caer desvanecido.
Según el
testimonio de un cabo tirador de ametralladora MAG, peruano, hombre de punta,
un charapa por la tensión del momento disparo sobre los ecuatorianos, antes que
ellos entren en zona de muerte, eso les puso alerta salvándose de ser
aniquilados.
Gracias
al apoyo invalorable de los testigos del combate y elementos del GFE 25 y BC 19
en especial al Sgop. Walner Ortiz (Batea), SUBOS Joselito Herrera, SGOP Milton
Davila y SO Ernesto Mendoza L entre otros.
A la
memoria de los héroes del Cenepa: Cabos Cotrina (BC 19) y Chica (GFE 25)
1.-Que día tu país le declaro la guerra al Perú? 2.-Cuales fueron tus objetivos políticos militares en el Cenepa?..como paras repitiendo como loro que ganaste...enséñanos que ganaste? 3.- ¿Si tenían control total de tiwinza por que no se llevaron a sus muertos?
En vez de postear pavadas falsas...responde...si no dices que ganaron?
Aunque es poco conocido, El Perú inició las hositilidades en otro frente: el Santiago, en el polo opuesto al Cenepa, atacando nuestros puestos: Teniente Ortiz, Soldado Monge, entre otros, aquí perdió el primero de sus helicópteros, impactado por misil( en el Ortirz):
ENTREVISTA AL CRNEL. FELIPE BURBANO
Comandante en Tnte. Ortiz durante el conflicto del Cenepa 1995
Por Jenner Baquero
Llegamos a la casa de Felipe Burbano, tiene esta una decoración personal
exquisita en donde confluyen elementos de los diferentes países por donde han
pasado ambos esposos de edad mediana: Israel, Egipto, Chile, etc. La vista al
antiguo aeropuerto Mariscal Sucre es impresionante.
“Jenner, te presento a mi General Cárdenas, ex comandante del ejército” me
dice Felipe con voz grave de actor mexicano de la edad de oro. Es un privilegio
entrevistarme con estos testigos de la historia.
Un olor a café y a pastel al horno domina el ambiente de hogar; nada de
tensiones, parece que los conociese a los 3 desde siempre: Felipe, su esposa, y
el General Cárdenas.
Jenner Baquero (JB). A que atribuyes el ataque del BIS 85 Ampama en
Santiago, una región ajena al Cenepa, región del Ecuador que no estaba en
disputa en 1995.
Felipe Burbano (FB). A inicios de enero de 1995 Tiwintza no era aún
importante, los helicópteros artillados del Perú nos bombardeaban en Santiago con
dureza, a la época no nos llegaban ni siquiera los iglas para defendernos.
Recuerda un precedente además, el General peruano Mercado Jarrin había
sostenido décadas atrás la tesis de la negociación a través de la prenda
territorial, esa prenda seria Teniente Ortiz.
JB. Por qué Ortiz?
FB. Porque no había hito allí. Quizás lo hubo alguna vez pero desapareció
con el tiempo. Luego del conflicto de 1981 y con el Pacto de Caballeros se puso
un árbol en el sitio, el un lado era del Ecuador y el otro del Perú...el árbol
era solo una referencia nada más. Bueno, por eso preferían tomarse Tnte. Ortiz
dado que para Soldado Monge estaban limitados (difícil acceso por el río
Yaupi). Desde Cuzumasa, Ortiz en cambio estaba en línea recta.
JB. Con el grado de Mayor fue tu primera experiencia en Santiago?
FB. De ninguna manera, conocía yo desde Teniente hasta Capitán ese Batallón
pues había pasado un buen tiempo militando en el sitio. Entrábamos en avión en
ese tiempo pues el BS 61 no pertenecía a Patuca sino a la 17 (Pastaza) por los
aviones y helicópteros que había. Cuando ya de Mayor llegué a Santiago ya había
carretera...una carretera “hecha pedazos” pero por lo menos ya llegaba cerca de
Monge, a Ortiz era imposible porque se requería de un puente o lanchas.
JB. Llegaste de Mayor con pase de guerra o cómo orgánico.
Como dije previamente, Felipe ha invitado a un personaje clave en nuestra
conversación, el General Cárdenas quien durante la Guerra del Cenepa se
desenvolvía en la DIREL de Quito.
General Cardenas (GC). Felipe de teniente era orgánico, pero en el 95 llegó
a Santiago con su pase de guerra.
FP. Fui de Mayor de primer año.
JB. Primer año de academia de guerra y te dieron el pase...
FP. Efectivamente. En diciembre de 1994, entonces habían ya escaramuzas con los
del 26 Reforzado.
GC. Desde Noviembre de 1994 se empezaron a reforzar las bases del Cenepa con
gente de Gualaquiza y los del 26 Quevedo fueron allí a principios de diciembre.
FB. Un día de diciembre nos hicieron formar a toda la Academia de Guerra,
primero y segundo año: “Oñate” que era más antiguo, luego seguía yo...
JB. Pila...
FB. Los de la promoción de mi General Cárdenas estaban al mando en todo el
pais.
JB. Eran Teniente Coroneles?
GC. Si, Teniente Coroneles.
FB. Pila estaba en el Estado Mayor de la Brigada de Selva 21 Cóndor en
Patuca...él le iba a supervisar a cada rato a Hector Benavides (comandante del
BS 61 Santiago), si haz de haber oído al respecto.
JB. Conozco esa historia je je.
FB. Por allí había unas broncas pero yo no sé mucho de eso pero creo que si es
que soy el comandante del batallón...osea...¡yo soy el comandante pues!
GC. Lo que sucede es que la organización en esos momentos...va sufriendo
cambios, por los pases, la gente que llega a veces es más antigua en diversas
áreas...en el caso de Pila, él era de inteligencia, pero llegó (a Patuca) un
más antiguo.
Al ser la “supervisión” al comandante Benavides un “poco” más que
indecorosa, aquello casi llegó a las manos entre el probo comandante de
Santiago y su “supervisor” en pleno conflicto del Cenepa (Nota del editor).
FB. Hector era comandante “nuevito”...
GC. Estaba solo dos meses en Santiago.
FB. Por mi parte yo conocía bien el sector por haber servido allí de teniente y
capitán; hice dos veces destacamento en Ortiz, estuve en Soldado Monge; a
Coangos nunca me mandaron porque era casado; siempre mandaban a los oficiales
solteros, en helicoptero; a Ortiz íbamos nosotros en lanchas.
GC. Coangos es la parte más alta...
JB. Coangos está al otro lado verdad?
FB. Era parte orgánica de Santiago; después ya le mandaron a Gualaquiza.
GC. En el año 80-81 había una pica que iba de Cóndor Mirador a Coangos, esa
pica se hizo con “castigados”.
JB. Osea “pécoras”
GC. Con ellos se hizo la pica...mandarse semejante pica desde Cóndor
Mirador...¡era cosa seria!
JB. No me imagino, acaso seguían la ruta Cóndor Mirador- Cueva de los Tayos-
Base Sur- Coangos?
GC. No, la pica iba por las partes altas.
FB. Por Tambo 1, Tambo 2, desde Gualaquiza, por las partes altas, no conocí
mucho esa pica.
JB. Cosa seria.
FB. Verás, yo tuve una anécdota, en la 17 estaba de comandante mi General
Ricaurte, yo era teniente...
JB. Espera, tú eres de fuerzas especiales.
FB. Claro, comando, paracaidista, tengo cursos en Brasil, curso de GEO, mi hijo
también es de fuerzas especiales casualmente.
JB. Perfecto, continúa.
FB. De teniente entrábamos en la “machaca” (un tipo de avión) a Santiago, era
yo casado y tenía un hijo. En esa época hacíamos nosotros, 2 meses de
destacamento, los peruanos hacían en cambio al menos 6 meses. Bueno...yo llego
de teniente como te dije a Santiago, el comandante de Cahuide (Peru) se ha
pegado los tragos, agarra la .50 y “tac, tac, tac”... “paca, paca, paca”, los
tiros a Soldado Monge.
GC. Era por 1984
FB. Santiago quedó en alerta roja, el comandante del Batallón me dijo
“Burbano...prepare una patrulla”, yo era el único de fuerzas especiales en el
sitio. Ordené a varios clases que viniesen conmigo para averiguar lo sucedido y
en cualquier caso, atacar a la fuerza enemiga. Cogimos la pica y llegamos de
madrugada bordeando Ortiz a Monge.
JB. Osea déjame entender, tu ibas de Santiago a Tnte. Ortiz?
FB. No, iba de Santiago a Soldado Monge pues ese destacamento está frente a
Cahuide desde donde el comandante peruano disparaba la Punto Cincuenta.
JB. Ok, entendí, sigamos...
FB. Santiago estaba en alerta roja, te había contado que fui por la noche a
Monge con un grupo de voluntarios (tropa). Cuando llegamos por la madrugada,
como a la una o dos de la mañana, ese man seguía disparando; el ambiente
permitía percibir el olor a trago; esperamos a que amaneciera pues no creí
conveniente atacar sin antes averiguar lo que sucedía, de todas maneras me
comuniqué por radio con Santiago: “Mi coronel Pacheco...¿qué hago? a lo que
contestó: -Aguante hasta recibir nuevas órdenes-
Al otro día desayunamos y emprendimos la marcha porque del otro lado del
Yaupi es nuestro también; nos encontramos con un peruano a quien le
preguntamos: “Oye...que pasa ve”, a lo que él contestó: “Es que al comandante
no le han relevado por meses y anda...”, pero nosotros estábamos en alerta...no
solo Santiago ¡sino la misma Shell!, seguíamos conversando con el peruano:
-Y cuál es tu comandante?
Pues mi teniente (o capitán dijo) Martinez.
-Martinez...un enano nomas?
Siiiii
-Es así, asado y cocinado?
Siii
Sucede que con él había hecho yo el curso de comandos en Brasil. Bueno,
entonces le despiertan al man, que el ecuatoriano Burbano quiere hablar, los
peruanos dijeron señalándome: “solo él pasa”, yo me saqué el suspender por si
acaso me quisieran tomar prisionero o algo. Martinez me vio, nos reconocimos, y
él dijo: ¡que fue hermano!, nos abrazamos, entonces empezamos a caminar por
todo Cahuide...
-Hermano, que pasa pues?, por que disparas?
No nos relevan hermano
Como ves, no tengo conmigo radio para avisar que no pasa nada...
Entonces mandémosle al sargento...
-No, voy yo...
Entonces me dejó ir, pero me habré tomado unas 10 siquiera...
JB. Ja, ja, ja
FB. Mis hombres han estado diciendo: “Le cogieron preso a mi teniente”,
entonces salí yo y volvimos a Soldado Monge, llegué tambaleándome a darle parte
al comandante:
Mi Teniente Coronel...ha sido mi compañero del curso de comandos...
Vaya nomas Burbano, regrese...¡saque información!
JB. Ja, ja, ja
FB. Volví a Cahuide y...trago por aquí, trago por allá
-“Oye hermano, solo trago me das, dame algo para comer pues”...Entonces conocí
la cocina...
-Y que es esto de aquí...y esto de allá?
En fin, conocí todo, afortunadamente no llegó a mayores.
JB. En el Perú hablan de los veteranos de 1978...hasta este día no se que
sucedió con el Ecuador es ese año.
GC. La postura del General Mercado Jarrin de la prenda territorial...en esa
época hubo un incidente por Cóndor Mirador...murió un Teniente Quevedo...
FB. Vamos a ver unas fotos, venga mi comandante Cárdenas por favor...Aquí
estoy...yo fui compañero del Eduardo Vergara en el curso de comandos, él era
teniente y yo subteniente...aquí, Ernesto Gonzales, Jacome...Juanito Jacome,
compañero de él, Eduardo Vergara Barros, William López, un compañero,
Villegas...y así, entonces son un montonzote...en total fuimos 24 oficiales en
el curso de comandos y de mi promoción me gradué solo yo, saqué la primera
antigüedad, me dieron esto de premio, y una pistola.
JB. Déjame tomarte una foto del anillo por la primera antigüedad...acomoda
la mano...eso..ya.
FB. Mira esta foto de aquí...
JB. Y ese helicóptero caído?
FB. Me regaló el observador chileno, es el helicóptero derribado con el IGLA
disparado desde Tnte. Ortiz.
JB. Y este documento?
FB. Es un listado de los que tenemos...
GC. Encomio Solemne
FB. Está en orden alfabético: Benavides, Vergara Barros Eduardo, Burbano
Martínez José..total somos 38 oficiales...
GC. Esto hay que ir entendiendo, en el conflicto, no es solo una unidad la que
está al frente, mucha gente se movilizó...
JB. Volvamos a la foto del helicóptero, como la conseguiste?
FB. Después de 45 días en la zona de conflicto en el 95, nos dieron 8 días de
descanso, cuando llegamos allí en camión, nos hicieron llenar unos documentos,
estaban en Patuca los de la MOMEP, alguien dijo “Ese es el héroe de Ortiz”, un
oficial que estaba haciendo deportes se acercó y dijo:
-Ud es el de Ortiz?
Si
-Vendrá a conversar, yo me voy a dar la vuelta, a las 5 de la tarde más o menos
Era un Coronel, porque los de la Momep eran puro coronel nomás, verdad mi
General?
GC. Así es.
FB. “Entonces Ud a las 5 de la tarde me ve y se me acerca...yo le voy a dar un
buen recuerdo”, nada más me dijo. A las 5 me acerqué, él me dio la foto
diciéndome:
-“Tome este recuerdo, yo le tome desde el aire...no dirá mi nombre
nomás...pacto de caballeros”.
“A su orden mi Coronel”
Por esperar el “recuerdo”, perdí mi vuelo de regreso, debí esperar hasta el
día siguiente porque no se podía volar más allá de las cinco de la tarde. Para
entregar esa foto, la amplié yo...
GC. En 1981 hay un caso similar...
FB.
Este certificado me dio Héctor Benavides y tiene la firma del Mayor Pacheco; mi
pase de guerra fue a Patuca, de allí nos destinaron a Santiago, yo era alumno
de la Academia de Guerra aún.
Desde el 81 nos venían siempre recalcando aquello de La Prenda Territorial, La
Prenda Territorial...
GC. Es que esa era la tesis... FB. El único destacamento que querían los peruanos como prenda, era Teniente
Ortiz.
Y por poco prisioneros de guerra, con la excusa de un partido de fútbol, organizado por los militares peruanos:
JB. Felipe, como llegaste a Santiago en 1995?
FB. De la Academia de Guerra nos enviaron a Patuca en “Búfalo”, íbamos Mayores
de primero, segundo año y capitanes que hacían el curso avanzado.
JB. Quien les recibió en Patuca?
FB. Mi General Moncayo, él dispuso además: “Tanto van por aquí...tantos por
allá”...”Burbano...a cubrirse de gloria en Santiago”, nos iba nombrando uno por
uno, entonces nos fuimos.
JB. Como fue en Santiago.
FB. El Mayor Benavides (comandante de batallón) formó la plana mayor con los
4 que éramos más antiguos, pero luego preguntó si alguno conocía el sector, yo
le dije que lo conocía bien, prácticamente más que él porque él era nuevo,
además sabía yo cuál era el problema de Tnte. Ortiz, había en el sitio una
loma, imposible que nos sacaran del lugar, sabía la situación de Soldado Monge,
allí hay un río, un obstáculo difícil de pasar.
JB. Cual fue la decisión de Héctor Benavides entonces?
FB. Al Mayor Sáenz le mando a Remolinos, a mi me mandó como Comandante del Sub
sector, a cargo de los destacamentos Monge y Ortiz. Al otro día desayunamos y
salimos. En Soldado Monge nos reunimos un montón de oficiales. Fui a verificar
la situación en el sitio; casualmente acabo de ver una foto en tu Facebook, te
ha dado el Vizcaíno, es de cuando yo recién llegué...no tenía yo esa foto.
JB. Vizcaino era capitán en ese tiempo, interesante historia.
FB. Veamos la foto...A ver...aquí está Marco Villacis...acá Vizcaino...yo soy
el de aquí .
JB. Con bigote...
FB. Si, con bigote...acá está Ochoa, este de aquí...este de aquí no se quien
es...no le ubico muy bien a esteeee...
JB. Borbua.
FB. Si este es Borbua...Bueno, sigo, por la mañana fui a ver la situación en
Soldado Monge y me dije: “No pues...mejor aprovechemos y pasémonos a Teniente
Ortiz más bien”, el camión me fue a dejar hasta Peñas, pasé el río Santiago y
caminé más de una hora; el asunto es que como no teníamos experiencia en que
debíamos llevar solo lo indispensable, fuimos cargados unas mochilotas...yo
tenía incluso unos reglamentos que llevé de la Academia de Guerra para
aprovechar estudiando...
JB. Ja, ja, ja
FB. Es que mire mi General Cárdenas, Ud sabe que en la Academia de Guerra
uno debe estar preocupado por sus estudios pues. Eran un montón de
reglamentos...de operaciones. Tres o 4 meses después las hojas terminaron en
las fogatas de la selva para calentarnos.
Esto último lo dice Felipe como pensando en voz alta.
FB. Bueno...llegué a Tnte. Ortiz. El comandante era el Teniente Altamirano.
GC. El que hoy es General...
FB. No, él es Coronel ahora...fue piloto del ejército. Bueno, Altamirano me dio
parte, aquí tienes un informe de la época.
JB. De que fecha hablamos?
FB. 26 de Enero de 1995 a las 13:00. Ese día fuimos con un ingeniero a minar.
Fui también con un capitán Arellano y le dejé en el cerro Caputna...haber...
allí estaba un oficial con 13 conscriptos; 4 voluntarios y 9 conscriptos en la
posición del Hito del árbol... ( Felipe está leyendo en voz alta su
informe)...mira lo que dice aquí: “Personal peruano de Chiqueiza nos invitó a
jugar fútbol...Si sabía esto mi General?
GC. Que?...no creo.
FB. Siempre había no...en el Hito “El Árbol”...les habían invitado a jugar
fútbol más tarde en la Cancha Internacional, entonces ellos me llaman a mi y me
dicen “Mi Mayor...” ¡No! Les contesté, aún no había nada, no sabían que nos
iban a atacar...nadie sabíamos absolutamente nada...mire mi general lo que dice
este informe: “...El personal de Rojos insistía en invitar a nuestra gente para
el ‘fútbol’, aquello era para tomarnos prisioneros en realidad. Verás Jenner
que te estoy hablando del 26...porque yo llegué el 26.
JB. A que horas les invitaron?
FB. A las 4 de la tarde...
JB. Porque lo de Base Norte fue ese día a las 5:50...
FB. No había nada todavía. A eso de las 23:30 horas fue que recibimos un
mensaje de mi General Cárdenas aquí presente...
JB. Por que prohibiste el fútbol?, alguna corazonada?
GC. Osea hubo indicios, yo era comandante de Guerra Electrónica...
JB. Ud. Era de Transmisiones?
GC. Si, claro. A partir de Septiembre de 1994 nosotros empezamos a tener
elementos de alarma temprana, sabíamos desde la época los problemas que venían
apareciendo. Ese día al que el Coronel Burbano hace alusión, nosotros habíamos
recibido un telegrama tipo 11 de la mañana...disposiciones a los PV...
JB. Peruanos...
GC. Peruanos,
JB. Deben haber interceptado el telegrama encriptado.
GC. Si pero yo tenía bajo mi mando gente especializada, eran personas con larga
experiencia en las redes peruanas, incluso 18 años...
JB. El nombre de algún voluntario? (Mi especialidad primera era transmisiones y
conozco a varios clases).
GC. No solo eran voluntarios sino oficiales también; bien, un teniente Bravo me
llama desde Latacunga diciéndome: “Mire mi Tcrn, tenemos un telegrama...con
unos clases recabamos cierta información pero no podemos descifrar todo”
entonces me fui a Latacunga a dirigir la operación. A las 2:30 uniendo
esfuerzos logramos descifrarlo...
JB. De que fecha hablamos?
GC. Del 26 de enero; la Academia de Guerra les había permitido a ellos pasar
la Navidad en casa y fueron introducidos el 26 de Enero...a la fecha nosotros
ya veníamos descifrando un poco de cosas.
JB. Qué decía el telegrama aquel?
GC. Los peruanos disponían que se realice la invitación descrita pero...la idea
no solo era retenerles sino distraer la atención, el verdadero propósito era
realizar un ataque a los destacamentos...nosotros les dimos la información y
allí se prohibió todo...claro, los peruanos insistían...Bueno, eso era
Santiago, pero otras cosas acontecían en Gualaquiza, allí la situación era más
compleja...
JB. Sabía de esto el General Moncayo?
GC. Claro que sabía pero él en ese momento no estaba como comandante del TOT,
él estaba en otro nivel.
JB. Ud. General le conoce a Carlos Bolaños?
GC. Si, pero él estaba en El Oro en el 95.
JB. El fue mi Comandante en Loja, cierta vez tomó todos los telegramas
interceptados y los arrojó a la basura diciendo que era imposible descifrarlos,
me sorprende que Uds lo hayan podido hacer.
GC. Íbamos aprendiendo.
FB. Mi General, ustedes prácticamente nos dieron la hora en la que nos iban
a atacar. Mira Jenner, yo le pregunté después al Teniente Altamirano sobre lo
que él hubiera hecho en mi lugar: “Yo si me iba a jugar mi Mayor” me
contestó...”Posiblemente yo si caía”.
JB. Ja, ja, ja
FB. A Adati le ordené esa noche: “A minar”, hay un riachuelo para llegar a
Ortiz...y le digo: “del riachuelo para allá mina”, era ingeniero, él
minó...todo ese personal con el que me encontré en aquella vez era excelente y
profesional. Tu me dirás viendo las fotos ¿dónde están los voluntarios?, esa
era otra época, no habían celulares, por allí andaba una cámara destartalada que
se utilizaba para fotografiar los hitos cuando se patrullaba. Mira, en esta
foto está un oficial que tuvo discrepancia con el mando, pidió la baja y se fue
a los EEUU como capitán, allí lo recibieron como sargento y llegó a sargento
mayor...participó en la Guerra de Irak.
Bien, sigamos, el ataque y la defensa del destacamento Teniente Ortiz, nombre dado en homenaje a nuestro héroe, el Teniente Hugo Ortiz, quien falleció en combate, frente a las tropas peruanas que lo atacaron, en 1941:
FB. A las 23 horas de ese 26 de enero, el radio operador de Santiago llamaba
insistentemente “Arenillas...Arenillas” que era mi nominativo, “les van a
atacar”; mi general Cárdenas aquí presente es testigo, él tiene encomió Solemne
del 81 y el 95.
JB. El soldado Pilco sabía del ataque?
FB. Claro, mandé a llamar a la “Jungla”, una vetusta cabaña, Pilco estaba
allí de guardia y recibió la información; yo le dije “sal de ahí”, los peruanos
mandaron poco después al sitio 4 o 5 tiros de RPG 7.
JB. Habías ido tú a la posición en aquellos días?
FB. Efectivamente, fui el día anterior a verificar esa posición...por eso te
digo que nos invitaron al fútbol los peruanos. Yo conocía todo el sector
afortunadamente ...y Dios estuvo siempre con nosotros, esa es la verdad.
JB. Sigamos con lo de Pilco...
FB. Él salió de la posición y se fue con sus compañeros...
JB. Hablamos de...
FB. Eran las 6:10 am del 27 de enero; los peruanos cruzaron el límite
internacional y lanzaron un encarnizado ataque a “la Jungla”, Pilco fue herido
en la femoral pero fue llevado hasta un lugar seguro pero murió desangrado,
mira, el enfermero era “nuevito”, necesitaba plasma...
GC. En ese momento donde conseguir plasma!!!...bien complicado.
FB. Del destacamento al rio, por carretera era como una hora de camino, te digo
solo caminando, para evacuarlo a Pilco se hubiesen requerido 4 hombres ...2, 3
horas de viaje.
GC. Y no había como meter medios aéreos....
FB...porque los peruanos los hubiesen bajado...
GC. Ellos tenían una gran cobertura aérea.
FB. Lastimosamente murió el soldado Pilco, a sus compañeros los mandé a
volver al destacamento pues no me interesaba mantener esa posición...acuérdate
que los nuestros eran solo 6, frente a toda la compañía enemiga, nosotros
debíamos hacernos fuertes en el subsector, en el destacamento especialmente, en
posición alta.
JB. Osea no te interesaba mantener la “Jungla”...yo estoy plenamente de
acuerdo contigo, como yo veo las cosas, vale más la vida de los hombres que
cuatro palos con un pobre techo...
FB. La “Jungla” era el hito, es inverosímil “defender” un hito.
JB. De acuerdo.
FB. Se debían defender las partes más importantes, por ejemplo...Tiwintza...
GC. Los puntos críticos
FB. Verás que el objetivo político fue Tiwintza
JB. Eso en el Cenepa
FB. Si, en Santiago, el objetivo de los peruanos no era tomarse Soldado
Monge sino Tnte. Hugo Ortiz.
GC. La prenda territorial...
FB. Por eso decidí quedarme en Ortiz; yo podía quedarme en Monge, como era
comandante ambos. Después mandaron otro Mayor al destacamento.
Sigamos, en Caputna situamos al capitán Arellano...si los peruanos se
tomaban las partes altas nos sacaban “el sucio”; arriba Arellano cubría el
flanco derecho con 15 hombres. El flanco izquierdo defendía el capitán Adati.
Mira, si se tomaban Ortiz, allí se acababa todo, ya no había problemas con el
Cenepa...era entonces a negociar.
Bueno, en conclusión nos defendimos muy bien; toda mi gente fue excelente:
lo que hacían el oficial y los voluntarios hacían también los conscriptos; esa
defensa la desarrollamos con 40 o 50 hombres apenas...de esos, solo estábamos 3
oficiales, algunos voluntarios, y el resto: conscriptos, todos buenos.
JB. Cuando entrevisté al Gral. Moncayo, como que se centraba más en el
Cenepa que en Santiago, ¿a que atribuyen ustedes esa prioridad?
GC, FB. Porque Tiwintza se convirtió en objetivo político.
FB. En enero, sociológicamente todo el pais se enfocó en Tnte. Ortiz, fuimos
los primeros atacados...pero atacados-atacados, nada de escaramuzas, el 27 de
enero; los peruanos tenían dos compañías para ese ataque terrestre, eran del
BIS 85, la una del un lado y la otra del otro; tenían que tomarse Ortiz a como
de lugar.
JB. Una pregunta extemporánea quizás: cuál era tu misión en Santiago Felipe?
FB. Mannntener Orrrrtiz!!!
Cualquiera que escuche a Felipe Burbano por primera vez adivinará que fue
oficial, él termina sus frases remarcando dinámicamente las palabras claves de
su discurso. En algún punto de su vida él aprendió a hablar “de estómago”, esto
para hacerse oír de lejos. Felipe tiene un gran carisma al conversar y aunque
jamas sonríe, salvo cuando ríe estrepitosa e intempestivamente, no deja de
tener un buen sentido del humor.
El General Cárdenas escucha atentamente realizando sendas acotaciones a
algunas ideas principales de Felipe, su hablar es ligero, voz pausada,
tranquila y baja; sus frases son cortas pero precisas; no cabe duda que el
ejército hizo un gran trabajo con respecto al desarrollo intelectual de estos
dos personajes, me refiero a la inteligencia interpersonal de Gardner. Para mi
no solo es un gusto sino un privilegio poderlos entrevistar para el libro “De
la Cruz al Trueno” y la sección “vida militar” que llega en las redes a gente
desde Mexico a Argentina.
FB. Mi misión era a toda costa defender y mantener el destacamento Hugo
Ortiz.
A partir de Agosto de 1941 el ejército peruano atacó los pobres, desolados,
precarios y desabastecidos destacamentos ecuatorianos en la amazonia donde un
puñado de mal comidos y mal vestidos soldados ecuatorianos (varios de ellos
estaban allí como “castigo”) “defendían” las casuchas junto a los inmensos
ríos; por cierto, regularmente para ingresar a esos “destacamentos” se requería
ser trasladados en lanchas y motonaves ¡peruanas!
En 1941 las FFAA del Ecuador estaba en un estado calamitoso y absolutamente
no operativas, esto, como consecuencia de las constantes luchas intestinas. El
Perú en cambio tenía una formidable fuerza, considerada como una de las más
importantes en Sud América a la época.
Los pequeños destacamentos ecuatorianos en Santiago, en la segunda parte de
1941 fueron fácilmente descalabrados y sus soldados, excepto los indígenas y
algunos “suertudos” que se salvaron de la muerte siendo tomados prisioneros o
por haber escapado antes del combate; cuando al fin volvieron a sus ciudades de
origen, demacrados, enfermos y “avergonzados”, la población decía de aquellos:
¿héroes?...los que corrieron a cobrar, los que murieron en cambio son los
verdaderos héroes.
El 2 de Agosto de 1941, a sabiendas que una fuerza peruana impresionante
destruía las posiciones ecuatorianas, el joven subteniente quiteño,
guayaquileño de nacimiento, Hugo Ortiz, organizó la precaria defensa de
Santiago con sus 12 hombres, muriendo a los 19 años (a días de cumplir 20) en
el ataque enemigo. El Teniente Vinueza lo enterraría en “La orilla izquierda
del Río Yaupi, a 20 metros y a unos 200 metros más arriba de la desembocadura
del rio Santiago” ( TCRN. EM. Carlos Cuvi en “Teniente Hugo Ortiz Garcés, Héroe
Nacional” ) Años después se fundó o refundo un destacamento con su nombre, el
cual pervive hasta estos días y es del cual se habla en esta entrevista.
La arrolladora máquina bélica peruana avanzaba victoriosamente por todo el
territorio ecuatoriano, esto, hasta el 7 de diciembre de 1941 cuando Japón al
verse imposibilitado de acceder a los combustibles fósiles y otros medios
energéticos decide atacar a los EEUU buscando destruir la flota del Pacifico de
su potencial rival.
Es de conveniencia de los Estados Unidos a partir de 1941 mantener un frente
unido ante su entrada en la SGM frente al eje, ante lo cual forza un arreglo
“de cualquier manera” al conflicto Ecuador Peru, no le interesa en absoluto una
mediación “justa” sino “rápida”, argumentando la libre determinación de los
pueblos para la defensa de sus fronteras, algo así como : “si no quieres que te
derroten...entonces defiéndete por ti mismo”, nada de “panamericanismo” o
“buena vecindad” como pretexto a la inactividad y falta de preparación
ecuatoriana como lo refiere Tovar Donoso en su libro “El Protocolo de Río de
Janeiro”.
En 1995 el Ecuador no está dispuesto a revivir la humillación de 1941,
entonces ninguna “prenda territorial” es admisible.
Nota: La prenda territorial, era una tésis peruana, promovida por el general(+) Mercado Jarrín.
Y ésta, es una versión peruana del tema, aparecida en la revista Caretas:
Segundo Frente
El
gobierno sigue ocultando la presencia de tropas ecuatorianas en la confluencia
de los ríos Yaupi y Santiago.
El
coronel Raygada: preocupación por el silencio oficial.
Zona Caliente
El puesto ecuatoriano Nuevo
Teniente Ortiz está en el territorio peruano que fue materia del Pacto de
Caballeros de Torres y Torres Lara. El puesto Etsa está fuera de esa zona, pero
en territorio que Ecuador reclama como suyo. El Pachacútec peruano ha sido
destruido, según los ecuatorianos.
INFORMACIONES
divulgadas
en diversos medios de comunicación en días pasados, afirman que se han
producido ataques y/o se han visto patrullas ecuatorianas cerca del puesto
peruano de Ampama, que está en la margen derecha del río Santiago, a unos 30
kilómetros de la frontera.
De ser
ciertas esas versiones, estaríamos ante una profunda incursión ecuatoriana. Sin
embargo, la política oficial es silenciar todo lo que ocurre en esa zona, que
fue objeto del Pacto de Caballeros de Carlos Torres y Torres Lara en 1991,
donde se habrían producido combates desde enero de este año.
El
coronel (r) FAP Carlos Raygada es uno de los que ha alertado con más
insistencia sobre la presencia de tropas ecuatorianas en la confluencia de los
ríos Yaupi y Santiago.
"A
mí me preocupa que el puesto ecuatoriano de Nuevo Teniente Ortiz o Falso
Teniente Ortiz siga allí -manifestó Raygada a CARETAS-, porque no se ha dicho
nada al respecto, no se ha informado si ha sido desalojado. Si permanece ahí es
sumamente peligroso, porque estaríamos cediendo territorio".
"Lo
normal es que los ecuatorianos no retiren sus puestos sino que los
avancen", razona el coronel Raygada. "Si el Perú hubiera desalojado a
Nuevo Teniente Ortiz, no entiendo por qué no se dice nada. Entonces mi
conjetura es que todavía siguen allí, porque lo bueno no se oculta, eso es
sentido común".
"Si
Nuevo Teniente Ortiz y Etsa siguen allí habría que tratar de desalojarlos
militarmente, al igual que se ha tratado de desalojar Tihuinza, Cueva de los
Tayos y Base Sur. Si no se ha hecho, conjeturo que habría la intención de conceder
o tratarlo en otra guerra, no entiendo. Encuentro incoherente actuar en un solo
lado de la frontera y en el otro no", asevera Raygada.
El puesto
de Etsa fue instalado en 1991, cuando era comandante general del Ejército
ecuatoriano el general José Gallardo, hoy ministro de Defensa de ese país. En
efecto, el Boletín 9508 del ministerio de Defensa Nacional del Ecuador,
sostiene que el general José Gallardo "asumió el Comando del Ejército el
11 de enero de 1991 e inmediatamente estableció el destacamento de Etsa con el
propósito de impedir las incursiones de personal militar peruano del
destacamento Pachacútec".
El
coronel Raygada, que en ese entonces trabajaba en el Comando Conjunto, recuerda
que a raíz de la incursión de Etsa fue que se generó un incidente en julio de
1991. "Por el Pacto de Caballeros se acordó que Etsa se retirara a Nuevo
Teniente Ortiz, fue un error de nuestra Cancillería porque se retiró de
territorio peruano a territorio peruano", concluye Raygada.
El asunto
es que hoy día parece que los puestos ecuatorianos Etsa y Nuevo Teniente Ortiz
continúan en nuestro territorio. Es más, los ecuatorianos sostienen que han
"borrado del mapa" al puesto peruano Pachacútec. A pesar de todo, el
gobierno y el Comando Conjunto peruano guardan hermético silencio. Oficialmente
esa zona no existe.
La semana
pasada el vicecanciller Eduardo Ponce confirmó en una entrevista periodística,
que el gobierno no tiene intención de tocar el tema. Preguntado sobre cómo se
va a resolver el asunto de Teniente Ortiz, dijo "ese es un punto que no
está dentro del área de enfrentamientos, dentro de la negociación diplomática y
de la conducción de la política exterior. No sería prudente adelantar
opiniones". (El Comercio, 4.3.95)
QUE SE
QUIERE OCULTAR?
Al
noreste de la Cordillera del Cóndor, en la confluencia de los ríos Santiago y
Yaupi, escenario del Pacto de Caballeros de 1991, se han librado combates que
el gobierno no quiere reconocer. Algunos informes de prensa afirman lo
siguiente:
· Acciones militares se extienden hasta
puestos "Teniente Ortiz" y "Soldado Monge", dice El
Mundo en un titular (Sábado 28 de enero).
· Un enviado de la agencia noticiosa AFP,
invitado por los militares ecuatorianos, llegó hasta la zona del conflicto
donde se le informó que el puesto militar de Pachacútec, ubicado en territorio
peruano, fue atacado por fuerzas ecuatorianas. (El Comercio, jueves 2 de
febrero)
Otra nota
publicada también por El Comercio el mismo día se titula: Ayer fue falso
Paquisha; Hoy es falso Teniente Ortiz.
· Un despacho de la agencia Ansa informa que:
...se
abrieron otros frentes, entre ellos los del destacamento Teniente Ortiz... (Expreso, jueves 2 de febrero)
· El general Nicolás Hermoza, da una
conferencia de prensa el jueves 2. El lee un papel y no admite preguntas, y no
hace ninguna referencia a los combates en la zona del río Santiago. En el mapa
que presenta, publicado en el diario oficial El Peruano el viernes 3 de
febrero, no aparecen los puestos Teniente Ortiz (ecuatoriano) ni Pachacútec
(peruano).
· Un enviado de la agencia AFP, que llegó hasta
el puesto ecuatoriano de Soldado Monge, en el río Santiago, dice que dos
helicópteros peruanos bombardearon ese destacamento el vienes 27 de enero. El
enviado de AFP
que logró
ingresar al área de los combates, comprobó que los ataques de los aparatos
peruanos destruyeron parcialmente las canchas de fútbol y vóleibol, una tribuna
de madera de las instalaciones deportivas y una rústica vivienda donde estaba
instalado el comando del puesto. (Expreso, sábado 4 de febrero)
· El Comercio informa, citando fuentes
militares, que los ecuatorianos incursionaron en la zona del río Santiago.
Ellos
están
atacando con morteros y helicópteros pero fueron rechazados por nuestras fuerzas
ubicadas en `Cahuide´, `Chiqueiza´, y `Pachacútec´. (Miércoles 8 de febrero).
· El presidente Fujimori admitió el domingo
(26) por primera vez, que hubo enfrentamientos en la confluencia de los ríos
Yaupi y Santiago. (El Mundo, martes 28 de febrero).
· Fuentes militares ecuatorianas precisaron a
la AFP que el destacamento peruano de Pachacútec -en territorio ecuatoriano
según el gobierno de Quito- también fue "borrado del mapa y que esperaban
órdenes para tomar posesión del mismo". (La República, martes 28 de
febrero).
· El periodista francés Eric Samson,
entrevistado por La República desde Ecuador:
Nosotros
sí vimos los resultados de los ataques peruanos con helicópteros y morteros (en
Teniente Ortiz). ...Estos no son rumores porque yo lo vi. (Domingo 5 de marzo).
Sin
embargo, esa zona no se menciona en el acuerdo de paz de Itamaraty. El gobierno
parece haberla borrado del mapa, literalmente hablando.
FB. Volviendo al tema, el destacamento Hugo Ortiz no cedió un solo ápice en
1995 y el efecto sobre la población ecuatoriana fue sicológico. El Presidente
Sixto solía pronunciar desde el balcón su célebre frase: “Ni un paso atrás”. En
Ortiz se derribó el primer helicóptero enemigo, fueron como 5 hasta el final de
la guerra.
JB. Parece que esos helicópteros partían de Tnte. Vargas en la Amazonia
peruana.
La esposa de Felipe (EF) sugiere que nos sentemos: “Ya han de estar
cansados”.
GC. Ya parecemos centinelas.
FB. Aquí en el libro de mi General Moncayo habla de lo que referimos hace
poco sobre la prenda territorial; en el caso de Ortiz el Hito estaba en el
árbol; si tomabas una recta imaginaria llegabas al Hito 20 que estaba en
Soldado Monge; entonces los peruanos debían tomarse esa zona (Ortiz), ya que no
había otra porque estaba bien delimitada (Monge). Acerca de las aspiraciones y
sugerencias del General Mercado Jarrin yo conocía bien porque estaba en primer
año de la Academia de Guerra, de allí que me haya trasladado al destacamento de
Teniente Ortiz. Repito otra vez, tuve gente excelente, allí controlábamos,
estábamos en la parte alta, era bien difícil que nos bajen de allí ...¡todos
dispararon!...(cuando fue necesario).
GC. Vamos a sentarnos...
JB. Antes de eso, háblame de estas fotos...
FB. Fui edecán en Chile...Aqui estoy con el General Pinochet... Este otro es el
Primer Ministro de Israel Simón Peres, él murió después...fui agregado militar
en Israel.
JB. Pensé que era Isaac Rabin.
FB. También estuve con el Primer Ministro Ariel Sharon, unos 3 o 4 meses más
tarde tuvo una terrible enfermedad...
JB. Creo que fue un derrame
En la pared están varías fotos cerebral. ¿Llegaste a hablar con ellos?
FB. Claro que si.
JB. Ellos tuvieron un lugar importante en las guerras de independencia (1948)
cuanto en las de los 4 Días (1967) y Yom Kipur (1973); sus historias junto a
las de Begin, Dayan, Golda Meyer y los otros padres de Israel es de valor,
sacrificio y genialidad; cualidades indispensables para la defensa de su
territorio. Un gran privilegio tuyo conocer a estos personajes.
FB. Claro que si. de Israel.
Felipe se dirige a la computadora, busca y coloca un reportaje que hizo la
TV ecuatoriana en 1995 al contingente ecuatoriano de Santiago, se lo ve allí
con los soldados dando unas declaraciones a la prensa.
Volver a mirar esas imágenes me traslada a aquel año; la actitud de los
militares, el pueblo y el presidente era contundente, aguerrida; me provocan un
gran respeto, en especial después de esta década en la cual se trató de
desmantelar a las FFAA, quebrar su estructura y colocarla de rodillas; me
conmueve mirar el “antes de”.
FB. Por prestador ve...espera, allí está mi destacamento.
Boom, booom, taca, taca, taca... suenan en off las explosiones y tiro real
grabado por los periodistas. Las imágenes de Ortiz y del Palacio de Carondelet
se suceden intermitentemente; la cámara se enfoca ahora en las miles de
personas que llenan la Plaza de la Independencia gritando en trance: “Ecuador,
Ecuador, Ecuador”; sin ser aguafiestas, aquello no me motiva demasiado pues
conociendo mi país se que es más “novelero” que “patriota”; pocos meses más
tarde con el mismo entusiasmo aplaudirá y ovacionará al mismo ¡Fujimori!; pero
la actitud de Sixto y la de los soldados en ese tiempo es impecable.
FB. Siguiendo con el relato: el 27 “me sacaron la madre” (osea mediante
bombardeos)...el 28 llegó el cabo Honores con 3 conscriptos, él era comandante;
me subí y los puse con el Teniente Arellano.
JB. Haz sido adivino tu ffff, justamente por donde iba a pasar el
helicóptero...
FB. Les puse arriba pues...
JB. En Kaputna...
FB. Eso, en Kaputna. Ya, entonces ellos vieron al helicóptero que estaba
casi a la misma altura suya...un poco más arriba; yo decía, ¿por que no
disparan el IGLA?, ¿que le pasa al Honores?, no teníamos demasiado
conocimiento; en ETZA si sabían pero nosotros nada; creíamos que el IGLA era
como el LAW, apuntas y ¡boooom!; osea esta vaina ha sabido engancharse
primero...bueno, entonces ¡por que no disparaaaa!; oye...se quema la una fuente
de poder, mientras tanto entraba el MIG, el 24 y disparaba: “Pa, pa, pa,pa”,
después el otro; se quema la fuente de poder como te dije, por eso es que le
dan al MI8: ¡Booooom!, hermano, era una felicidad, como si hubiéramos ganado el
campeonato mundial de fútbol pero en ese tiempo...
Hasta 1995 el Ecuador no había clasificado a algún mundial, tampoco había
ganado una Copa Libertadores ni había pasado del 4to puesto en alguna
olimpiada.
FB. Bueno, después uno ya va pensando pues (reflexionando sobre lo
sucedido).
Entonces, se vino el ataque aéreo peruano, sobre nuestro destacamento Teniente Hugo Ortíz, un helicóptero atacante Mi 8, fue derribado por un misil igla:
LA
HISTORIA DEL HELICÓPTERO QUE AMETRALLÓ EL DESTACAMENTO
“TENIENTE
ORTIZ”
BASADO EN
EL RELATO DEL COMBATIENTE LUIS HONORES GUANGA
Por
Jenner Baquero
Me encontraba con el pase,
prestando servicios en el Batallón de infantería Nro. 63“Gualaquiza”,como comandante de la batería
Antiaérea estaba el Capitán Alexander Levoyer; por entonces estaba yo
comisionado para dar protección al espacio aéreo en el sector de
responsabilidad del Batallón de Infantería Nro. 61 Santiago. Por orden de mi
comándate de batería me desplacé con mi unidad de tiro al Destacamento Teniente
Ortiz el 20 de Enero de 1995 en el sector de Cuzumaza donde el 27 de enero a
las 6 de la mañana fuimos atacados por
unidades peruanas en los puestos avanzados del destacamento producto del
cual resultó herido en la pierna el soldado pillareño Héctor Pilco; aunque éste
valiente combatiente fue evacuado al destacamento y luego al batallón moriría
poco después a consecuencia de complicaciones en esa herida. Las Fuerzas
Ecuatorianas abrimos fuego contra las fuerzas peruanas durante todo el día 27,
utilizando ametralladoras y morteros de 60 mm y 81mm. Al día siguiente continuaban
los ataques enemigos con helicópteros artillados sobre el destacamento Soldado
Monje pero no se registraron bajas de nuestro lado. La guerra seguía el día 29;
en medio de la tensión en esa selva en disputa dieron las 7 de la mañana cuando me llamó el comandante del
destacamento mayor Pablo Burbano para decirme con suma gravedad que
inteligencia militar le había informado que nuestro destacamento sería atacado:
“Honores, prepara los misiles para
la defensa, debes estar listo para cualquier sorpresa del enemigo,mantente
alerta ordenó; yo solo atiné a decirle con nerviosismo pero con firmeza
que le iba a demostrar a la patria que los soldados ecuatorianos somos buenos
profesionales; me miró por un instante con satisfacción y luego se alejó con
andar preocupado pero con seguridad.
Reuní a mis subordinados y les dije que no debíamos tener miedo de nada: todos
unidos saldríamos adelante en esta complicada lucha; entonces seleccioné el
mejor misil para no fallar y me mentalicé en que debería dar una gran y súbita
sorpresa al enemigo atacante; comencé a realizar ensayos de disparo una y otra vez; no quería que mis
sentidos se embotasen en el momento decisivo. Más
o menos a las 10:30 de la mañana, en la enmarañada y caótica selva, se comenzó
a adivinar con más y más precisión, el sonido de helicópteros que se
acercaban,pero no se los podía ver; todos nos mirábamos a los ojos tratando de
explicar lo que sucedía, pero sin palabras; la tensión era intensa en el
destacamento; luego algo asomaba detrás de los árbolesera una pequeña nave: No
le dispares a esa, déjala pasar,detrás viene un helicóptero grande,escuchaba yo los latidos de mi
corazón en los oídos, pequeños retumbos de
tambor, respiraba aceleradamente y estaba empapado de sudor.el sonido de motores era ahora intenso, pero no aparecía mi
blanco ,los segundos se hacían
eternos; ¿será que le acierto?...si no doy en el blanco seremos
enganchados y barrerán con todo el destacamento,
mis manos estaban sudorosas y mi corazón batía a desritmo; se sentía la sangre
en mis orejas, como lava me quemaba la cara hasta la cabeza y el cuello, respiraba
profundamente,¡allí está, allí está,¡ gritaron, es un helicóptero
enorme, desde las puertas se divisan las ametralladoras, vomitan fuego sobre nuestro
pequeño destacamento, tiros
intermitentes y percusivos ¡ojalá nadie esté herido¡ ¡dispara Honores,
disparaaaa, por Dios disparaaa¡ me
gritan mis compañeros ¡Dios mío perdóname por lo que haré, ayúdame, ¡ enganché el misil, tragué
saliva; ésta resbaló por mi garganta seca, apunté y ¡Booooom¡; el rebufo
de candela caliente impulsó el misil, que salió disparado dibujando una gran
estela; llevaba su recado de muerte y destrucción,era el costo de la guerra; el
helicóptero fue impactado de lleno dejando un brillo instantáneo y deslumbrante;
la nave comenzó a descender lastimeramente, cayendo en la
selva impenetrable y hostil provocando una terrible explosión,nos quedamos perplejos por unos momentos;
entonces tomé otro misil, para dispararle al helicóptero pequeño, pero perdí la
visibilidad de éste; apenas allí me di cuenta que mis camaradas gritaban de
alegría, sonreí con satisfacción y di un gran respiro de alivio; luego
enseguida todo el mundo, comenzó a disparar
con lo que tuviese a la mano, pues
estábamos aún en combate, la lucha duró
hasta el medio día; estábamos exhaustos. Más tarde, todos los soldados me venían
a felicitar por el derribo del helicóptero, habíamos cumplido con la patria.
Bien, después del derribo del helicóptero, el Perú no intentó más bombardeos, pero en cambio, comenzó el ataque a nuestro destacamento, con infantería apoyados por fuego de morteros, vendría nuestro repliegue e inmediato contraataque, con infantería con apoyo de 6 morteros( 3 de 81mm y 3 de 60mm), que obligó a los peruanos a retirarse, a sus destamentos en territorio peruano, y así quedó indemne, nuestro destacamento Teniente Hugo Ortíz:
DIARIO DE UN IWIA EN EL DESTACAMENTO TENIENTE ORTIZ
Basado en una entrevista a Johan Andy Calapucha
Del libro De la Cruz al Trueno
Por Jenner Baquero
Todos los derechos reservados
En enero de 1995 una patrulla de 20 hombres de Santiago entre los que
estábamos 5 Iwias recibimos una orden descabellada: Destruir Pachacutec, un
puesto peruano grande con centenas de soldados afincados en el sitio. La orden
venía desde la Brigada 21 Cóndor.
El comandante de la patrulla era el teniente comando Oscar Ramírez.
Organizados para emprender la misión sucedió que nadie quería ser hombre punta,
la aventura era por demás peligrosa en los albores de la guerra, por otro lado
para llegar el destacamento había que descender un camino sinuoso, rocoso y de
pendiente pronunciada. La delantera no era el único problema; Nadir quería
tampoco cargar la MAG, pesada e incómoda para una misión en la cual habría que
asestar un golpe letal e improvisar sobre el camino, con semejante arma era
difícil andar por la selva.
Por esos días en la cancha internacional en el sector Caputna-Etza-Cahuide
se dio la reunión entre el mando ecuatoriano y el Gral. López Trigoso del Perú,
el cual muy áspero y altanero al partir con su helicóptero sobrevoló
temerariamente los destacamentos Teniente Ortiz y Etza e incluso más adentro de
territorio ecuatoriano, de allí probablemente la orden de destruir Pachacutec.
Como las cosas se fueran acelerando recibimos la orden de replegar a Etza,
Ali estuvimos 1 semana. Extrañamente los peruanos invitaban a los ecuatorianos
de los 3 destacamentos a jugar “fulbito” ¿hacían fisonomía del frente?
Se dispuso que el soldado Pilco haga guardia en la Pica Global junto a 3
conscriptos, a la choza para el efecto le llamábamos “la jungla”. En 1994 se
había hecho en La Jungla un túnel que daba al río en Chiqueiza para cualquier
evento de ataque enemigo.
En tanto, nosotros en Etza veíamos extrañas pisadas, no cabía duda que las
patrullas peruanas andaban en algo. El mando nos envió entonces a reforzar
Teniente Ortiz, allí estaba en ese entonces como comandante el mayor Burbano de
la Academia de Guerra, allí recibió el mando al subteniente de caballería
blindada Alvarado.
Nuevamente fuimos reubicados, esta vez cerca a Ortiz, en el sitio denominado
“La Limonera”. Por el 27 o 28 de enero llegaron al destacamento los nóveles
soldados de la ESFORSE a prestar su contingente en ese conflicto que estaba a
punto de reventar. El asunto de alimentación con la llegada de ellos se agravó
un poco, se repartían dos comidas al día, una a las 10 y otra a las 3; con el
tiempo realmente la cosa se pondría seria.
Pilco de guardia en la Pica Global con los conscriptos atendió un día a los
juegos de “integración” con los colegas del Perú, usualmente se intercambiaban
camisetas, cigarrillos, provisiones, etc como camaradería; se despidieron todos
en la tarde prometiendo verse al día siguiente para seguir con el fulbito;
Pilco se encaminó a la Jungla donde estaba la MAG.
Como a las 4 de la mañana se desencadenó un feroz tiroteo; despertamos al
mayor, pensábamos que eran ejercicios en el polígono de los peruanos pero el
sonido de las ráfagas se acercaba más y más; Pilco decía por el teléfono que
parecían ser ejercicios de tiro. A las 5:30 la Jungla fue atacada; el soldado
Pilco salió con los conscriptos hacia la posición del soldado Curimilma y le
comentó lo sucedido, añadió además que en la choza se había quedado la
grabadora que le había costado en diciembre como 130 mil sucres, comprada a
crédito, no se la dejaría a los peruanos, en todo caso destruirían la choza que
estaba a unos 150 metros, llevaban para el efecto un cohete LAW; Curimilma y
Pilco emprendieron el camino hacia la Jungla cautelosamente, de pronto, desde
la maleza salió un tiro de FAL que dio de lleno en la rodilla de Héctor Pilco
quien dio un grito corto y seco cayendo sobre unos palos, Curimilma saltó sobre
él y le tapó la boca, “nos pueden matar”, entonces una voz se escuchó muy cerca
del sitio, decía: “Por aquí estaban...”, con el mayor silencio posible el
Soldado Curimilma le hizo un torniquete demasiado cerca a la rodilla a su
colega herido; cuando dieron las 6 y 10 los compañeros se despidieron,
Curimilma iría a buscar ayuda al destacamento para evacuar a Pilco,
lastimosamente aquel por ser nuevo en el sector se perdió en la selva, como
parte del GFE 27 había llegado castigado hace poco a Santiago y allí le
sorprendió la guerra.
En el Limonal no sabíamos nada, a las 9 de la mañana, con nosotros estaban
tanto el capitán Perez “Kaliman” y un subteniente Jaramillo que estaba recién
graduado de comando, llegó además un refuerzo desde el GFE 26 Quevedo. El
capitán Perez pidió autorización al mayor Burbano para salir a ver a la Jungla
lo que había pasado con Pilco pero el mayor no lo autorizó, cada cual debería
quedarse en su posición; al dar las 10:30 los peruanos atacaron por aire y
tierra, nosotros subimos al destacamento, allí por primera vez conocimos el
RPG, los enemigos dispararon desde la quebrada, el misil candente fue a dar en
la cocina con un estruendo horrendo y la destruyó parcialmente; abandonamos
precipitadamente el destacamento y fuimos a ubicarnos en nuestro puesto de la
Limonera pues allí estaban 6 morteros de 81 y 60; los peruanos desbordaron
sobre Teniente Ortiz y se posicionaron allí, todo el mundo buscó Refugio para
salvarse del ataque sorpresivo, hay que recordar que los peruanos bombardearon
desde los helicópteros como apoyo a la infantería.
Rápidamente ubicamos los morteros y empezamos a dar golpes sobre Teniente
Ortiz. A las 12 el destacamento había sido desalojado ya.
Al posesionarnos de nuevo en Ortiz, el capitán solicitó al mayor Burbano la
autorización para bajar a la choza para saber del destino de los compañeros
pero el comandante se negó otra vez. Yo fui a la Pica que daba al destacamento
y en la vía de aproximación me eché con la MAG lista para disparar; vi a
alguien subiendo de la quebrada, apunté y precisamente cuando le iba a arrancar
la cabeza de una ráfaga, reconocí a Curimilma que salía de la selva donde se
había perdido, era como la una de la tarde; por él nos enteramos sobre lo que
había pasado con el soldado Pilco; el capitán Pérez pidió de nuevo autorización
para ir a buscar a Pilco pero el comandante lo prohibió de nuevo; la gente de
Fuerzas Especiales decidió desobedecer, pidieron un guía, que fui yo y
emprendimos la marcha hacia la quebrada; encontré al soldado Pilco muerto, el
torniquete mal aplicado no sirvió para salvarle, estaba a unos 150 metros de la
choza; decidimos llevarlo, sacamos los ponchos de agua y les acondicionamos
palos como para construir una camilla, amarramos los ponchos y el cuerpo con
eslingas y emprendimos la carrera para evitar más bajas. Llevamos el muerto
hasta el batallón, sucede que en el pueblito “Peñas” en el río Santiago estaba
un sinnúmero de periodistas, era la noticia perfecta para ellos; se le hizo una
calle de honor, se disparó cada 50 metros...todos lloramos en su memoria. Por
el incidente de los periodistas se ha creído que el soldado Pilco es el primer
caído en la guerra pero no hay que olvidar a mi promoción el soldado Rosero, él
murió el día anterior mientras luchaba con la COE 21 en la Piedra; su cuerpo
solo salió en huesos un año más tarde cuando se pudo rescatarlo, lo velamos dos
días.
El 29 de enero de 1995 conversaba yo con el cabo Honores Guanga a quien le decíamos
“Maradona” por su parecido físico, también jugaba él bien al fútbol, decía él
sobre el arma que si no engancha, el helicóptero nos mataría, yo le respondí:
“aquí no hay refugio mi cabo”, si él fallaba seríamos aniquilados, de mi
experiencia yo sentencié: “Malo es estar en arboles grandes o en lomas, esos
son los sitios preferidos para esconderse y es adonde disparan sus misiles los
peruanos” ; hablando así, serían las 10 am, le proponía yo al cabo Honores que
deberíamos todos mejor buscar bejucos, amarrarnos con ellos y tirarnos al
barranco si es que él fallaba, al fin nos quedaríamos a la mitad de la
quebrada, en eso empezó a sonar el motor de la aeronave enemiga, la gente
corrió , el helicóptero elevó la cola para disparar a los árboles grandes como
yo había predicho, Honores disparó, el misil del IGLA bajo unos dos metros y
luego remontó y fue a pegar a la aeronave en el rotor y ésta comenzó a girar,
esperaba yo que caiga como en las películas con una explosión brutal; un
helicóptero más pequeño acompañaba al grande pero al ver el derribo éste fugó
rápidamente de la escena salvando su integridad; “le bajamos al helicóptero”
nos dijimos felices con el cabo Honores, nunca más entraron los helicópteros
peruanos a Teniente Ortiz.
El 27 de febrero llegaron para una evaluación los sicólogos, llegó también
el general Moncayo, para entonces ni el 26 Quevedo ni yo como Iwia habíamos
salido de vacaciones, se nos dio la disposición de patrullar de Teniente Ortiz
a Etza por la Pica Global, me dispusieron que sea guía pues conocía bien el
sector; emprendimos el camino no sin que antes yo les advirtiese a los demás
que caminen sobre mis pasos ya que podríamos cruzar por algún campo minado.
Caminaba yo 100 metros por delante con la MAG, pasamos un pantano y luego me
recosté con la ametralladora, entonces se escuchó una explosión, el cuarto
hombre gritó: “Hijos de [[Editado por el sistema]] ayudeeen...hijos de [[Editado por el sistema]] ayudeeeeen”, ese cuarto
hombre se había volado la pierna pero las esquirlas le volaron parte de la
cabeza a otro quien murió al instante; debíamos ir al río para que el
helicóptero descienda, al llegar al sitio, el herido pidió agua, nos pusimos a
esperar la aeronave que evacue a ese herido grave, pasó más de una hora, le
dimos un cigarrillo y allí murió, el helicóptero nunca llegó.
El anterior no fue el único evento de ese tipo. El día en el cual el
teniente Diaz debía entregar el destacamento y salir con vacaciones, en cierto
patrullaje subió él a un tronco pero yo le dije que tenga cuidado ya que al
otro lado, al pie de ese tronco había una mina, el ignoró mi advertencia, luego
resbaló y fue a dar en la mina la cual le voló la pierna, un helicóptero lo
evacuó y pudieron salvarle la vida; lo volví a ver varias veces en los años
siguientes, en el ISSFA, en la Shell, siempre le decía que si me hubiese hecho
caso estaría de cuerpo entero.
Por el 29 de febrero llegó el comandante Grijalva junto a un oficial
superior, un gordito de Quito de apellido Machado que era de inteligencia, se
nos ordenó “Señores, vayan a patrullar a la Pica Global pues parece que los
peruanos se han posicionado alli. Iríamos con el recio teniente Alvarado, con
él éramos “uña y mugre”, él solía decirme entre que en serio y en broma:
“Indio, si corres te mato”.
Avanzaba ese día yo con la ametralladora MAG por la Pica cuando vi peruanos
haciendo guardia, pisé sin darme cuenta una mina que no detonó, pude ver en el
sitio a 5 peruanos, uno estaba sin camisa conversando arrimado a un tronco,
otro estaba dormido con el jockie tapándole la cara, el cabo Chumbia desde más
atrás me preguntó :¿que pasó?, le dije que los peruanos se habían posesionado
de la Jungla, por accidente pisé una rama lo cual puso alerta a uno de los
peruanos, le apunté con la ametralladora, Chumbia se asustó y se metió al
monte, el peruano me miró puesto de rodillas y apuntándole, se quedó helado, yo
nunca había matado a nadie jamás, entonces pensé en el soldado Pilco y dije:
“esta es mi venganza”, a 100 metros estaban los peruanos, el teniente Alvarado
llegó a mi lado y sin pensarlo dos veces se arrodilló y con el FAL le metió un
tiro a uno de los soldados peruanos, yo disparé al que estaba sin camisa a
quien se le abrió el estómago del rafagazo, gritó un ¡aaaaaa! agónico y fue
cayendo con las manos hacia arriba, el que estaba dormido fue alcanzado en esa
posición así, yo estaba impactado, era la primera vez que veía morir a alguien
en un combate, la primera vez que yo mismo mataba a alguien. Los peruanos
reaccionaron rápidamente, hay que recordar que Pachacutec era un destacamento
inmenso comparado con el nuestro, habían centenas de soldados allí, empezaron a
tirarnos golpes de mortero, los nuestros, quizás por el calor del momento
respondían también con morteros pero que caían muy cerca a nosotros,
afortunadamente el centro de la caída de los proyectiles en ambos lados era el
sitio donde habían estado los enemigos haciendo guardia; cuando volví al año al
sitio encontré una gorra completamente acribillada, llena de huecos.
El 9 de mayo nos enviaron otra vez a la Pica Global, ahora la consigna era
“prohibido disparar”, el proceso de paz estaba encaminándose, en Santiago iban
a celebrar a las madres, daban como las 6 de la mañana cuando entramos a
patrullar, era en pleno aguacero, mejor así, llegamos a la pica, ahora la yerba
estaba crecida, habían ramas caídas, por precaución dejé la ametralladora y
caminé unos 20 metros para inspeccionar la pica, encontré allí granadas
amarradas con una soga, saqué allí 4, les puse seguro y me las coloqué al
bolsillo, de pronto sentí que se me erizaban los pelos, mi mami que años atrás
había fallecido me hacía soñar cuando algo iba a pasar, le había dicho yo a mi
primo el peluquero: “Andy si me muero llévate mi cuerpo”, él me decía que me
cuide; volví, tomé la ametralladora y me metí en un hueco, de pronto vi a un
hombre que caminaba medio agazapado, estaba armado y equipado, nuestro oficial
más atrás fumaba tranquilamente un cigarrillo, estaba sentado en una Racal
tratando de dar el parte “sin novedad” pero no salía la llamada. El peruano se
aproximó apuntando con el fusil, yo estaba en plena vía, recordaba lo que había
dicho Grijalva que al soldado que disparase se lo mandaría preso, pero el
enemigo se aproximaba, y el no le debía explicaciones a Grijalva, sin problema
me metería unos cuantos tiros, le apunté al tipo y vi que detrás venían muchos
más, en el aguacero los uniformes son casi iguales, ¿son de verdad
peruanos...son ecuatorianos?, no podía yo gritar, ¿que hago?, si apunto al
primero, me mata el segundo, si mato al segundo, me mata el tercero o el
primero, al fin el puntero hizo la señal de alto, se metieron todos al monte,
irían a disparar a mi patrulla que venía atrás, lo harían en ráfaga, ese mismo
hombre me divisó, apuntó en mi dirección, nos miramos brevemente y le metí un
tiro en la frente, ese valiente cayó como un hombre sin decir un solo !ay!; se
llamaba Wilmer Sánchez enseguida la MAG se trabó, estaba perdido, de atrás el
teniente disparó un cohete LAW, los peruanos mandaron su potencia de fuego,
nuestra patrulla se volvió al destacamento y desde arriba atacaba con todo lo
que tenía pero yo estaba entre esos dos fuegos, la MAG no volvió a disparar .
En medio del tiroteo recordaba yo la historia que me habían contado que los
peruanos a uno de los nuestros que tomaron prisionero le colgaron, cortaron los
dedos y alancearon, yo me dije que no caería vivo, preparé 4 granadas y el
cohete LAW para volarme con ellos, así estuve hasta las 2:30 de la tarde,
entonces alguien gritó desde atrás, era el teniente Alvarado que estaba
buscándome para rescatarme, salí corriendo con la ametralladora recogiendo
todo, “después me descuentan” decía yo para mis adentros (ese era el permanente
discurso que nos metían en la cabeza), el oficial me dijo allí “Indio [[Editado por el sistema]]
porque te quedas”, esa frase de mi “yunta” estaba llena de adrenalina;
emprendimos la salida, mientras retrocedía el uno, el otro daba seguridad.
Como yo estaba con el cohete LAW ya armado, 200 metros atrás , me resbalé y
caí de espaldas golpeándome el cráneo y quedé inconsciente, me desperté luego
de una hora, el oficial de inteligencia Machado llegó al destacamento y me
mandó llamar, fui con la ametralladora : “¿Ud es el que hizo la guerra?...
Soldado mamarracho...usted está con la baja” yo le quede mirando y tiré delante
de él la ametralladora y le dije, “ahorita Ud me da la baja, no mañana, ahora
mismo Ud me da la baja...”, allí estaba el capitán Fidel Araujo quien me dijo:
“tranquilo soldado”, el mayor Machado me ordenó que me vaya en bote al
batallón, el río estaba crecido, yo estaba golpeado y nada había comido, el
mayor se fue en carro y yo en bote en la obscuridad.
Al llegar al batallón el festejo por el día de la madre seguía, mi
comandante al verme llegar me dijo “Ve a ver a tu mujer...no te preocupes
mañana hablamos...yo soy tu comandante, el otro es un oficial de Quito” .
Al día siguiente me entregaron la ametralladora HK, venía con 1500
cartuchos, me ordenaron ir otra vez en el bote al destacamento pues llegaban 3
helicópteros, venía el General Paco Moncayo; estaba yo dispuesto a todo, había
“roto” el alto al fuego; en la formación el general Moncayo gritó: ¡cual fue el
soldado que le mató al peruano!, yo estaba con el uniforme viejo, roto, sucio,
alguien gritó “el soldado Andy”; ¡ venga soldado! ordenó el general y me dijo
ante todos: “Bien soldado”, me dio un fuerte abrazo y dijo que todos debían ser
como yo, entonces pidió que le presenten el informe para que reciba la
condecoración Cruz de Guerra.
En 2005 fui enviado a Esmeraldas a hacer un curso de desminado humanitario.
De la caída de 1995 tengo lesionada la columna y uso lentes desde hace 23
años, la junta de médicos me calificó con el 60 por ciento discapacidad.
Un día me enteré que me habían dado un encomio Solemne. De la condecoración
Cruz de Guerra jamás tuve más noticias. Curimilma fue condecorado por los
eventos suscitados en Teniente Ortiz.
Johan Andy Calapucha trabaja actualmente como guardia de seguridad en Quito.
PASES DE RENDICION PARA SOLDADOS PERUANOS
Este tipo de avisos dejaban los soldados ecuatorianos en trochas, cotas
y quebradas e incluso en recipientes de refresco que seguían la
corriente de los ríos en el Cenepa;
el de la foto fue recogido
por soldados del Batallón de Infantería de Paracaidistas (BIP 39)
¿alguna vez alguien hizo uso de un salvoconducto semejante?, ¿dónde lo
encontraron?
UNA FOTO CON HISTORIA por el TCRN Pablo Benalcazar (GFE 24 Rayo) ejercito del ecuador
Al llegar a Tiwintza miro una fila de cuerpos de nuestros soldados,
estaban envueltos en plástico; abro uno de ellos y me quedo congelado:
¿que te pasó hermano?; busco con desesperacion en su uniforme las
heridas que le quitaron la vida, entonces en su bolsillo encuentro un
rollo fotográfico. Gonzalo fue el único que no salió en esta foto, él
nos la tomó cerca a Base Sur en los cruentos días de inicios de febrero
de 1995 en los cuales matar o morir eran dos opciones inexcusables. Luego de la foto le notaba desmejorado, lo mandé a evacuar a Coangos y ahora lo veo ¡muerto en Tiwintza!
Las preguntas siguen ahí, ¿porqué no responderlas?
1.-¿Que día tu país le declaro la guerra al Perú? 2.-¿Cuales fueron tus objetivos políticos-militares en el Cenepa?..como paras repitiendo como loro que ganaste...enséñanos que ganaste? 3.- ¿Si tenían control total de tiwinza por que no se llevaron a sus muertos?
Sencillas ten el valor y el coraje, yo se que puedes.
Comentarios
TESTIGO DE UN DERRIBO(Perú)
testimonio de Rolly Reyna (periodista del comercio)
el 29 de enero 1995 Rolly Reyna, un fotógrafo de El Comercio, captó la imagen que resume el último conflicto bélico en que participó el Perú. Esta es su historia
+
“Yo iba sentado al lado de la ventana del helicóptero, mirando todo a través de mi cámara. Los militares nos habían dado la seguridad de que no iba a pasar nada. De pronto, veo que unas luces salen del monte, entran al encuadre y se van contra otro de los tres helicópteros peruanos que estaban en el aire. Empiezo a disparar (tomar fotos) ya sin poner el ojo en la cámara. El artillero de mi nave gritaba “¡Son misiles! ¡Son misiles!” mientras respondía al ataque. Todo se sacudió. Así fue cómo capturé el momento en que el misil ecuatoriano le pegó a la nave peruana.
Para mí, estar ahí fue producto de una cadena de suerte. Casi todo el año anterior me lo había pasado entre el laboratorio, donde trabajaba revelando fotos, y haciendo algunas comisiones cuando los fotógrafos mayores de El Comercio no podían. Había visto el derribamientos de avionetas de narcos, la destrucción de pistas clandestinas en el Huallaga, viajé al Vraem cuando nadie iba.
Yo fui a esa comisión con Alí Alava, jefe de la sección Locales, quien también conocía bien a los militares. Estábamos juntos cuando –antes del ataque– los cuatro pilotos peruanos nos repartieron a nosotros y a un grupo de soldados en sus naves para realizar el ejercicio en el que finalmente perdimos un helicóptero. Aún recuerdo el alivio que sentí cuando vi a Alí con vida. Tras eso, fuimos tomados como prisioneros por los PM cuando se dieron cuenta de que no debíamos estar ahí. Durante dos días escondí el rollo de la cámara en un hueco en la caja de misiles en la que dormía. Hasta que nos fugamos. No le dije a nadie que había tomado la foto, ni siquiera a Alí.
Ya en el Diario nadie sabía qué hacer con la foto. Se trataba de un tema de seguridad nacional y era delicado. En la foto nos atacaban y además había sido tomada por un civil. Hasta Alberto Fujimori participó del debate. Finalmente, la foto salió, pero sin mi crédito. Imagínate lo difícil que es que tu mejor foto no lleve tu nombre. Pero valió la pena, esa imagen inédita, que da a conocer a nuestro último héroe en combate, me permitió dejar de ser el chico que revelaba las fotos. El propio Alejandro Miró Quesada Cisneros ordenó que me volviera fotógrafo de El Comercio. Mucha gente dice que la empresa en la que trabaja es su segundo hogar, pero para mí El Comercio es mi casa, pero mi casa de verdad. Yo aprendí a ser fotógrafo acá, he dormido acá, he hecho mi vida diaria acá. Llegas a sentir que este lugar es tu casa cuando la estructura no te manda, si no la gente que ha dejado esa mística acá y que tú te sientes obligado a repetir o imitar”.
EL ÚLTIMO GRAN HÉROE
El mayor Luis Alberto García Rojas (1963-1995), el aviador del Ejército nacido en Chiclayo que murió durante el conflicto con Ecuador, debió esperar más de dos décadas para que el país que defendió desde su helicóptero reconociera su hazaña. Su viuda, Julia Panta, no cesó hasta lograr que se honre su memoria. El momento del ataque fue captado por el reportero gráfico de El Comercio Rolly Reyna y gracias a esas fotos, en el 2006, el Congreso lo declaró héroe nacional. Pero recién en el 2017 sus restos fueron trasladados a la Cripta de los Héroes en el Presbítero Maestro. Hoy descansa junto a Grau y Bolognesi.
fuente el comercio 4 /5/2019
foto izquierda La foto que tomó Rolly Reyna resume lo que ocurrió en el conflicto del Cenepa y su increíble historia fue llevada a El Comercio llevó a sus lectores.
foto derecha periodista rolly reyna
COMBATE DE LA CRUZ
13 de febrero de 1995
Del libro "De la Cruz al Trueno"
Para la memoria de las armas del Ecuador y Perú
Por Jenner Baquero
Luego del ataque a Base Sur, a inicios de febrero de 1995, una parte de los hombres del BC 19 Comandante Espinar fueron a Uracuza (Base de la FAP), allí fueron abastecidos para su reposición; al día siguiente se les unieron más soldados con el comando Alatrista quien llegaba a la base con los comandos: Jesus, Rolando, Israel, Calle, Molina, Huertas y otros; todos jefes de patrullas que llegaban con su gente de combate. La patrulla del Capitán Marko Jara (Marte) muerto de un tiro en la frente y otro en la pierna en el sector de Base Sur pocos días antes, tenía ya 3 bajas al menos, a ello había que sumar los heridos y evacuados por esquirlas, por lo cual debió ser reorganizada, algunos de los hombres pasaron a reforzar la patrulla del actual general Castañeda cuya chapa de combate era "Rubén".
El Grupo de Fuerzas Especiales 25 del Ecuador, al inicio de la guerra había sido destinado a las trincheras en la provincia del Oro en la platanera llamada "La Victoria"; allí hicieron entrenamiento constante antes de embarcarse hacia Macas y Patuca para finalmente ser destinados al sector de Coangos donde soportarían frecuentes bombardeos de la aviación peruana.
En Uracuza, Perú, después del 10 de febrero, por la tarde, los comandantes Bazalar (Papilon) y Alatrista arengaron a los hombres a cumplir una importante misión: sabotearían el helipuerto de Coangos, importante base que aunque estaba en territorio ecuatoriano, era utilizada para hostigar a las fuerzas peruanas que operaban en el Cenepa. Los helicópteros fueron abordados por los combatientes del BC 19; el rumbo que tomaban era el Puesto de Vigilancia número 1, los soldados iban apertrechados con M-16, LG, MGL, lanza granadas múltiple entre otros, todos UDEX con sus Explosivos C-4 y Fíes X además de visores nocturnos; a los hombres del 19 se unían 2 pelotones FOES de la Marina
Cerca a PV1, ronroneaban pesadamente los helicópteros llevando a la misión a los hombres del Batallón de Comandos cuando súbitamente debieron las aeronaves bajar al ras de la selva por haber aparecido en el cielo amenazadoramente naves ecuatorianas; existía el peligro de derribo; 10 minutos más tarde sin embargo estaban descendiendo sin novedad en el puesto de vigilancia, base que estaba bajo el mando del Crnel. Chiabra, el oficial responsable del teatro de la guerra quien más tarde sería nombrado Ministro de Defensa.
Los soldados destacados en PV1 debían permanecer en sus trincheras debido a la posibilidad de un ataque aéreo o de artillería de las fuerzas ecuatorianas, aún se vivía un peligro inminente, días atrás varias aeronaves peruanas habían sido derribadas en el valle.
Los jefes de patrulla del 19 tomaron el mando y los hombres comenzaron el desplazamiento hacia el interior del Cenepa, llevaban solo lo preciso: municion, granadas y explosivos, era la segunda semana de febrero. La caminata por la jungla nubosa los llevó por trochas enfangadas e irregulares bañadas con lluvias intensas; la ruta contemplaba Cueva de los Tayos y la Y torciendo para el oriente hacía Coangos; encontraron en el trayecto tropa peruana ya posicionada en el área, eso les daba seguridad, muy cansados por el trajín y la tensión descansaron en un sector asegurado por el Batallón de Infantería de Paracaidistas 61 (BIP 61); la tensión del momento y las circunstancias no les permitían conciliar el sueño; prepararon los visores nocturnos ; debían sabotear Coangos por la noche, los probaron, nada se veía en la jungla espesa; complicado atacar así, difícil organizarse en ese terreno por la noche; los ecuatorianos que estaban en el sector podrían detectar la infiltración y causar estragos en el BC19, ellos conocían el terreno muy bien; talves por ello, se cambió de estrategia; el ataque sería más bien de día.
En tanto, más arriba, en Coangos, el mayor Hidalgo del GFE 25 ultima con sus hombres los detalles para el patrullaje de inspección de líneas telefónicas tendidas hasta Base Sur; uno de los comandos, el cabo Caicedo alias "Chichobelo" le dice al cabo Walner Ortiz: "Batea...por cualquier cosa lleva casco"; Batea lo rechaza; como van cargados con el doble de granadas y provisiones para 3 días prefiere solo ir con un jockie; al fin, la patrulla de 14 hombres se pone en camino hacia la Base Sur, el cabo "Batea" regresa se integra a sus compañeros con el casco en la cabeza; esa decisión le salvará la vida más tarde.
Como no atacaron por la noche, el nuevo plan del BC 19 tomó la siguiente forma: dos patrullas subirían hasta la parte más alta del cerro desde donde se divisaba Coangos; las otras, dividirían tareas como posicionarse en sitios estratégicos de posible aproximación de las fuerzas ecuatorianas que podrían reforzar a Coangos o serían patrullas de ataque.
Las dos patrullas mencionadas que subirían el cerro llevarían los RPG de las otras patrullas, Mag, MGL y API, ellas debían acercarse a Coangos, descargar todo el poder de fuego y provocar el mayor daño posible a esa base y a sus defensores; las otras patrullas estarían encargadas del apoyo; dos más desbordarían para cerrar posibles puntos de fuga de los ecuatorianos.
En la tercera patrulla del BC 19, la denominada "Ruben" estaba el sargento especialista reenganchado Ernesto Mendoza; mientras marchaba al ataque por la mañana, recibió junto a sus compañeros la señal de detenerse; era el 13 de febrero; las dos patrullas primeras habían detectado que un piquete ecuatoriano de fuerzas especiales bajaba por una trocha; dejarían que el grueso de esa patrulla llegue al punto de aniquilamiento y las destruirían.
Mientras tanto catorce hombres del GFE 25 bajan tranquilamente por la trocha, transitan por una pequeña pendiente llena de árboles, lodo, raíces y ramas espinosas, van peligrosamente al filo de una quebrada; el sitio es conocido como "La Cruz" a un kilómetro en línea recta desde Coangos, los soldados llevan toda su dotación, una mochila que pesa al menos 50 libras está llena de comida, equipo y cigarrillos para los hombres del subteniente Machado responsable por Base Sur; "Chichobelo" va de puntero; en un recodo, mira una sombra que salta por la trocha entre la espesura, le grita "Altooo", a la vez que levanta la mano como señal a su patrulla; ese momento, una ráfaga atraviesa su mano destrozándola; detona el misil de un RPG 7 levantando a Batea y haciéndole caer violentamente en el suelo; los hombres se ubican rápidamente con la cara muy pegada en el fango; en la selva vuelan miles de esquirlas que hacen picadillo las hojas y arrancan las ramas de los gruesos árboles; "Mueran monos conchesumadre"; el grito contrasta con el ruido de ametralladoras, granadas y RPG, no hay escapatoria.
Las patrullas peruanas Rolando y Leónidas están directamente enredadas en combate; las "pepas de 40 mm" volaban cruzando parabólicamente por la maraña hasta estrellarse en la vegetación mientras las esquirlas cortando las hojas buscaban atravesar la carne de los soldados; ecuatorianos; el sargento peruano Mendoza con sus compañeros tuvieron que desbordar porque no podían atacar en la posición en la que estaban por la probabilidad de aniquilar a las patrullas que estaban más adelante; fueron acercándose rápidamente a los ecuatorianos del GFE 25 emboscados y dispararon sus lanzagranadas; Mendoza reventó dos API, luego 6 granadas más con ángulo de tiro con el lanza granadas.
El emboscado cabo "Batea" en medio de la balacera se ubica detrás de un árbol y comienza a disparar sentado; la selva es un infierno de fuego y pólvora, se seca el sudor y entonces repara que el sudor no es tal; se mira el dorso, tarda unos segundo en reparar que está lleno de sangre: "[[Editado por el sistema]]...me mataron" dice para si; entonces, una granada explota cerca de él; las esquirlas se estrellan sobre las alimentadoras de su suspender; otras en cambio perforan su uniforme ingresando ardientes sobre la espalda; no siente el dolor por la adrenalina; mira a su alrededor con desesperación, allí, detrás de un árbol están 3 compañeros; Batea se arrastra para alcanzarlos; "Cuidado" le gritan haciéndole señas ostensiblemente; casi invisible está un hilo de nylon que activará una trampa que le podría costar la vida, se salva por un pelo.
Un peruano seguramente ha visto al mayor Hidalgo, comandante de patrulla y dispara un RPG para decapitarlo; los soldados Cusme y Andino saltan sobre el mayor echándolo al suelo justo antes que el misil haga papilla su cabeza; el ambiente se calienta por el tiro del antitanque que supera la temperatura del sol, Hidalgo se libra de morir achicharrado. A Batea le pegan un tiro en la cabeza pero el proyectil es detenido en gran manera por el casco, sin embargo se incrusta un pedazo de metal en el cráneo; está consciente aunque aturdido; el momento es irreal. El Capitán Toapanta grita a los emboscados "Lancen las granadas...las granadas"; los ecuatorianos aferrándose a la vida lanzan esas granadas hacia el lado de donde son atacados; mientras tanto el mayor Hidalgo es sacado de la emboscada por sus hombres; sería terrible que caiga prisionero o caiga muerto en el ataque.
El cabo ecuatoriano Joselito Herrera ante la orden de Toapanta dispara con rabia y lanza sus granadas sin saber si volverá a ver a su joven esposa y a su hijo; de pronto percibe que su body no está a sus espaldas; dos tiros le han arrebatado la vida al cabo Héctor Chica quien con Herrera cerraban la columna de marcha.
La patrulla ecuatoriana se divide en dos; los unos salen de la emboscada con el mayor Hidalgo, los otros se alejan del sitio reptando, pecho a tierra, la cara contra el piso para evitar que una bala o una esquirla les arrebate la vida; las piernas de Joselito Herrera sangran; rápidamente se palpa los testiculos; no han sido heridos pero sí las nalgas; aún así herido avanza arrastrándose; encuentra a Batea bañado en sangre en el hueco de un árbol; repara en dos perforaciones que tiene su casco; salen juntos del sitio; más adelante encuentran al cabo Carrillo, tiene una herida de esquirla en el pie; el sargento Velasco en cambio lleva heridas de esquirla en la espalda; aparece el soldado Cují, un guía nativo del sector quién va abriendo camino para ellos hasta Coangos.
Mientras tanto los atacantes peruanos caen en la cuenta de que seguramente los ecuatorianos pedirían apoyo; las patrullas reciben orden de replegar rápidamente por la posibilidad de un rocketeo de helicópteros de combate que fuesen a liberar a los emboscados; los hombres del BC 19 repliegan a toda carrera del sitio; saben que están vulnerables a un bombardeo que los puede diezmar.
El cabo peruano Cotrina de la Compañía C murió en el ataque, posiblemente por tiro de bala, quedó allí con fusi; el cabo Alata de la compañía Delta, compañero de Mendoza resultó herido de gravedad con esquirlas en la cabeza; en la adrenalina del momento corrió por sus propios medios hasta la Y donde fue atendido antes de caer desvanecido.
Según el testimonio de un cabo tirador de ametralladora MAG, peruano, hombre de punta, un charapa por la tensión del momento disparo sobre los ecuatorianos, antes que ellos entren en zona de muerte, eso les puso alerta salvándose de ser aniquilados.
Gracias al apoyo invalorable de los testigos del combate y elementos del GFE 25 y BC 19 en especial al Sgop. Walner Ortiz (Batea), SUBOS Joselito Herrera, SGOP Milton Davila y SO Ernesto Mendoza L entre otros.
A la memoria de los héroes del Cenepa: Cabos Cotrina (BC 19) y Chica (GFE 25)
1.-Que día tu país le declaro la guerra al Perú?
2.-Cuales fueron tus objetivos políticos militares en el Cenepa?..como paras repitiendo como loro que ganaste...enséñanos que ganaste?
3.- ¿Si tenían control total de tiwinza por que no se llevaron a sus muertos?
En vez de postear pavadas falsas...responde...si no dices que ganaron?
ENTREVISTA AL CRNEL. FELIPE BURBANO
Comandante en Tnte. Ortiz durante el conflicto del Cenepa 1995
Por Jenner Baquero
Llegamos a la casa de Felipe Burbano, tiene esta una decoración personal exquisita en donde confluyen elementos de los diferentes países por donde han pasado ambos esposos de edad mediana: Israel, Egipto, Chile, etc. La vista al antiguo aeropuerto Mariscal Sucre es impresionante.
“Jenner, te presento a mi General Cárdenas, ex comandante del ejército” me dice Felipe con voz grave de actor mexicano de la edad de oro. Es un privilegio entrevistarme con estos testigos de la historia.
Un olor a café y a pastel al horno domina el ambiente de hogar; nada de tensiones, parece que los conociese a los 3 desde siempre: Felipe, su esposa, y el General Cárdenas.
Jenner Baquero (JB). A que atribuyes el ataque del BIS 85 Ampama en Santiago, una región ajena al Cenepa, región del Ecuador que no estaba en disputa en 1995.
Felipe Burbano (FB). A inicios de enero de 1995 Tiwintza no era aún importante, los helicópteros artillados del Perú nos bombardeaban en Santiago con dureza, a la época no nos llegaban ni siquiera los iglas para defendernos. Recuerda un precedente además, el General peruano Mercado Jarrin había sostenido décadas atrás la tesis de la negociación a través de la prenda territorial, esa prenda seria Teniente Ortiz.
JB. Por qué Ortiz?
FB. Porque no había hito allí. Quizás lo hubo alguna vez pero desapareció con el tiempo. Luego del conflicto de 1981 y con el Pacto de Caballeros se puso un árbol en el sitio, el un lado era del Ecuador y el otro del Perú...el árbol era solo una referencia nada más. Bueno, por eso preferían tomarse Tnte. Ortiz dado que para Soldado Monge estaban limitados (difícil acceso por el río Yaupi). Desde Cuzumasa, Ortiz en cambio estaba en línea recta.
JB. Con el grado de Mayor fue tu primera experiencia en Santiago?
FB. De ninguna manera, conocía yo desde Teniente hasta Capitán ese Batallón pues había pasado un buen tiempo militando en el sitio. Entrábamos en avión en ese tiempo pues el BS 61 no pertenecía a Patuca sino a la 17 (Pastaza) por los aviones y helicópteros que había. Cuando ya de Mayor llegué a Santiago ya había carretera...una carretera “hecha pedazos” pero por lo menos ya llegaba cerca de Monge, a Ortiz era imposible porque se requería de un puente o lanchas.
JB. Llegaste de Mayor con pase de guerra o cómo orgánico.
Como dije previamente, Felipe ha invitado a un personaje clave en nuestra conversación, el General Cárdenas quien durante la Guerra del Cenepa se desenvolvía en la DIREL de Quito.
General Cardenas (GC). Felipe de teniente era orgánico, pero en el 95 llegó a Santiago con su pase de guerra.
FP. Fui de Mayor de primer año.
JB. Primer año de academia de guerra y te dieron el pase...
FP. Efectivamente. En diciembre de 1994, entonces habían ya escaramuzas con los del 26 Reforzado.
GC. Desde Noviembre de 1994 se empezaron a reforzar las bases del Cenepa con gente de Gualaquiza y los del 26 Quevedo fueron allí a principios de diciembre.
FB. Un día de diciembre nos hicieron formar a toda la Academia de Guerra, primero y segundo año: “Oñate” que era más antiguo, luego seguía yo...
JB. Pila...
FB. Los de la promoción de mi General Cárdenas estaban al mando en todo el pais.
JB. Eran Teniente Coroneles?
GC. Si, Teniente Coroneles.
FB. Pila estaba en el Estado Mayor de la Brigada de Selva 21 Cóndor en Patuca...él le iba a supervisar a cada rato a Hector Benavides (comandante del BS 61 Santiago), si haz de haber oído al respecto.
JB. Conozco esa historia je je.
FB. Por allí había unas broncas pero yo no sé mucho de eso pero creo que si es que soy el comandante del batallón...osea...¡yo soy el comandante pues!
GC. Lo que sucede es que la organización en esos momentos...va sufriendo cambios, por los pases, la gente que llega a veces es más antigua en diversas áreas...en el caso de Pila, él era de inteligencia, pero llegó (a Patuca) un más antiguo.
Al ser la “supervisión” al comandante Benavides un “poco” más que indecorosa, aquello casi llegó a las manos entre el probo comandante de Santiago y su “supervisor” en pleno conflicto del Cenepa (Nota del editor).
FB. Hector era comandante “nuevito”...
GC. Estaba solo dos meses en Santiago.
FB. Por mi parte yo conocía bien el sector por haber servido allí de teniente y capitán; hice dos veces destacamento en Ortiz, estuve en Soldado Monge; a Coangos nunca me mandaron porque era casado; siempre mandaban a los oficiales solteros, en helicoptero; a Ortiz íbamos nosotros en lanchas.
GC. Coangos es la parte más alta...
JB. Coangos está al otro lado verdad?
FB. Era parte orgánica de Santiago; después ya le mandaron a Gualaquiza.
GC. En el año 80-81 había una pica que iba de Cóndor Mirador a Coangos, esa pica se hizo con “castigados”.
JB. Osea “pécoras”
GC. Con ellos se hizo la pica...mandarse semejante pica desde Cóndor Mirador...¡era cosa seria!
JB. No me imagino, acaso seguían la ruta Cóndor Mirador- Cueva de los Tayos- Base Sur- Coangos?
GC. No, la pica iba por las partes altas.
FB. Por Tambo 1, Tambo 2, desde Gualaquiza, por las partes altas, no conocí mucho esa pica.
JB. Cosa seria.
FB. Verás, yo tuve una anécdota, en la 17 estaba de comandante mi General Ricaurte, yo era teniente...
JB. Espera, tú eres de fuerzas especiales.
FB. Claro, comando, paracaidista, tengo cursos en Brasil, curso de GEO, mi hijo también es de fuerzas especiales casualmente.
JB. Perfecto, continúa.
FB. De teniente entrábamos en la “machaca” (un tipo de avión) a Santiago, era yo casado y tenía un hijo. En esa época hacíamos nosotros, 2 meses de destacamento, los peruanos hacían en cambio al menos 6 meses. Bueno...yo llego de teniente como te dije a Santiago, el comandante de Cahuide (Peru) se ha pegado los tragos, agarra la .50 y “tac, tac, tac”... “paca, paca, paca”, los tiros a Soldado Monge.
GC. Era por 1984
FB. Santiago quedó en alerta roja, el comandante del Batallón me dijo “Burbano...prepare una patrulla”, yo era el único de fuerzas especiales en el sitio. Ordené a varios clases que viniesen conmigo para averiguar lo sucedido y en cualquier caso, atacar a la fuerza enemiga. Cogimos la pica y llegamos de madrugada bordeando Ortiz a Monge.
GC. La carretera actual se basó en esa pica.
FB. No, iba de Santiago a Soldado Monge pues ese destacamento está frente a Cahuide desde donde el comandante peruano disparaba la Punto Cincuenta.
JB. Ok, entendí, sigamos...
FB. Santiago estaba en alerta roja, te había contado que fui por la noche a Monge con un grupo de voluntarios (tropa). Cuando llegamos por la madrugada, como a la una o dos de la mañana, ese man seguía disparando; el ambiente permitía percibir el olor a trago; esperamos a que amaneciera pues no creí conveniente atacar sin antes averiguar lo que sucedía, de todas maneras me comuniqué por radio con Santiago: “Mi coronel Pacheco...¿qué hago? a lo que contestó: -Aguante hasta recibir nuevas órdenes-
Al otro día desayunamos y emprendimos la marcha porque del otro lado del Yaupi es nuestro también; nos encontramos con un peruano a quien le preguntamos: “Oye...que pasa ve”, a lo que él contestó: “Es que al comandante no le han relevado por meses y anda...”, pero nosotros estábamos en alerta...no solo Santiago ¡sino la misma Shell!, seguíamos conversando con el peruano:
-Y cuál es tu comandante?
Pues mi teniente (o capitán dijo) Martinez.
-Martinez...un enano nomas?
Siiiii
-Es así, asado y cocinado?
Siii
Sucede que con él había hecho yo el curso de comandos en Brasil. Bueno, entonces le despiertan al man, que el ecuatoriano Burbano quiere hablar, los peruanos dijeron señalándome: “solo él pasa”, yo me saqué el suspender por si acaso me quisieran tomar prisionero o algo. Martinez me vio, nos reconocimos, y él dijo: ¡que fue hermano!, nos abrazamos, entonces empezamos a caminar por todo Cahuide...
-Hermano, que pasa pues?, por que disparas?
No nos relevan hermano
Como ves, no tengo conmigo radio para avisar que no pasa nada...
Entonces mandémosle al sargento...
-No, voy yo...
Entonces me dejó ir, pero me habré tomado unas 10 siquiera...
JB. Ja, ja, ja
FB. Mis hombres han estado diciendo: “Le cogieron preso a mi teniente”, entonces salí yo y volvimos a Soldado Monge, llegué tambaleándome a darle parte al comandante:
Mi Teniente Coronel...ha sido mi compañero del curso de comandos...
Vaya nomas Burbano, regrese...¡saque información!
JB. Ja, ja, ja
FB. Volví a Cahuide y...trago por aquí, trago por allá
-“Oye hermano, solo trago me das, dame algo para comer pues”...Entonces conocí la cocina...
-Y que es esto de aquí...y esto de allá?
En fin, conocí todo, afortunadamente no llegó a mayores.
JB. En el Perú hablan de los veteranos de 1978...hasta este día no se que sucedió con el Ecuador es ese año.
GC. La postura del General Mercado Jarrin de la prenda territorial...en esa época hubo un incidente por Cóndor Mirador...murió un Teniente Quevedo...
FB. Vamos a ver unas fotos, venga mi comandante Cárdenas por favor...Aquí estoy...yo fui compañero del Eduardo Vergara en el curso de comandos, él era teniente y yo subteniente...aquí, Ernesto Gonzales, Jacome...Juanito Jacome, compañero de él, Eduardo Vergara Barros, William López, un compañero, Villegas...y así, entonces son un montonzote...en total fuimos 24 oficiales en el curso de comandos y de mi promoción me gradué solo yo, saqué la primera antigüedad, me dieron esto de premio, y una pistola.
JB. Déjame tomarte una foto del anillo por la primera antigüedad...acomoda la mano...eso..ya.
FB. Mira esta foto de aquí...
JB. Y ese helicóptero caído?
FB. Me regaló el observador chileno, es el helicóptero derribado con el IGLA disparado desde Tnte. Ortiz.
JB. Y este documento?
FB. Es un listado de los que tenemos...
GC. Encomio Solemne
FB. Está en orden alfabético: Benavides, Vergara Barros Eduardo, Burbano Martínez José..total somos 38 oficiales...
GC. Esto hay que ir entendiendo, en el conflicto, no es solo una unidad la que está al frente, mucha gente se movilizó...
JB. Volvamos a la foto del helicóptero, como la conseguiste?
FB. Después de 45 días en la zona de conflicto en el 95, nos dieron 8 días de descanso, cuando llegamos allí en camión, nos hicieron llenar unos documentos, estaban en Patuca los de la MOMEP, alguien dijo “Ese es el héroe de Ortiz”, un oficial que estaba haciendo deportes se acercó y dijo:
-Ud es el de Ortiz?
Si
-Vendrá a conversar, yo me voy a dar la vuelta, a las 5 de la tarde más o menos
Era un Coronel, porque los de la Momep eran puro coronel nomás, verdad mi General?
GC. Así es.
FB. “Entonces Ud a las 5 de la tarde me ve y se me acerca...yo le voy a dar un buen recuerdo”, nada más me dijo. A las 5 me acerqué, él me dio la foto diciéndome:
-“Tome este recuerdo, yo le tome desde el aire...no dirá mi nombre nomás...pacto de caballeros”.
“A su orden mi Coronel”
Por esperar el “recuerdo”, perdí mi vuelo de regreso, debí esperar hasta el día siguiente porque no se podía volar más allá de las cinco de la tarde. Para entregar esa foto, la amplié yo...
GC. En 1981 hay un caso similar...
FB. Este certificado me dio Héctor Benavides y tiene la firma del Mayor Pacheco; mi pase de guerra fue a Patuca, de allí nos destinaron a Santiago, yo era alumno de la Academia de Guerra aún.Desde el 81 nos venían siempre recalcando aquello de La Prenda Territorial, La Prenda Territorial...
GC. Es que esa era la tesis...
FB. El único destacamento que querían los peruanos como prenda, era Teniente Ortiz.
JB. Felipe, como llegaste a Santiago en 1995?
FB. De la Academia de Guerra nos enviaron a Patuca en “Búfalo”, íbamos Mayores de primero, segundo año y capitanes que hacían el curso avanzado.
JB. Quien les recibió en Patuca?
FB. Mi General Moncayo, él dispuso además: “Tanto van por aquí...tantos por allá”...”Burbano...a cubrirse de gloria en Santiago”, nos iba nombrando uno por uno, entonces nos fuimos.
JB. Como fue en Santiago.
FB. El Mayor Benavides (comandante de batallón) formó la plana mayor con los 4 que éramos más antiguos, pero luego preguntó si alguno conocía el sector, yo le dije que lo conocía bien, prácticamente más que él porque él era nuevo, además sabía yo cuál era el problema de Tnte. Ortiz, había en el sitio una loma, imposible que nos sacaran del lugar, sabía la situación de Soldado Monge, allí hay un río, un obstáculo difícil de pasar.
JB. Cual fue la decisión de Héctor Benavides entonces?
FB. Al Mayor Sáenz le mando a Remolinos, a mi me mandó como Comandante del Sub sector, a cargo de los destacamentos Monge y Ortiz. Al otro día desayunamos y salimos. En Soldado Monge nos reunimos un montón de oficiales. Fui a verificar la situación en el sitio; casualmente acabo de ver una foto en tu Facebook, te ha dado el Vizcaíno, es de cuando yo recién llegué...no tenía yo esa foto.
JB. Vizcaino era capitán en ese tiempo, interesante historia.
FB. Veamos la foto...A ver...aquí está Marco Villacis...acá Vizcaino...yo soy el de aquí .
JB. Con bigote...
FB. Si, con bigote...acá está Ochoa, este de aquí...este de aquí no se quien es...no le ubico muy bien a esteeee...
JB. Borbua.
FB. Si este es Borbua...Bueno, sigo, por la mañana fui a ver la situación en Soldado Monge y me dije: “No pues...mejor aprovechemos y pasémonos a Teniente Ortiz más bien”, el camión me fue a dejar hasta Peñas, pasé el río Santiago y caminé más de una hora; el asunto es que como no teníamos experiencia en que debíamos llevar solo lo indispensable, fuimos cargados unas mochilotas...yo tenía incluso unos reglamentos que llevé de la Academia de Guerra para aprovechar estudiando...
JB. Ja, ja, ja
FB. Es que mire mi General Cárdenas, Ud sabe que en la Academia de Guerra uno debe estar preocupado por sus estudios pues. Eran un montón de reglamentos...de operaciones. Tres o 4 meses después las hojas terminaron en las fogatas de la selva para calentarnos.
Esto último lo dice Felipe como pensando en voz alta.
FB. Bueno...llegué a Tnte. Ortiz. El comandante era el Teniente Altamirano.
GC. El que hoy es General...
FB. No, él es Coronel ahora...fue piloto del ejército. Bueno, Altamirano me dio parte, aquí tienes un informe de la época.
JB. De que fecha hablamos?
FB. 26 de Enero de 1995 a las 13:00. Ese día fuimos con un ingeniero a minar. Fui también con un capitán Arellano y le dejé en el cerro Caputna...haber... allí estaba un oficial con 13 conscriptos; 4 voluntarios y 9 conscriptos en la posición del Hito del árbol... ( Felipe está leyendo en voz alta su informe)...mira lo que dice aquí: “Personal peruano de Chiqueiza nos invitó a jugar fútbol...Si sabía esto mi General?
GC. Que?...no creo.
FB. Siempre había no...en el Hito “El Árbol”...les habían invitado a jugar fútbol más tarde en la Cancha Internacional, entonces ellos me llaman a mi y me dicen “Mi Mayor...” ¡No! Les contesté, aún no había nada, no sabían que nos iban a atacar...nadie sabíamos absolutamente nada...mire mi general lo que dice este informe: “...El personal de Rojos insistía en invitar a nuestra gente para el ‘fútbol’, aquello era para tomarnos prisioneros en realidad. Verás Jenner que te estoy hablando del 26...porque yo llegué el 26.
JB. A que horas les invitaron?
FB. A las 4 de la tarde...
JB. Porque lo de Base Norte fue ese día a las 5:50...
FB. No había nada todavía. A eso de las 23:30 horas fue que recibimos un mensaje de mi General Cárdenas aquí presente...
JB. Por que prohibiste el fútbol?, alguna corazonada?
GC. Osea hubo indicios, yo era comandante de Guerra Electrónica...
JB. Ud. Era de Transmisiones?
GC. Si, claro. A partir de Septiembre de 1994 nosotros empezamos a tener elementos de alarma temprana, sabíamos desde la época los problemas que venían apareciendo. Ese día al que el Coronel Burbano hace alusión, nosotros habíamos recibido un telegrama tipo 11 de la mañana...disposiciones a los PV...
JB. Peruanos...
GC. Peruanos,
JB. Deben haber interceptado el telegrama encriptado.
GC. Si pero yo tenía bajo mi mando gente especializada, eran personas con larga experiencia en las redes peruanas, incluso 18 años...
JB. El nombre de algún voluntario? (Mi especialidad primera era transmisiones y conozco a varios clases).
GC. No solo eran voluntarios sino oficiales también; bien, un teniente Bravo me llama desde Latacunga diciéndome: “Mire mi Tcrn, tenemos un telegrama...con unos clases recabamos cierta información pero no podemos descifrar todo” entonces me fui a Latacunga a dirigir la operación. A las 2:30 uniendo esfuerzos logramos descifrarlo...
JB. De que fecha hablamos?
GC. Del 26 de enero; la Academia de Guerra les había permitido a ellos pasar la Navidad en casa y fueron introducidos el 26 de Enero...a la fecha nosotros ya veníamos descifrando un poco de cosas.
JB. Qué decía el telegrama aquel?
GC. Los peruanos disponían que se realice la invitación descrita pero...la idea no solo era retenerles sino distraer la atención, el verdadero propósito era realizar un ataque a los destacamentos...nosotros les dimos la información y allí se prohibió todo...claro, los peruanos insistían...Bueno, eso era Santiago, pero otras cosas acontecían en Gualaquiza, allí la situación era más compleja...
JB. Sabía de esto el General Moncayo?
GC. Claro que sabía pero él en ese momento no estaba como comandante del TOT, él estaba en otro nivel.
JB. Ud. General le conoce a Carlos Bolaños?
GC. Si, pero él estaba en El Oro en el 95.
JB. El fue mi Comandante en Loja, cierta vez tomó todos los telegramas interceptados y los arrojó a la basura diciendo que era imposible descifrarlos, me sorprende que Uds lo hayan podido hacer.
GC. Íbamos aprendiendo.
FB. Mi General, ustedes prácticamente nos dieron la hora en la que nos iban a atacar. Mira Jenner, yo le pregunté después al Teniente Altamirano sobre lo que él hubiera hecho en mi lugar: “Yo si me iba a jugar mi Mayor” me contestó...”Posiblemente yo si caía”.
JB. Ja, ja, ja
FB. A Adati le ordené esa noche: “A minar”, hay un riachuelo para llegar a Ortiz...y le digo: “del riachuelo para allá mina”, era ingeniero, él minó...todo ese personal con el que me encontré en aquella vez era excelente y profesional. Tu me dirás viendo las fotos ¿dónde están los voluntarios?, esa era otra época, no habían celulares, por allí andaba una cámara destartalada que se utilizaba para fotografiar los hitos cuando se patrullaba. Mira, en esta foto está un oficial que tuvo discrepancia con el mando, pidió la baja y se fue a los EEUU como capitán, allí lo recibieron como sargento y llegó a sargento mayor...participó en la Guerra de Irak.
FB. A las 23 horas de ese 26 de enero, el radio operador de Santiago llamaba insistentemente “Arenillas...Arenillas” que era mi nominativo, “les van a atacar”; mi general Cárdenas aquí presente es testigo, él tiene encomió Solemne del 81 y el 95.
JB. El soldado Pilco sabía del ataque?
FB. Claro, mandé a llamar a la “Jungla”, una vetusta cabaña, Pilco estaba allí de guardia y recibió la información; yo le dije “sal de ahí”, los peruanos mandaron poco después al sitio 4 o 5 tiros de RPG 7.
JB. Habías ido tú a la posición en aquellos días?
FB. Efectivamente, fui el día anterior a verificar esa posición...por eso te digo que nos invitaron al fútbol los peruanos. Yo conocía todo el sector afortunadamente ...y Dios estuvo siempre con nosotros, esa es la verdad.
JB. Sigamos con lo de Pilco...
FB. Él salió de la posición y se fue con sus compañeros...
JB. Hablamos de...
FB. Eran las 6:10 am del 27 de enero; los peruanos cruzaron el límite internacional y lanzaron un encarnizado ataque a “la Jungla”, Pilco fue herido en la femoral pero fue llevado hasta un lugar seguro pero murió desangrado, mira, el enfermero era “nuevito”, necesitaba plasma...
GC. En ese momento donde conseguir plasma!!!...bien complicado.
FB. Del destacamento al rio, por carretera era como una hora de camino, te digo solo caminando, para evacuarlo a Pilco se hubiesen requerido 4 hombres ...2, 3 horas de viaje.
GC. Y no había como meter medios aéreos....
FB...porque los peruanos los hubiesen bajado...
GC. Ellos tenían una gran cobertura aérea.
FB. Lastimosamente murió el soldado Pilco, a sus compañeros los mandé a volver al destacamento pues no me interesaba mantener esa posición...acuérdate que los nuestros eran solo 6, frente a toda la compañía enemiga, nosotros debíamos hacernos fuertes en el subsector, en el destacamento especialmente, en posición alta.
JB. Osea no te interesaba mantener la “Jungla”...yo estoy plenamente de acuerdo contigo, como yo veo las cosas, vale más la vida de los hombres que cuatro palos con un pobre techo...
FB. La “Jungla” era el hito, es inverosímil “defender” un hito.
JB. De acuerdo.
FB. Se debían defender las partes más importantes, por ejemplo...Tiwintza...
GC. Los puntos críticos
FB. Verás que el objetivo político fue Tiwintza
JB. Eso en el Cenepa
FB. Si, en Santiago, el objetivo de los peruanos no era tomarse Soldado Monge sino Tnte. Hugo Ortiz.
GC. La prenda territorial...
FB. Por eso decidí quedarme en Ortiz; yo podía quedarme en Monge, como era comandante ambos. Después mandaron otro Mayor al destacamento.
Sigamos, en Caputna situamos al capitán Arellano...si los peruanos se tomaban las partes altas nos sacaban “el sucio”; arriba Arellano cubría el flanco derecho con 15 hombres. El flanco izquierdo defendía el capitán Adati. Mira, si se tomaban Ortiz, allí se acababa todo, ya no había problemas con el Cenepa...era entonces a negociar.
Bueno, en conclusión nos defendimos muy bien; toda mi gente fue excelente: lo que hacían el oficial y los voluntarios hacían también los conscriptos; esa defensa la desarrollamos con 40 o 50 hombres apenas...de esos, solo estábamos 3 oficiales, algunos voluntarios, y el resto: conscriptos, todos buenos.
JB. Cuando entrevisté al Gral. Moncayo, como que se centraba más en el Cenepa que en Santiago, ¿a que atribuyen ustedes esa prioridad?
GC, FB. Porque Tiwintza se convirtió en objetivo político.
FB. En enero, sociológicamente todo el pais se enfocó en Tnte. Ortiz, fuimos los primeros atacados...pero atacados-atacados, nada de escaramuzas, el 27 de enero; los peruanos tenían dos compañías para ese ataque terrestre, eran del BIS 85, la una del un lado y la otra del otro; tenían que tomarse Ortiz a como de lugar.
JB. Una pregunta extemporánea quizás: cuál era tu misión en Santiago Felipe?
FB. Mannntener Orrrrtiz!!!
Cualquiera que escuche a Felipe Burbano por primera vez adivinará que fue oficial, él termina sus frases remarcando dinámicamente las palabras claves de su discurso. En algún punto de su vida él aprendió a hablar “de estómago”, esto para hacerse oír de lejos. Felipe tiene un gran carisma al conversar y aunque jamas sonríe, salvo cuando ríe estrepitosa e intempestivamente, no deja de tener un buen sentido del humor.
El General Cárdenas escucha atentamente realizando sendas acotaciones a algunas ideas principales de Felipe, su hablar es ligero, voz pausada, tranquila y baja; sus frases son cortas pero precisas; no cabe duda que el ejército hizo un gran trabajo con respecto al desarrollo intelectual de estos dos personajes, me refiero a la inteligencia interpersonal de Gardner. Para mi no solo es un gusto sino un privilegio poderlos entrevistar para el libro “De la Cruz al Trueno” y la sección “vida militar” que llega en las redes a gente desde Mexico a Argentina.
FB. Mi misión era a toda costa defender y mantener el destacamento Hugo Ortiz.
A partir de Agosto de 1941 el ejército peruano atacó los pobres, desolados, precarios y desabastecidos destacamentos ecuatorianos en la amazonia donde un puñado de mal comidos y mal vestidos soldados ecuatorianos (varios de ellos estaban allí como “castigo”) “defendían” las casuchas junto a los inmensos ríos; por cierto, regularmente para ingresar a esos “destacamentos” se requería ser trasladados en lanchas y motonaves ¡peruanas!
En 1941 las FFAA del Ecuador estaba en un estado calamitoso y absolutamente no operativas, esto, como consecuencia de las constantes luchas intestinas. El Perú en cambio tenía una formidable fuerza, considerada como una de las más importantes en Sud América a la época.
Los pequeños destacamentos ecuatorianos en Santiago, en la segunda parte de 1941 fueron fácilmente descalabrados y sus soldados, excepto los indígenas y algunos “suertudos” que se salvaron de la muerte siendo tomados prisioneros o por haber escapado antes del combate; cuando al fin volvieron a sus ciudades de origen, demacrados, enfermos y “avergonzados”, la población decía de aquellos: ¿héroes?...los que corrieron a cobrar, los que murieron en cambio son los verdaderos héroes.
El 2 de Agosto de 1941, a sabiendas que una fuerza peruana impresionante destruía las posiciones ecuatorianas, el joven subteniente quiteño, guayaquileño de nacimiento, Hugo Ortiz, organizó la precaria defensa de Santiago con sus 12 hombres, muriendo a los 19 años (a días de cumplir 20) en el ataque enemigo. El Teniente Vinueza lo enterraría en “La orilla izquierda del Río Yaupi, a 20 metros y a unos 200 metros más arriba de la desembocadura del rio Santiago” ( TCRN. EM. Carlos Cuvi en “Teniente Hugo Ortiz Garcés, Héroe Nacional” ) Años después se fundó o refundo un destacamento con su nombre, el cual pervive hasta estos días y es del cual se habla en esta entrevista.
La arrolladora máquina bélica peruana avanzaba victoriosamente por todo el territorio ecuatoriano, esto, hasta el 7 de diciembre de 1941 cuando Japón al verse imposibilitado de acceder a los combustibles fósiles y otros medios energéticos decide atacar a los EEUU buscando destruir la flota del Pacifico de su potencial rival.
Es de conveniencia de los Estados Unidos a partir de 1941 mantener un frente unido ante su entrada en la SGM frente al eje, ante lo cual forza un arreglo “de cualquier manera” al conflicto Ecuador Peru, no le interesa en absoluto una mediación “justa” sino “rápida”, argumentando la libre determinación de los pueblos para la defensa de sus fronteras, algo así como : “si no quieres que te derroten...entonces defiéndete por ti mismo”, nada de “panamericanismo” o “buena vecindad” como pretexto a la inactividad y falta de preparación ecuatoriana como lo refiere Tovar Donoso en su libro “El Protocolo de Río de Janeiro”.
En 1995 el Ecuador no está dispuesto a revivir la humillación de 1941, entonces ninguna “prenda territorial” es admisible.
Segundo Frente
El gobierno sigue ocultando la presencia de tropas ecuatorianas en la confluencia de los ríos Yaupi y Santiago.
El coronel Raygada: preocupación por el silencio oficial.
Zona Caliente
El puesto ecuatoriano Nuevo Teniente Ortiz está en el territorio peruano que fue materia del Pacto de Caballeros de Torres y Torres Lara. El puesto Etsa está fuera de esa zona, pero en territorio que Ecuador reclama como suyo. El Pachacútec peruano ha sido destruido, según los ecuatorianos.
INFORMACIONES divulgadas en diversos medios de comunicación en días pasados, afirman que se han producido ataques y/o se han visto patrullas ecuatorianas cerca del puesto peruano de Ampama, que está en la margen derecha del río Santiago, a unos 30 kilómetros de la frontera.
De ser ciertas esas versiones, estaríamos ante una profunda incursión ecuatoriana. Sin embargo, la política oficial es silenciar todo lo que ocurre en esa zona, que fue objeto del Pacto de Caballeros de Carlos Torres y Torres Lara en 1991, donde se habrían producido combates desde enero de este año.
El coronel (r) FAP Carlos Raygada es uno de los que ha alertado con más insistencia sobre la presencia de tropas ecuatorianas en la confluencia de los ríos Yaupi y Santiago.
"A mí me preocupa que el puesto ecuatoriano de Nuevo Teniente Ortiz o Falso Teniente Ortiz siga allí -manifestó Raygada a CARETAS-, porque no se ha dicho nada al respecto, no se ha informado si ha sido desalojado. Si permanece ahí es sumamente peligroso, porque estaríamos cediendo territorio".
"Lo normal es que los ecuatorianos no retiren sus puestos sino que los avancen", razona el coronel Raygada. "Si el Perú hubiera desalojado a Nuevo Teniente Ortiz, no entiendo por qué no se dice nada. Entonces mi conjetura es que todavía siguen allí, porque lo bueno no se oculta, eso es sentido común".
"Si Nuevo Teniente Ortiz y Etsa siguen allí habría que tratar de desalojarlos militarmente, al igual que se ha tratado de desalojar Tihuinza, Cueva de los Tayos y Base Sur. Si no se ha hecho, conjeturo que habría la intención de conceder o tratarlo en otra guerra, no entiendo. Encuentro incoherente actuar en un solo lado de la frontera y en el otro no", asevera Raygada.
El puesto de Etsa fue instalado en 1991, cuando era comandante general del Ejército ecuatoriano el general José Gallardo, hoy ministro de Defensa de ese país. En efecto, el Boletín 9508 del ministerio de Defensa Nacional del Ecuador, sostiene que el general José Gallardo "asumió el Comando del Ejército el 11 de enero de 1991 e inmediatamente estableció el destacamento de Etsa con el propósito de impedir las incursiones de personal militar peruano del destacamento Pachacútec".
El coronel Raygada, que en ese entonces trabajaba en el Comando Conjunto, recuerda que a raíz de la incursión de Etsa fue que se generó un incidente en julio de 1991. "Por el Pacto de Caballeros se acordó que Etsa se retirara a Nuevo Teniente Ortiz, fue un error de nuestra Cancillería porque se retiró de territorio peruano a territorio peruano", concluye Raygada.
El asunto es que hoy día parece que los puestos ecuatorianos Etsa y Nuevo Teniente Ortiz continúan en nuestro territorio. Es más, los ecuatorianos sostienen que han "borrado del mapa" al puesto peruano Pachacútec. A pesar de todo, el gobierno y el Comando Conjunto peruano guardan hermético silencio. Oficialmente esa zona no existe.
La semana pasada el vicecanciller Eduardo Ponce confirmó en una entrevista periodística, que el gobierno no tiene intención de tocar el tema. Preguntado sobre cómo se va a resolver el asunto de Teniente Ortiz, dijo "ese es un punto que no está dentro del área de enfrentamientos, dentro de la negociación diplomática y de la conducción de la política exterior. No sería prudente adelantar opiniones". (El Comercio, 4.3.95)
QUE SE QUIERE OCULTAR?
Al noreste de la Cordillera del Cóndor, en la confluencia de los ríos Santiago y Yaupi, escenario del Pacto de Caballeros de 1991, se han librado combates que el gobierno no quiere reconocer. Algunos informes de prensa afirman lo siguiente:
· Acciones militares se extienden hasta puestos "Teniente Ortiz" y "Soldado Monge", dice El Mundo en un titular (Sábado 28 de enero).
· Un enviado de la agencia noticiosa AFP, invitado por los militares ecuatorianos, llegó hasta la zona del conflicto donde se le informó que el puesto militar de Pachacútec, ubicado en territorio peruano, fue atacado por fuerzas ecuatorianas. (El Comercio, jueves 2 de febrero)
Otra nota publicada también por El Comercio el mismo día se titula: Ayer fue falso Paquisha; Hoy es falso Teniente Ortiz.
· Un despacho de la agencia Ansa informa que:
...se abrieron otros frentes, entre ellos los del destacamento Teniente Ortiz... (Expreso, jueves 2 de febrero)
· El general Nicolás Hermoza, da una conferencia de prensa el jueves 2. El lee un papel y no admite preguntas, y no hace ninguna referencia a los combates en la zona del río Santiago. En el mapa que presenta, publicado en el diario oficial El Peruano el viernes 3 de febrero, no aparecen los puestos Teniente Ortiz (ecuatoriano) ni Pachacútec (peruano).
· Un enviado de la agencia AFP, que llegó hasta el puesto ecuatoriano de Soldado Monge, en el río Santiago, dice que dos helicópteros peruanos bombardearon ese destacamento el vienes 27 de enero. El enviado de AFP
que logró ingresar al área de los combates, comprobó que los ataques de los aparatos peruanos destruyeron parcialmente las canchas de fútbol y vóleibol, una tribuna de madera de las instalaciones deportivas y una rústica vivienda donde estaba instalado el comando del puesto. (Expreso, sábado 4 de febrero)
· El Comercio informa, citando fuentes militares, que los ecuatorianos incursionaron en la zona del río Santiago. Ellos
están atacando con morteros y helicópteros pero fueron rechazados por nuestras fuerzas ubicadas en `Cahuide´, `Chiqueiza´, y `Pachacútec´. (Miércoles 8 de febrero).
· El presidente Fujimori admitió el domingo (26) por primera vez, que hubo enfrentamientos en la confluencia de los ríos Yaupi y Santiago. (El Mundo, martes 28 de febrero).
· Fuentes militares ecuatorianas precisaron a la AFP que el destacamento peruano de Pachacútec -en territorio ecuatoriano según el gobierno de Quito- también fue "borrado del mapa y que esperaban órdenes para tomar posesión del mismo". (La República, martes 28 de febrero).
· El periodista francés Eric Samson, entrevistado por La República desde Ecuador:
Nosotros sí vimos los resultados de los ataques peruanos con helicópteros y morteros (en Teniente Ortiz). ...Estos no son rumores porque yo lo vi. (Domingo 5 de marzo).
Sin embargo, esa zona no se menciona en el acuerdo de paz de Itamaraty. El gobierno parece haberla borrado del mapa, literalmente hablando.
FB. Volviendo al tema, el destacamento Hugo Ortiz no cedió un solo ápice en 1995 y el efecto sobre la población ecuatoriana fue sicológico. El Presidente Sixto solía pronunciar desde el balcón su célebre frase: “Ni un paso atrás”. En Ortiz se derribó el primer helicóptero enemigo, fueron como 5 hasta el final de la guerra.
JB. Parece que esos helicópteros partían de Tnte. Vargas en la Amazonia peruana.
La esposa de Felipe (EF) sugiere que nos sentemos: “Ya han de estar cansados”.
GC. Ya parecemos centinelas.
FB. Aquí en el libro de mi General Moncayo habla de lo que referimos hace poco sobre la prenda territorial; en el caso de Ortiz el Hito estaba en el árbol; si tomabas una recta imaginaria llegabas al Hito 20 que estaba en Soldado Monge; entonces los peruanos debían tomarse esa zona (Ortiz), ya que no había otra porque estaba bien delimitada (Monge). Acerca de las aspiraciones y sugerencias del General Mercado Jarrin yo conocía bien porque estaba en primer año de la Academia de Guerra, de allí que me haya trasladado al destacamento de Teniente Ortiz. Repito otra vez, tuve gente excelente, allí controlábamos, estábamos en la parte alta, era bien difícil que nos bajen de allí ...¡todos dispararon!...(cuando fue necesario).
GC. Vamos a sentarnos...
JB. Antes de eso, háblame de estas fotos...
FB. Fui edecán en Chile...Aqui estoy con el General Pinochet... Este otro es el Primer Ministro de Israel Simón Peres, él murió después...fui agregado militar en Israel.
JB. Pensé que era Isaac Rabin.
FB. También estuve con el Primer Ministro Ariel Sharon, unos 3 o 4 meses más tarde tuvo una terrible enfermedad...
JB. Creo que fue un derrame
En la pared están varías fotos cerebral. ¿Llegaste a hablar con ellos?
FB. Claro que si.
JB. Ellos tuvieron un lugar importante en las guerras de independencia (1948) cuanto en las de los 4 Días (1967) y Yom Kipur (1973); sus historias junto a las de Begin, Dayan, Golda Meyer y los otros padres de Israel es de valor, sacrificio y genialidad; cualidades indispensables para la defensa de su territorio. Un gran privilegio tuyo conocer a estos personajes.
FB. Claro que si. de Israel.
Felipe se dirige a la computadora, busca y coloca un reportaje que hizo la TV ecuatoriana en 1995 al contingente ecuatoriano de Santiago, se lo ve allí con los soldados dando unas declaraciones a la prensa.
Volver a mirar esas imágenes me traslada a aquel año; la actitud de los militares, el pueblo y el presidente era contundente, aguerrida; me provocan un gran respeto, en especial después de esta década en la cual se trató de desmantelar a las FFAA, quebrar su estructura y colocarla de rodillas; me conmueve mirar el “antes de”.
FB. Por prestador ve...espera, allí está mi destacamento.
Boom, booom, taca, taca, taca... suenan en off las explosiones y tiro real grabado por los periodistas. Las imágenes de Ortiz y del Palacio de Carondelet se suceden intermitentemente; la cámara se enfoca ahora en las miles de personas que llenan la Plaza de la Independencia gritando en trance: “Ecuador, Ecuador, Ecuador”; sin ser aguafiestas, aquello no me motiva demasiado pues conociendo mi país se que es más “novelero” que “patriota”; pocos meses más tarde con el mismo entusiasmo aplaudirá y ovacionará al mismo ¡Fujimori!; pero la actitud de Sixto y la de los soldados en ese tiempo es impecable.
FB. Siguiendo con el relato: el 27 “me sacaron la madre” (osea mediante bombardeos)...el 28 llegó el cabo Honores con 3 conscriptos, él era comandante; me subí y los puse con el Teniente Arellano.
JB. Haz sido adivino tu ffff, justamente por donde iba a pasar el helicóptero...
FB. Les puse arriba pues...
JB. En Kaputna...
FB. Eso, en Kaputna. Ya, entonces ellos vieron al helicóptero que estaba casi a la misma altura suya...un poco más arriba; yo decía, ¿por que no disparan el IGLA?, ¿que le pasa al Honores?, no teníamos demasiado conocimiento; en ETZA si sabían pero nosotros nada; creíamos que el IGLA era como el LAW, apuntas y ¡boooom!; osea esta vaina ha sabido engancharse primero...bueno, entonces ¡por que no disparaaaa!; oye...se quema la una fuente de poder, mientras tanto entraba el MIG, el 24 y disparaba: “Pa, pa, pa,pa”, después el otro; se quema la fuente de poder como te dije, por eso es que le dan al MI8: ¡Booooom!, hermano, era una felicidad, como si hubiéramos ganado el campeonato mundial de fútbol pero en ese tiempo...
Hasta 1995 el Ecuador no había clasificado a algún mundial, tampoco había ganado una Copa Libertadores ni había pasado del 4to puesto en alguna olimpiada.
FB. Bueno, después uno ya va pensando pues (reflexionando sobre lo sucedido).
LA HISTORIA DEL HELICÓPTERO QUE AMETRALLÓ EL DESTACAMENTO
“TENIENTE ORTIZ”
BASADO EN EL RELATO DEL COMBATIENTE LUIS HONORES GUANGA
Por Jenner Baquero
Me encontraba con el pase, prestando servicios en el Batallón de infantería Nro. 63“Gualaquiza”,como comandante de la batería Antiaérea estaba el Capitán Alexander Levoyer; por entonces estaba yo comisionado para dar protección al espacio aéreo en el sector de responsabilidad del Batallón de Infantería Nro. 61 Santiago. Por orden de mi comándate de batería me desplacé con mi unidad de tiro al Destacamento Teniente Ortiz el 20 de Enero de 1995 en el sector de Cuzumaza donde el 27 de enero a las 6 de la mañana fuimos atacados por unidades peruanas en los puestos avanzados del destacamento producto del cual resultó herido en la pierna el soldado pillareño Héctor Pilco; aunque éste valiente combatiente fue evacuado al destacamento y luego al batallón moriría poco después a consecuencia de complicaciones en esa herida. Las Fuerzas Ecuatorianas abrimos fuego contra las fuerzas peruanas durante todo el día 27, utilizando ametralladoras y morteros de 60 mm y 81mm. Al día siguiente continuaban los ataques enemigos con helicópteros artillados sobre el destacamento Soldado Monje pero no se registraron bajas de nuestro lado. La guerra seguía el día 29; en medio de la tensión en esa selva en disputa dieron las 7 de la mañana cuando me llamó el comandante del destacamento mayor Pablo Burbano para decirme con suma gravedad que inteligencia militar le había informado que nuestro destacamento sería atacado:
“Honores, prepara los misiles para la defensa, debes estar listo para cualquier sorpresa del enemigo,mantente alerta ordenó; yo solo atiné a decirle con nerviosismo pero con firmeza que le iba a demostrar a la patria que los soldados ecuatorianos somos buenos profesionales; me miró por un instante con satisfacción y luego se alejó con andar preocupado pero con seguridad. Reuní a mis subordinados y les dije que no debíamos tener miedo de nada: todos unidos saldríamos adelante en esta complicada lucha; entonces seleccioné el mejor misil para no fallar y me mentalicé en que debería dar una gran y súbita sorpresa al enemigo atacante; comencé a realizar ensayos de disparo una y otra vez; no quería que mis sentidos se embotasen en el momento decisivo. Más o menos a las 10:30 de la mañana, en la enmarañada y caótica selva, se comenzó a adivinar con más y más precisión, el sonido de helicópteros que se acercaban,pero no se los podía ver; todos nos mirábamos a los ojos tratando de explicar lo que sucedía, pero sin palabras; la tensión era intensa en el destacamento; luego algo asomaba detrás de los árbolesera una pequeña nave: No le dispares a esa, déjala pasar,detrás viene un helicóptero grande,escuchaba yo los latidos de mi corazón en los oídos, pequeños retumbos de tambor, respiraba aceleradamente y estaba empapado de sudor.el sonido de motores era ahora intenso, pero no aparecía mi blanco ,los segundos se hacían eternos; ¿será que le acierto?...si no doy en el blanco seremos enganchados y barrerán con todo el destacamento, mis manos estaban sudorosas y mi corazón batía a desritmo; se sentía la sangre en mis orejas, como lava me quemaba la cara hasta la cabeza y el cuello, respiraba profundamente,¡allí está, allí está,¡ gritaron, es un helicóptero enorme, desde las puertas se divisan las ametralladoras, vomitan fuego sobre nuestro pequeño destacamento, tiros intermitentes y percusivos ¡ojalá nadie esté herido¡ ¡dispara Honores, disparaaaa, por Dios disparaaa¡ me gritan mis compañeros ¡Dios mío perdóname por lo que haré, ayúdame, ¡ enganché el misil, tragué saliva; ésta resbaló por mi garganta seca, apunté y ¡Booooom¡; el rebufo de candela caliente impulsó el misil, que salió disparado dibujando una gran estela; llevaba su recado de muerte y destrucción,era el costo de la guerra; el helicóptero fue impactado de lleno dejando un brillo instantáneo y deslumbrante; la nave comenzó a descender lastimeramente, cayendo en la selva impenetrable y hostil provocando una terrible explosión,nos quedamos perplejos por unos momentos; entonces tomé otro misil, para dispararle al helicóptero pequeño, pero perdí la visibilidad de éste; apenas allí me di cuenta que mis camaradas gritaban de alegría, sonreí con satisfacción y di un gran respiro de alivio; luego enseguida todo el mundo, comenzó a disparar con lo que tuviese a la mano, pues estábamos aún en combate, la lucha duró hasta el medio día; estábamos exhaustos. Más tarde, todos los soldados me venían a felicitar por el derribo del helicóptero, habíamos cumplido con la patria.
DIARIO DE UN IWIA EN EL DESTACAMENTO TENIENTE ORTIZ
Basado en una entrevista a Johan Andy Calapucha
Del libro De la Cruz al Trueno
Por Jenner Baquero
Todos los derechos reservados
En enero de 1995 una patrulla de 20 hombres de Santiago entre los que estábamos 5 Iwias recibimos una orden descabellada: Destruir Pachacutec, un puesto peruano grande con centenas de soldados afincados en el sitio. La orden venía desde la Brigada 21 Cóndor.
El comandante de la patrulla era el teniente comando Oscar Ramírez. Organizados para emprender la misión sucedió que nadie quería ser hombre punta, la aventura era por demás peligrosa en los albores de la guerra, por otro lado para llegar el destacamento había que descender un camino sinuoso, rocoso y de pendiente pronunciada. La delantera no era el único problema; Nadir quería tampoco cargar la MAG, pesada e incómoda para una misión en la cual habría que asestar un golpe letal e improvisar sobre el camino, con semejante arma era difícil andar por la selva.
Por esos días en la cancha internacional en el sector Caputna-Etza-Cahuide se dio la reunión entre el mando ecuatoriano y el Gral. López Trigoso del Perú, el cual muy áspero y altanero al partir con su helicóptero sobrevoló temerariamente los destacamentos Teniente Ortiz y Etza e incluso más adentro de territorio ecuatoriano, de allí probablemente la orden de destruir Pachacutec.
Como las cosas se fueran acelerando recibimos la orden de replegar a Etza, Ali estuvimos 1 semana. Extrañamente los peruanos invitaban a los ecuatorianos de los 3 destacamentos a jugar “fulbito” ¿hacían fisonomía del frente?
Se dispuso que el soldado Pilco haga guardia en la Pica Global junto a 3 conscriptos, a la choza para el efecto le llamábamos “la jungla”. En 1994 se había hecho en La Jungla un túnel que daba al río en Chiqueiza para cualquier evento de ataque enemigo.
En tanto, nosotros en Etza veíamos extrañas pisadas, no cabía duda que las patrullas peruanas andaban en algo. El mando nos envió entonces a reforzar Teniente Ortiz, allí estaba en ese entonces como comandante el mayor Burbano de la Academia de Guerra, allí recibió el mando al subteniente de caballería blindada Alvarado.
Nuevamente fuimos reubicados, esta vez cerca a Ortiz, en el sitio denominado “La Limonera”. Por el 27 o 28 de enero llegaron al destacamento los nóveles soldados de la ESFORSE a prestar su contingente en ese conflicto que estaba a punto de reventar. El asunto de alimentación con la llegada de ellos se agravó un poco, se repartían dos comidas al día, una a las 10 y otra a las 3; con el tiempo realmente la cosa se pondría seria.
Pilco de guardia en la Pica Global con los conscriptos atendió un día a los juegos de “integración” con los colegas del Perú, usualmente se intercambiaban camisetas, cigarrillos, provisiones, etc como camaradería; se despidieron todos en la tarde prometiendo verse al día siguiente para seguir con el fulbito; Pilco se encaminó a la Jungla donde estaba la MAG.
Como a las 4 de la mañana se desencadenó un feroz tiroteo; despertamos al mayor, pensábamos que eran ejercicios en el polígono de los peruanos pero el sonido de las ráfagas se acercaba más y más; Pilco decía por el teléfono que parecían ser ejercicios de tiro. A las 5:30 la Jungla fue atacada; el soldado Pilco salió con los conscriptos hacia la posición del soldado Curimilma y le comentó lo sucedido, añadió además que en la choza se había quedado la grabadora que le había costado en diciembre como 130 mil sucres, comprada a crédito, no se la dejaría a los peruanos, en todo caso destruirían la choza que estaba a unos 150 metros, llevaban para el efecto un cohete LAW; Curimilma y Pilco emprendieron el camino hacia la Jungla cautelosamente, de pronto, desde la maleza salió un tiro de FAL que dio de lleno en la rodilla de Héctor Pilco quien dio un grito corto y seco cayendo sobre unos palos, Curimilma saltó sobre él y le tapó la boca, “nos pueden matar”, entonces una voz se escuchó muy cerca del sitio, decía: “Por aquí estaban...”, con el mayor silencio posible el Soldado Curimilma le hizo un torniquete demasiado cerca a la rodilla a su colega herido; cuando dieron las 6 y 10 los compañeros se despidieron, Curimilma iría a buscar ayuda al destacamento para evacuar a Pilco, lastimosamente aquel por ser nuevo en el sector se perdió en la selva, como parte del GFE 27 había llegado castigado hace poco a Santiago y allí le sorprendió la guerra.
En el Limonal no sabíamos nada, a las 9 de la mañana, con nosotros estaban tanto el capitán Perez “Kaliman” y un subteniente Jaramillo que estaba recién graduado de comando, llegó además un refuerzo desde el GFE 26 Quevedo. El capitán Perez pidió autorización al mayor Burbano para salir a ver a la Jungla lo que había pasado con Pilco pero el mayor no lo autorizó, cada cual debería quedarse en su posición; al dar las 10:30 los peruanos atacaron por aire y tierra, nosotros subimos al destacamento, allí por primera vez conocimos el RPG, los enemigos dispararon desde la quebrada, el misil candente fue a dar en la cocina con un estruendo horrendo y la destruyó parcialmente; abandonamos precipitadamente el destacamento y fuimos a ubicarnos en nuestro puesto de la Limonera pues allí estaban 6 morteros de 81 y 60; los peruanos desbordaron sobre Teniente Ortiz y se posicionaron allí, todo el mundo buscó Refugio para salvarse del ataque sorpresivo, hay que recordar que los peruanos bombardearon desde los helicópteros como apoyo a la infantería.
Rápidamente ubicamos los morteros y empezamos a dar golpes sobre Teniente Ortiz. A las 12 el destacamento había sido desalojado ya.
Al posesionarnos de nuevo en Ortiz, el capitán solicitó al mayor Burbano la autorización para bajar a la choza para saber del destino de los compañeros pero el comandante se negó otra vez. Yo fui a la Pica que daba al destacamento y en la vía de aproximación me eché con la MAG lista para disparar; vi a alguien subiendo de la quebrada, apunté y precisamente cuando le iba a arrancar la cabeza de una ráfaga, reconocí a Curimilma que salía de la selva donde se había perdido, era como la una de la tarde; por él nos enteramos sobre lo que había pasado con el soldado Pilco; el capitán Pérez pidió de nuevo autorización para ir a buscar a Pilco pero el comandante lo prohibió de nuevo; la gente de Fuerzas Especiales decidió desobedecer, pidieron un guía, que fui yo y emprendimos la marcha hacia la quebrada; encontré al soldado Pilco muerto, el torniquete mal aplicado no sirvió para salvarle, estaba a unos 150 metros de la choza; decidimos llevarlo, sacamos los ponchos de agua y les acondicionamos palos como para construir una camilla, amarramos los ponchos y el cuerpo con eslingas y emprendimos la carrera para evitar más bajas. Llevamos el muerto hasta el batallón, sucede que en el pueblito “Peñas” en el río Santiago estaba un sinnúmero de periodistas, era la noticia perfecta para ellos; se le hizo una calle de honor, se disparó cada 50 metros...todos lloramos en su memoria. Por el incidente de los periodistas se ha creído que el soldado Pilco es el primer caído en la guerra pero no hay que olvidar a mi promoción el soldado Rosero, él murió el día anterior mientras luchaba con la COE 21 en la Piedra; su cuerpo solo salió en huesos un año más tarde cuando se pudo rescatarlo, lo velamos dos días.
El 29 de enero de 1995 conversaba yo con el cabo Honores Guanga a quien le decíamos “Maradona” por su parecido físico, también jugaba él bien al fútbol, decía él sobre el arma que si no engancha, el helicóptero nos mataría, yo le respondí: “aquí no hay refugio mi cabo”, si él fallaba seríamos aniquilados, de mi experiencia yo sentencié: “Malo es estar en arboles grandes o en lomas, esos son los sitios preferidos para esconderse y es adonde disparan sus misiles los peruanos” ; hablando así, serían las 10 am, le proponía yo al cabo Honores que deberíamos todos mejor buscar bejucos, amarrarnos con ellos y tirarnos al barranco si es que él fallaba, al fin nos quedaríamos a la mitad de la quebrada, en eso empezó a sonar el motor de la aeronave enemiga, la gente corrió , el helicóptero elevó la cola para disparar a los árboles grandes como yo había predicho, Honores disparó, el misil del IGLA bajo unos dos metros y luego remontó y fue a pegar a la aeronave en el rotor y ésta comenzó a girar, esperaba yo que caiga como en las películas con una explosión brutal; un helicóptero más pequeño acompañaba al grande pero al ver el derribo éste fugó rápidamente de la escena salvando su integridad; “le bajamos al helicóptero” nos dijimos felices con el cabo Honores, nunca más entraron los helicópteros peruanos a Teniente Ortiz.
El 27 de febrero llegaron para una evaluación los sicólogos, llegó también el general Moncayo, para entonces ni el 26 Quevedo ni yo como Iwia habíamos salido de vacaciones, se nos dio la disposición de patrullar de Teniente Ortiz a Etza por la Pica Global, me dispusieron que sea guía pues conocía bien el sector; emprendimos el camino no sin que antes yo les advirtiese a los demás que caminen sobre mis pasos ya que podríamos cruzar por algún campo minado. Caminaba yo 100 metros por delante con la MAG, pasamos un pantano y luego me recosté con la ametralladora, entonces se escuchó una explosión, el cuarto hombre gritó: “Hijos de [[Editado por el sistema]] ayudeeen...hijos de [[Editado por el sistema]] ayudeeeeen”, ese cuarto hombre se había volado la pierna pero las esquirlas le volaron parte de la cabeza a otro quien murió al instante; debíamos ir al río para que el helicóptero descienda, al llegar al sitio, el herido pidió agua, nos pusimos a esperar la aeronave que evacue a ese herido grave, pasó más de una hora, le dimos un cigarrillo y allí murió, el helicóptero nunca llegó.
El anterior no fue el único evento de ese tipo. El día en el cual el teniente Diaz debía entregar el destacamento y salir con vacaciones, en cierto patrullaje subió él a un tronco pero yo le dije que tenga cuidado ya que al otro lado, al pie de ese tronco había una mina, el ignoró mi advertencia, luego resbaló y fue a dar en la mina la cual le voló la pierna, un helicóptero lo evacuó y pudieron salvarle la vida; lo volví a ver varias veces en los años siguientes, en el ISSFA, en la Shell, siempre le decía que si me hubiese hecho caso estaría de cuerpo entero.
Por el 29 de febrero llegó el comandante Grijalva junto a un oficial superior, un gordito de Quito de apellido Machado que era de inteligencia, se nos ordenó “Señores, vayan a patrullar a la Pica Global pues parece que los peruanos se han posicionado alli. Iríamos con el recio teniente Alvarado, con él éramos “uña y mugre”, él solía decirme entre que en serio y en broma: “Indio, si corres te mato”.
Avanzaba ese día yo con la ametralladora MAG por la Pica cuando vi peruanos haciendo guardia, pisé sin darme cuenta una mina que no detonó, pude ver en el sitio a 5 peruanos, uno estaba sin camisa conversando arrimado a un tronco, otro estaba dormido con el jockie tapándole la cara, el cabo Chumbia desde más atrás me preguntó :¿que pasó?, le dije que los peruanos se habían posesionado de la Jungla, por accidente pisé una rama lo cual puso alerta a uno de los peruanos, le apunté con la ametralladora, Chumbia se asustó y se metió al monte, el peruano me miró puesto de rodillas y apuntándole, se quedó helado, yo nunca había matado a nadie jamás, entonces pensé en el soldado Pilco y dije: “esta es mi venganza”, a 100 metros estaban los peruanos, el teniente Alvarado llegó a mi lado y sin pensarlo dos veces se arrodilló y con el FAL le metió un tiro a uno de los soldados peruanos, yo disparé al que estaba sin camisa a quien se le abrió el estómago del rafagazo, gritó un ¡aaaaaa! agónico y fue cayendo con las manos hacia arriba, el que estaba dormido fue alcanzado en esa posición así, yo estaba impactado, era la primera vez que veía morir a alguien en un combate, la primera vez que yo mismo mataba a alguien. Los peruanos reaccionaron rápidamente, hay que recordar que Pachacutec era un destacamento inmenso comparado con el nuestro, habían centenas de soldados allí, empezaron a tirarnos golpes de mortero, los nuestros, quizás por el calor del momento respondían también con morteros pero que caían muy cerca a nosotros, afortunadamente el centro de la caída de los proyectiles en ambos lados era el sitio donde habían estado los enemigos haciendo guardia; cuando volví al año al sitio encontré una gorra completamente acribillada, llena de huecos.
El 9 de mayo nos enviaron otra vez a la Pica Global, ahora la consigna era “prohibido disparar”, el proceso de paz estaba encaminándose, en Santiago iban a celebrar a las madres, daban como las 6 de la mañana cuando entramos a patrullar, era en pleno aguacero, mejor así, llegamos a la pica, ahora la yerba estaba crecida, habían ramas caídas, por precaución dejé la ametralladora y caminé unos 20 metros para inspeccionar la pica, encontré allí granadas amarradas con una soga, saqué allí 4, les puse seguro y me las coloqué al bolsillo, de pronto sentí que se me erizaban los pelos, mi mami que años atrás había fallecido me hacía soñar cuando algo iba a pasar, le había dicho yo a mi primo el peluquero: “Andy si me muero llévate mi cuerpo”, él me decía que me cuide; volví, tomé la ametralladora y me metí en un hueco, de pronto vi a un hombre que caminaba medio agazapado, estaba armado y equipado, nuestro oficial más atrás fumaba tranquilamente un cigarrillo, estaba sentado en una Racal tratando de dar el parte “sin novedad” pero no salía la llamada. El peruano se aproximó apuntando con el fusil, yo estaba en plena vía, recordaba lo que había dicho Grijalva que al soldado que disparase se lo mandaría preso, pero el enemigo se aproximaba, y el no le debía explicaciones a Grijalva, sin problema me metería unos cuantos tiros, le apunté al tipo y vi que detrás venían muchos más, en el aguacero los uniformes son casi iguales, ¿son de verdad peruanos...son ecuatorianos?, no podía yo gritar, ¿que hago?, si apunto al primero, me mata el segundo, si mato al segundo, me mata el tercero o el primero, al fin el puntero hizo la señal de alto, se metieron todos al monte, irían a disparar a mi patrulla que venía atrás, lo harían en ráfaga, ese mismo hombre me divisó, apuntó en mi dirección, nos miramos brevemente y le metí un tiro en la frente, ese valiente cayó como un hombre sin decir un solo !ay!; se llamaba Wilmer Sánchez enseguida la MAG se trabó, estaba perdido, de atrás el teniente disparó un cohete LAW, los peruanos mandaron su potencia de fuego, nuestra patrulla se volvió al destacamento y desde arriba atacaba con todo lo que tenía pero yo estaba entre esos dos fuegos, la MAG no volvió a disparar .
En medio del tiroteo recordaba yo la historia que me habían contado que los peruanos a uno de los nuestros que tomaron prisionero le colgaron, cortaron los dedos y alancearon, yo me dije que no caería vivo, preparé 4 granadas y el cohete LAW para volarme con ellos, así estuve hasta las 2:30 de la tarde, entonces alguien gritó desde atrás, era el teniente Alvarado que estaba buscándome para rescatarme, salí corriendo con la ametralladora recogiendo todo, “después me descuentan” decía yo para mis adentros (ese era el permanente discurso que nos metían en la cabeza), el oficial me dijo allí “Indio [[Editado por el sistema]] porque te quedas”, esa frase de mi “yunta” estaba llena de adrenalina; emprendimos la salida, mientras retrocedía el uno, el otro daba seguridad.
Como yo estaba con el cohete LAW ya armado, 200 metros atrás , me resbalé y caí de espaldas golpeándome el cráneo y quedé inconsciente, me desperté luego de una hora, el oficial de inteligencia Machado llegó al destacamento y me mandó llamar, fui con la ametralladora : “¿Ud es el que hizo la guerra?... Soldado mamarracho...usted está con la baja” yo le quede mirando y tiré delante de él la ametralladora y le dije, “ahorita Ud me da la baja, no mañana, ahora mismo Ud me da la baja...”, allí estaba el capitán Fidel Araujo quien me dijo: “tranquilo soldado”, el mayor Machado me ordenó que me vaya en bote al batallón, el río estaba crecido, yo estaba golpeado y nada había comido, el mayor se fue en carro y yo en bote en la obscuridad.
Al llegar al batallón el festejo por el día de la madre seguía, mi comandante al verme llegar me dijo “Ve a ver a tu mujer...no te preocupes mañana hablamos...yo soy tu comandante, el otro es un oficial de Quito” .
Al día siguiente me entregaron la ametralladora HK, venía con 1500 cartuchos, me ordenaron ir otra vez en el bote al destacamento pues llegaban 3 helicópteros, venía el General Paco Moncayo; estaba yo dispuesto a todo, había “roto” el alto al fuego; en la formación el general Moncayo gritó: ¡cual fue el soldado que le mató al peruano!, yo estaba con el uniforme viejo, roto, sucio, alguien gritó “el soldado Andy”; ¡ venga soldado! ordenó el general y me dijo ante todos: “Bien soldado”, me dio un fuerte abrazo y dijo que todos debían ser como yo, entonces pidió que le presenten el informe para que reciba la condecoración Cruz de Guerra.
En 2005 fui enviado a Esmeraldas a hacer un curso de desminado humanitario.
De la caída de 1995 tengo lesionada la columna y uso lentes desde hace 23 años, la junta de médicos me calificó con el 60 por ciento discapacidad.
Un día me enteré que me habían dado un encomio Solemne. De la condecoración Cruz de Guerra jamás tuve más noticias. Curimilma fue condecorado por los eventos suscitados en Teniente Ortiz.
Johan Andy Calapucha trabaja actualmente como guardia de seguridad en Quito.
Este tipo de avisos dejaban los soldados ecuatorianos en trochas, cotas y quebradas e incluso en recipientes de refresco que seguían la corriente de los ríos en el Cenepa;
el de la foto fue recogido por soldados del Batallón de Infantería de Paracaidistas (BIP 39) ¿alguna vez alguien hizo uso de un salvoconducto semejante?, ¿dónde lo encontraron?
por el TCRN Pablo Benalcazar (GFE 24 Rayo) ejercito del ecuador
Al llegar a Tiwintza miro una fila de cuerpos de nuestros soldados, estaban envueltos en plástico; abro uno de ellos y me quedo congelado: ¿que te pasó hermano?; busco con desesperacion en su uniforme las heridas que le quitaron la vida, entonces en su bolsillo encuentro un rollo fotográfico. Gonzalo fue el único que no salió en esta foto, él nos la tomó cerca a Base Sur en los cruentos días de inicios de febrero de 1995 en los cuales matar o morir eran dos opciones inexcusables.
Luego de la foto le notaba desmejorado, lo mandé a evacuar a Coangos y ahora lo veo ¡muerto en Tiwintza!
Las preguntas siguen ahí, ¿porqué no responderlas?
1.-¿Que día tu país le declaro la guerra al Perú?
2.-¿Cuales fueron tus objetivos políticos-militares en el Cenepa?..como paras repitiendo como loro que ganaste...enséñanos que ganaste?
3.- ¿Si tenían control total de tiwinza por que no se llevaron a sus muertos?
Sencillas ten el valor y el coraje, yo se que puedes.
Howdy, Stranger!
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