Pues peca de ingenuo, aunque es algo que se espera que hagan ellos después de firmada la paz: que las farc erradiquen los cultivos que ellos mismos sembraron.
Es algo muy pretencioso, pero lógico si las cosas salen bien...
Pues peca de ingenuo, aunque es algo que se espera que hagan ellos después de firmada la paz: que las farc erradiquen los cultivos que ellos mismos sembraron.
Es algo muy pretencioso, pero lógico si las cosas salen bien...
Usted también es un poco ingenuo Andrés, a mi no me gusta referirme a su persona como otros lo hacen porque lo respeto, peroestoy seguro que varias veces usted habrá leído que las farc niegan el hecho de ser narcotraficantes, o que siembran coca por ejemplo.
Solo aceptan que cobran un impuesto a narcotraficantes. Ese hecho por si solo ya rodea de incertidumbre los puntos del acuerdo que se han pactado y si su eventual cumplimiento es creíble o posible. Porque si no aceptan los hechos que son notorios y tienen suficiente ilustración; si no aceptan su responsabilidad, aberraciones y delitos, pues como esperamos que haya una reparación a las víctimas (ya que las niegan), que no haya una revictimización de muchas personas o que la mentada paz sea sostenible.
Muchos de los mandos altos y medios son más narcotraficantes que guerrilleros, son más traquetos que revolucionarios, o recordemos cual era el perfil y función del tal negro acacio o cual es el perfil de alias el paisa, el comandante de la Teófilo Forero.
No hay que ser politólogo o analista del conflicto para saber que mientras haya coca habrá narcoterrorismo independientemente de la ideología política con la que quiera disfrazarse. Las hectáreas de coca se han triplicado, y las incautaciones también han aumentado, y eso para mi no es expresión de eficacia de las autoridades competentes, sino que el fenómeno del tráfico de estupefacientes ha venido en franco aumento. Claramente para cualquier desprevenido el fenómeno no se va a acabar con la firma del acuerdo, y claramente las farc no van a sacar las manos de ese negocio maldito, van a negar como hasta ahora han venido haciendo, van a negar aunque les demuestren lo contrario, aunque tengan sentencias ejecutoriadas en contra.
Y así es como va a ser, una vez se firme el documento, todo será igual o peor, ellos seguirán recaudando sus tres mil o cinco mil millones de dolares al año por concepto e tráfico de drogas para financiar su partido político, su revista y periódico político. Cuando les prueben que no cumplen con lo pactado,q ue siguen delinquiendo, van a salir a señalar a las FFAA, a los jueces de la República y algunos sectores políticos como los auspiciadores de una guerra sucia, como enemigos de la paz, como criminales de Estado, van a decir que no hay garantías para ejercer la vida civil, y volverá a girar la ruleta de la vida, como ya lo hemos echo en los 80s y 90s. Solo que esta vez vamos a tener una Institucionalidad desequilibrada, y unas guerrillas más entronizadas en distintos sectores sociales, políticos y de poder por culpa de la implementación de lso acuerdos.
Soy consciente que mi opinión vale menos que un Bolívar Fuerte, pero aún así la mantengo. Igual, estamos es un escenario hipotético porque nadie sabe qué va a pasar después que firmen, para mal o para bien.
Los peores ataques de 'El Paisa', quien llega a la mesa de La Habana
Hernán Darío Velásquez se unirá a la delegación de las Farc en el proceso de paz.
El guerrillero Hernán Darío Velásquez Saldarriaga,alias El Paisa, jefe de la columna móvil Teófilo Forero de las Farc será el nuevo integrante de la delegación del grupo guerrillero en La Habana, Cuba.
Velásquez es conocido por dirigir diferentes acciones armadas que han dejados decenas de víctimas, estos son algunos de los hechos más recordados.
Asesinato familia Turbay Cote
En 1997 el hijo mayor de los Turbay Cote, el representante a la Cámara Rodrigo Turbay Cote, fue asesinado en cautiverio. Llevaba dos años de haber sido secuestrado por las Farc,
En diciembre del año 2000, en un retén instalado por la columna Teófilo Forero de las Farc en la carretera entre Florencia y Puerto Rico Caquetá, un grupo de aproximadamente 40 guerrilleros armados detuvo la camioneta en la que viajaba su hermano, el presidente de la Comisión de Paz de la Cámara, Diego Turbay Cote, de 31 años, acompañado por su mamá, la líder política Inés Cote y cinco personas más. A los hicieron bajar del vehículo y los asesinaron en el suelo.
Toma al edificio de Miraflores
Asalto a un prestigioso edificio de Neiva y secuestro de 15 personas, entre ellas la excongresista Gloria Polanco y sus hijos el 26 de julio de 2001.
Durante el cautiverio su esposo, el entonces el senador y exgobernador del Huila Jaime Lozada, fue asesinado en el 2005 por las Farc, tras no poder pagar el dinero de la liberación. Polanco y sus hijos fueron liberados en el 2008.
Toma a El Billar, Caquetá
Ataque de las Farc a El Billar, Caquetá, fue uno de los peores golpes que han recibido las fuerzas militares. Luego de tres días de enfrentamiento con la guerrilla, 64 soldados murieron, 19 fueron heridos y 43 secuestrados.
Secuestro de avión de Aires
En el 2002 cuatro guerrilleros de las Farc, camuflados como pasajeros secuestraron un avión comercial de Aires para secuestrar al senador Jorge Eduardo Gechem Turbay, se convirtió en el puntillazo final que obligó al Gobierno a dar por terminado el proceso de paz con el gobierno Pastrana.
Club El Nogal
El 7 de febrero de 2003, la columna Teófilo Forero de las Farc detonó un carro bomba en las instalaciones del Club El Nogal de Bogotá. En total 36 personas murieron y más de doscientas resultaron heridas. De acuerdo con los informes de la policía, en el lugar se encontraban más de seiscientas personas en el momento de cometerse el atentado.
Asesinato Luis Francisco Cuéllar
En el 2009 el cuerpo del gobernador de Caquetá, Luis Francisco Cuellar, fue hallado pocas horas después de que la Teófilo Forero violentara la entrada de su vivienda y lo secuestrara. Cuellar fue degollado y junto a su cuerpo había explosivos, según confirmó la Fuerza Pública.
Atentado exministro del Interior Luis Fernando Londoño.
En la mañana del 15 de mayo del 2012 en el semáforo de la calle 74 con avenida Caracas de Bogotá estalló un artefacto explosivo que fue lanzado contra el vehículo en el que viajaba el exministro del Interior Luis Fernando Londoño. Dos hombres del esquema de seguridad del exministro murieron. Londoño y 27 personas más resultaron heridas.
'Acuerdo especial para blindar proceso de paz tiene apoyo de EE. UU.'
En diálogo con ‘La W Radio’, Bernie Aronson, delegado especial de Estados Unidos para el proceso de paz, afirmó que el gobierno de su país respalda el anuncio realizado por la mesa de negociaciones el pasado jueves que daba cuenta sobre un acuerdo especial para blindar la firma de la paz con las Farc.
“Fue un anuncio importante, un paso adelante que resuelve la pregunta sobre cómo darle seguridad jurídica y constitucional al acuerdo. Tiene todo el apoyo desde Estados Unidos”, afirmó Aronson.
El anuncio del Gobierno ha despertado diversas reacciones. Algunos sectores lo ven como una medida que permitirá que ambas partes cumplan y eleven las condiciones del proceso de paz a la esfera internacional, mientras otras afirman que le quita peso al plebiscito que quiere convocar el Gobierno para refrendar los acuerdos o incluso que modificaría gravemente la Constitución de Colombia.
Precisamente sobre las declaraciones que Uribe ha dado recientemente en las que asegura que Aronson está aceptando todas las condiciones de las Farc, el delegado respondió:
“Respeto mucho al presidente Uribe y creo que tiene un rol importante a la hora de hablar sobre este tema. Por supuesto, tiene todo el derecho de expresas sus preocupaciones sobre el proceso de paz, pero yo como enviado de Estados Unidos prefiero no tener una discusión con él”, afirmó.
Aronson dijo además que no conoce sobre las informaciones que el miso Uribe ha hecho sobre la posibilidad de que el Gobierno colombiano mueva a lobistas y periodistas para escribir positivamente sobre el proceso de paz.
El delegado de Estados Unidos también se refirió a los 450 millones de dólares que el presidente de ese país, Barack Obama, pidió al Congreso para apoyar el denominado plan Paz Colombia y que significa una enorme ayuda al posconflicto.
“Sé que la administración del presidente Obama ha obtenido apoyo por parte el Congreso, los presupuestos están apretados en ambas cámaras, pero Colombia disfruta del apoyo de ambos partidos y ojalá apoyen la petición del presidente”, explicó.
Aronson indicó también que es importante que Colombia se dé cuenta de la ayuda de la comunidad internacional
“Colombia no solo en la firma de la paz sino en la implementación cuenta con todo el apoyo del mundo” y añadió que varios países ya se han comprometido con recursos sobre otros temas, como el desminado.
Mucho se habla que ya está próximo el fin del conflicto armado y nada que se evacua el tema de las zonas de concentración de la Guerrilla de las FARC. Bueno, este sigue siendo uno de los puntos de mayor discreción en la mesa de negociación en la Habana y mayor resistencia en el proceso de paz. Testigo Directo pidió a militares retirados, ex guerrilleros y a un ex comisionado de paz que analizaran si se debe dar o no las zonas que pide las FARC.
Existe el riesgo de que el acuerdo de paz se logre tan tarde que ya no sea viable políticamente.
Clausewitz describió la guerra como “un mar inexplorado, lleno de rocas” alrededor de las cuales se debe navegar en la noche oscura. También dijo que hay momentos de gran confusión en que la información es contradictoria y se produce una “niebla” de la guerra donde los ejércitos no saben realmente cuál es su posición.
Algo similar a esa niebla se siente en La Habana. Los ecos que llegan desde Cuba dicen que las partes sentadas en la Mesa de Conversaciones parecen haber perdido la noción de los riesgos que acechan el proceso de paz, imbuidos como están en la gramática de los acuerdos.
El cese del fuego lleva medio año en discusión y cuando parece estar a punto de ser anunciado, vuelve a enredarse. La parte técnica está resuelta, pero las decisiones con implicaciones políticas están empantanadas.
La causa de fondo de esta demora es que en cuatro años, el Gobierno y las FARC no han logrado verse como socios de una empresa común, como es el fin de la guerra. En el último round se han atrincherado o bien para doblegar al otro (el Gobierno), o bien para sacar el máximo provecho de la compleja situación política del país (las FARC). Cada uno jala para su lado.
No es al uribismo ni a la volátil opinión pública a quienes se les teme en la Mesa, sino a la traición del otro. A no saber dónde están sus cartas marcadas. Eso se refleja en el estancamiento que hay en el debate sobre las zonas de ubicación y el destino que deberán tener las armas.
En cuanto a las zonas de ubicación, el Gobierno teme que si son muchas, se le dé una excesiva ventaja política a las FARC, por encima de lo que es su realidad estratégica. La guerrilla, por su parte, ve la oferta de zonas del Gobierno como una tacañería encaminada a reducirles su presencia electoral y política futura. ¿Es realmente tan difícil llegar a una cifra intermedia, acorde con las condiciones de verificación de la ONU?
El otro problema es el destino final de las armas. El Gobierno quiere verlas arder en las llamas eternas como un mensaje de que nunca más habrá guerrilla. Las FARC consideran que esos fierros encarnan su proyecto revolucionario y que fundirlos sería quemar su propio pasado, que, por lo demás, ellos consideran heroico.
Ambas posiciones se pueden afincar en razones ideológicas respetables. Pero ¿creen en serio las FARC que sus fusiles merecen un monumento? (¡Qué feo!) ¿Cree el Gobierno en serio que los guerrilleros volverían a empuñarlas? ¿Así de mal está la confianza en el proceso?
En todo caso, que las FARC dejen las armas y estas sean puestas bajo custodia de la ONU significa ponerle fin a la guerra. Y ese es el objetivo principal de la negociación. El objetivo que la niebla parece estar cubriendo.
El riesgo que están corriendo los negociadores es lograr un acuerdo perfecto tan tardío, que se vuelva inviable políticamente. Porque mientras en La Habana se discute cada detalle, en Colombia el proceso cada vez es más lejano al ciudadano de a pie, y la campaña electoral del 2018 empieza a empujar a todos los partidos hacia sus propios objetivos. Uribe ha tenido el espacio libre para desprestigiar con argumentos falsos el pacto de paz porque es el único que está volcado en la calle, haciendo una campaña. El Gobierno hasta ahora se había conformado con sus maniobras en el Congreso. Esperemos a ver si la campaña del Sí a la paz sale del Capitolio hacia la plaza pública.
Para completar, el artículo que le incluyeron a última hora en el acto legislativo, que frena la implementación de los acuerdos hasta que se produzca la refrendación, era innecesario. Por un lado, envía el mensaje de que el presidente no tiene la suficiente legitimidad para hacer un acuerdo de paz. En segundo lugar, es un verdadero autogol contra la campaña por el Sí. Si antes la dejación de armas empezaba dos meses después de firmado el acuerdo final, ahora tendrá que empezar luego de la refrendación. Así la gente votará por un texto, y no por una realidad tangible de fin de la guerra.
Esta negociación ha demostrado que las grandes dificultades en la mesa se resuelven con imaginación política. El punto de justicia y el blindaje fueron apuestas audaces y aunque pueden ser bastante imperfectas, han convertido en una realidad la posibilidad del acuerdo de paz.
Quizás este punto 3, que trata del cese bilateral y definitivo del fuego y de la dejación de armas, requiera una dosis de imaginación mayor y, sobre todo, un poco más de pragmatismo. Voltaire tenía razón: a veces lo perfecto es enemigo de lo bueno.
El fin del conflicto comenzó a cambiar el panorama de guerra que por décadas se mantuvo en Ituango, norte de Antioquia. Después de la firma de ese acuerdo entre el Gobierno y las Farc, el Ejército en ese municipio inició el desmonte de la garita o trinchera que por muchos años tuvo al lado de la alcaldía municipal.
“Esa era la trinchera más emblemática, era el símbolo de la guerra, llevaba más de 10 años en ese punto, en todo el parque municipal, ver el desmonte de eso es algo que solo nos llena de alegría, es una felicidad enorme, nos dimos cuenta que todo esto es verdad y que podemos soñar”, expresa Lina Zuleta habitante de Ituango, quien agrega que al sitio de la trinchera llegó un grupo grande de personas a ver con sus propios ojos como se inició el desmonte de la guerra en su municipio.
Hace unos 15 días, justo al otro lado del parque, la policía también había desmontado una de sus garitas, que por años había mantenido para soportar los ataques del frente 18 de las Farc.
Para esos días el alcalde de Ituango, Hernán Álvarez, había manifestado su alegría por la desinstalación de los símbolos del conflicto que por años hicieron parte del paisaje de ese municipio del norte de Antioquia
Estas son las 23 zonas de concentración donde estarán las Farc
al como se hizo público el jueves en La Habana (Cuba) serán 23 las zonas de concentración donde estarán ubicadas las tropas de las Farc. El ministerio de Defensa dio a conocer las veredas donde se concentrarán los miembros de esta guerrilla mientras se realiza la entrega de las armas y su reincorporación a la vida civil. (Lea: Gobierno ya notificó a los alcaldes donde se instalarán zonas de concentración)
Las veredas en las que se dará la concentración serán:
Cesar: La Paz
Norte de Santander: Tibú
Antioquia: Remedios, Ituango, Dabeiba
Tolima: Planadas, Villarica
Cauca: Buenos Aires, Caldono
Nariño: Policarpa, Tumaco
Putumayo: Puerto Asis
Caquetá: Montañita, Cartagena del Chairá
Arauca: Arauquita, Tame
Meta: Macarena, Mapiripán, Mesetas, Vistahermosa
Vichada: Cumaribo
Guaviare: San José del Guaviare (este), San José del Guaviare (oeste)
Además, los ocho campamentos especiales que también fueron definidos por las partes en La Habana serán:
Guajira: Fonseca
Antioquia: Vigía del Fuerte
Chocó: Riosucio
Córdoba: Tierra Alta
Cauca: Corinto
Caquetá: San Vicente
Meta: Losada, Macarena
Guainía: Puerto Colombia
Según señaló el ministerio de Defensa, a través de un comunicado, los criterios para la escogencia de estas zonas fueron que estuvieran “distantes de cascos urbanos o cabeceras municipales; con una extensión razonable que garantice la verificabilidad que, en cabeza de la ONU, realizará el Mecanismo de Monitoreo y Verificación y la seguridad interna y externa; con condiciones que faciliten el suministro de la logística; distantes de áreas de frontera; y que no estén ubicadas en parques naturales, áreas de infraestructura estratégica, cultivos ilícitos, explotación minera, grupos étnicos y resguardos indígenas”.
Confirmados los sitios de concentración, ahora será obligación de la Fuerza Pública brindar las condiciones de seguridad para el tránsito de los hombres de las Farc a estás zona, así como llevar a los miembros de esta guerrilla que se encuentran detenidos y que deseen incorporarse al proceso de desmovilización y acceder a los beneficios de reintegración y justicia especial para la paz.
Estas zonas de concentración no tienen un tiempo de vigencia definido. Según acordaron en La Habana, desde el momento de la firma del acurdo final de paz –que aún no está acordada- los guerrilleros estarán ubicados hasta por un periodo de 180 días (6 meses) mientras se realizan labores de capacitación y tránsito a la vida civil en los campamentos y se realiza la entrega total de las armas de las Farc para su fundición y construcción de tres monumentos que simbolizarán el fin del conflicto.
Colombia y las FARC: "No se va a acabar la violencia; se va a acabar el conflicto armado interno"
La senadora colombiana Claudia López dice que un acuerdo para un cese el fuego entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC es un gran logro, pero "otras formas de violencia van a continuar"
Como senadora colombiana y experta en ciencia política, Claudia López ha seguido de cerca las negociaciones entre el gobierno y la guerrilla de las FARC, que llevaron a un acuerdo para un cese el fuego bilateral y definitivo.
“Es sin dudas la noticia más importante de Colombia en los últimos 60 años”, señala López, que pertenece al partido Alianza Verde y es autora del reciente libro “¡Adiós a las FARC! ¿Y ahora qué?”.
Sin embargo, en una entrevista con BBC Mundo admite que, en el mejor de los casos, el acuerdo acabará con el conflicto armado que arrastra Colombia desde hace décadas, pero que persistirán “otras formas de violencia” en el país.
¿Por qué es importante este acuerdo entre el gobierno colombiano y las FARC?
Colombia es el único país del continente americano que todavía tiene un conflicto armado, una guerra civil por razones políticas, que ha dejado más de seis millones de colombianos desplazados y sumidos en la pobreza, cerca de 300.000 asesinados, 35.000 secuestrados…
Es una noticia histórica para Colombia que por primera vez lleguemos a un acuerdo para el desarme, la desmovilización y la desaparición de las FARC como organización armada criminal, y su reincorporación a la vida política.
Si sale todo bien, en el mejor escenario posible, ¿es realmente el fin de la violencia para Colombia?
Es el fin de la violencia con las FARC, que sin dudas ha sido parte central de la violencia contra los colombianos.
Colombia ha hecho otros nueve procesos de paz en el pasado con guerrillas, milicias y grupos paramilitares. Y la evidencia de varios estudios, no sólo el mío, indica que siempre nos fue mejor. Bajó la violencia, los homicidios, secuestros, las masacres después de cada proceso de paz parcial.
De manera que en este proceso esperamos lo mismo. No es que Colombia va a pasar a ser un paraíso. Va a seguir teniendo problemas de seguridad serios, riesgos de violencia serios, pero no atados a un conflicto armado donde a la gente se le asesina por las ideas que profesa o se le secuestra por la riqueza que tiene.
Pero no hace falta ir a Colombia para saber que es un país violento más allá del problema de las FARC. Es una violencia que posiblemente persista. ¿No lo ve así?
No, Colombia no es un país violento. Me da mucha pena corregirlo, pero aquí no es que tenemos un gen de violencia, ni que somos unos bárbaros. No.
Colombia tiene dificultades. No tiene Estado en la mitad de su territorio. Y tiene a un tercio de su población excluida de opciones laborales legítimas, de economías legítimas. Y sin dudas esos desafíos estructurales los vamos a seguir teniendo.
Es obvio que la violencia de las FARC es una parte de las violencias de Colombia. Pero le quiero recordar que hace apenas 15 años Colombia tenía 90 homicidios por cada 100.000 habitantes y hoy tiene 23. De manera que el progreso ha sido notable.
Es un gran logro que la tasa de homicidios haya bajado a 23 cada 100.000habitantes. Pero de todos modos sigue siendo altísima para estándares internacionales.
No tan altísima. Está hoy por debajo del promedio de América Latina, que es la región desafortunadamente más violenta del mundo.
Pero en los países de Europa, por ejemplo, podemos ver tasas menores a cuatro…
Claro, pero no nos puede comparar con Europa. No tenemos el nivel de desarrollo económico. Subestimar y desconocer el progreso que ha tenido Colombia en lo económico y en seguridad no tiene sentido.
En particular, la violencia de las FARC es rural, afecta a un tercio de la población.
Llevamos un año de cese al fugo unilateral. Esa decisión de las FARC redujo 90% las acciones armadas en Colombia contra la población civil. Con el cese bilateral y definitivo esperamos, primero, que ese logro no se pierda y, segundo, que se consoliden otros.
De los 23 homicidios cada 100.000 habitantes, ¿cuántos son atribuibles a las FARC?
En la Colombia de hoy el conflicto armado tal vez no represente más de 20 por ciento de los homicidios totales.
Pero no por eso reducirlos no es una gran noticia.
De todos modos, volvemos a la pregunta: ¿hasta qué punto esto garantiza por ejemplo que los grupos criminales que operan en las ciudades de Colombia dejen de actuar? ¿Hasta qué punto garantiza la paz?
La pregunta carece de lógica, con todo respeto. No veo por qué hacer un acuerdo con las FARC tiene que garantizar que otros grupos criminales no cometan violencia. Lo que debe garantizar es que las FARC no cometan más violencia.
Eso va a tener un efecto positivo en la capacidad del Estado para combatir otros grupos criminales y otras violencias. Colombia se gasta tres puntos y medio de toda su riqueza en mantener su fuerza pública. Y dos de cada tres soldados profesionales se dedican a cuidar infraestructura para que no la vuele la guerrilla.
Entonces, si desarmamos a las FARC vamos a poder usar dos de cada tres soldados contra otros grupos criminales. Y lo mismo pasa con la mitad de nuestra policía.
Pero mientras para los campesinos plantar coca sea mucho más redituable que otro cultivo y para una organización criminal siga siendo un negocio multimillonario exportar la droga que se produce, es difícil ver cómo podrá disminuir la violencia que eso genera…
Ese va a seguir siendo un desafío. Lo que no depende de nosotros es que la gente en Inglaterra, Europa y Estados Unidos deje de consumir droga y sus gobiernos sean eficaces para combatir eso como un problema de salud pública. Frente a eso, nada podemos hacer.
Pero lo que sí depende de nosotros es construir Estado y mercado en la mitad del país donde no lo tiene.
Además de desmovilizar a las FARC tenemos que construir carreteras, titular tierras y dar oportunidades de empleo. Si no hacemos eso, es muy difícil que por la desmovilización de las FARC simplemente desaparezca un negocio tan rentable.
La duda es si no se está creando la idea de que (el acuerdo de paz) soluciona los problemas de violencia en un país donde la violencia pasa por muchos factores, más allá de las FARC…
Yo por lo menos no estoy vendiendo la idea. No se va a acabar la violencia; se va a acabar el conflicto armado interno de Colombia, que es una guerra civil por motivaciones políticas.
Otras formas de violencia van a continuar. No podemos pretender que negociar con las FARC solucione todos los problemas de Colombia.
No: negociar con las FARC y desaparecer a las FARC va a solucionar uno de los problemas más serios que ha tenido Colombia. Y ese es un gran logro para este país.
La senadora López ha seguido de cerca el proceso de negociaciones que el gobierno sigue desde 2012 con la guerrilla de las FARC.
De todos modos, volvemos a la pregunta: ¿hasta qué punto esto garantiza por ejemplo que los grupos criminales que operan en las ciudades de Colombia dejen de actuar? ¿Hasta qué punto garantiza la paz?
La pregunta carece de lógica, con todo respeto. No veo por qué hacer un acuerdo con las FARC tiene que garantizar que otros grupos criminales no cometan violencia. Lo que debe garantizar es que las FARC no cometan más violencia.
Eso va a tener un efecto positivo en la capacidad del Estado para combatir otros grupos criminales y otras violencias. Colombia se gasta tres puntos y medio de toda su riqueza en mantener su fuerza pública. Y dos de cada tres soldados profesionales se dedican a cuidar infraestructura para que no la vuele la guerrilla.
Entonces, si desarmamos a las FARC vamos a poder usar dos de cada tres soldados contra otros grupos criminales. Y lo mismo pasa con la mitad de nuestra policía.
Pero mientras para los campesinos plantar coca sea mucho más redituable que otro cultivo y para una organización criminal siga siendo un negocio multimillonario exportar la droga que se produce, es difícil ver cómo podrá disminuir la violencia que eso genera…
Ese va a seguir siendo un desafío. Lo que no depende de nosotros es que la gente en Inglaterra, Europa y Estados Unidos deje de consumir droga y sus gobiernos sean eficaces para combatir eso como un problema de salud pública. Frente a eso, nada podemos hacer.
La violencia en Colombia ha provocado unos 300.000 muertos y 35.000 secuestros, así como seis millones de desplazados, según la senadora López.
Pero lo que sí depende de nosotros es construir Estado y mercado en la mitad del país donde no lo tiene.
Además de desmovilizar a las FARC tenemos que construir carreteras, titular tierras y dar oportunidades de empleo. Si no hacemos eso, es muy difícil que por la desmovilización de las FARC simplemente desaparezca un negocio tan rentable.
La duda es si no se está creando la idea de que (el acuerdo de paz) soluciona los problemas de violencia en un país donde la violencia pasa por muchos factores, más allá de las FARC…
Yo por lo menos no estoy vendiendo la idea. No se va a acabar la violencia; se va a acabar el conflicto armado interno de Colombia, que es una guerra civil por motivaciones políticas.
Otras formas de violencia van a continuar. No podemos pretender que negociar con las FARC solucione todos los problemas de Colombia.
No: negociar con las FARC y desaparecer a las FARC va a solucionar uno de los problemas más serios que ha tenido Colombia. Y ese es un gran logro para este país.
El procurador general de la Nación, Alejandro Ordóñez emitió un comunicado en el cual se refiere al último acuerdo hecho por el Gobierno y el grupo armado de las Farc sobre el fin del conflicto y la entrega de armas del grupo a la ONU.
De acuerdo con lo manifestado por el procurador, las Farc podrían rearmarse si quisieran, debido a que en el acuerdo no se encuentra planteado la entrega de dineros por parte de la guerrilla.
En el comunicado el alto funcionario señaló que “De nada vale el desarme si a las Farc se les permite conservar la riqueza ilícita con la cual se pueden rearmar en cualquier momento”.
Así mismo, indicó que “todo no se puede basar en la fe del grupo guerrillero, ya que se necesitan garantías que impidan que las Farc se puedan rearmar”.
Comentarios
Pues peca de ingenuo, aunque es algo que se espera que hagan ellos después de firmada la paz: que las farc erradiquen los cultivos que ellos mismos sembraron.
Es algo muy pretencioso, pero lógico si las cosas salen bien...
Usted también es un poco ingenuo Andrés, a mi no me gusta referirme a su persona como otros lo hacen porque lo respeto, peroestoy seguro que varias veces usted habrá leído que las farc niegan el hecho de ser narcotraficantes, o que siembran coca por ejemplo.
Solo aceptan que cobran un impuesto a narcotraficantes. Ese hecho por si solo ya rodea de incertidumbre los puntos del acuerdo que se han pactado y si su eventual cumplimiento es creíble o posible. Porque si no aceptan los hechos que son notorios y tienen suficiente ilustración; si no aceptan su responsabilidad, aberraciones y delitos, pues como esperamos que haya una reparación a las víctimas (ya que las niegan), que no haya una revictimización de muchas personas o que la mentada paz sea sostenible.
Muchos de los mandos altos y medios son más narcotraficantes que guerrilleros, son más traquetos que revolucionarios, o recordemos cual era el perfil y función del tal negro acacio o cual es el perfil de alias el paisa, el comandante de la Teófilo Forero.
No hay que ser politólogo o analista del conflicto para saber que mientras haya coca habrá narcoterrorismo independientemente de la ideología política con la que quiera disfrazarse. Las hectáreas de coca se han triplicado, y las incautaciones también han aumentado, y eso para mi no es expresión de eficacia de las autoridades competentes, sino que el fenómeno del tráfico de estupefacientes ha venido en franco aumento. Claramente para cualquier desprevenido el fenómeno no se va a acabar con la firma del acuerdo, y claramente las farc no van a sacar las manos de ese negocio maldito, van a negar como hasta ahora han venido haciendo, van a negar aunque les demuestren lo contrario, aunque tengan sentencias ejecutoriadas en contra.
Y así es como va a ser, una vez se firme el documento, todo será igual o peor, ellos seguirán recaudando sus tres mil o cinco mil millones de dolares al año por concepto e tráfico de drogas para financiar su partido político, su revista y periódico político. Cuando les prueben que no cumplen con lo pactado,q ue siguen delinquiendo, van a salir a señalar a las FFAA, a los jueces de la República y algunos sectores políticos como los auspiciadores de una guerra sucia, como enemigos de la paz, como criminales de Estado, van a decir que no hay garantías para ejercer la vida civil, y volverá a girar la ruleta de la vida, como ya lo hemos echo en los 80s y 90s. Solo que esta vez vamos a tener una Institucionalidad desequilibrada, y unas guerrillas más entronizadas en distintos sectores sociales, políticos y de poder por culpa de la implementación de lso acuerdos.
Soy consciente que mi opinión vale menos que un Bolívar Fuerte, pero aún así la mantengo. Igual, estamos es un escenario hipotético porque nadie sabe qué va a pasar después que firmen, para mal o para bien.
Los peores ataques de 'El Paisa', quien llega a la mesa de La Habana
Hernán Darío Velásquez se unirá a la delegación de las Farc en el proceso de paz.
El guerrillero Hernán Darío Velásquez Saldarriaga,alias El Paisa, jefe de la columna móvil Teófilo Forero de las Farc será el nuevo integrante de la delegación del grupo guerrillero en La Habana, Cuba.
Velásquez es conocido por dirigir diferentes acciones armadas que han dejados decenas de víctimas, estos son algunos de los hechos más recordados.
Asesinato familia Turbay Cote
En 1997 el hijo mayor de los Turbay Cote, el representante a la Cámara Rodrigo Turbay Cote, fue asesinado en cautiverio. Llevaba dos años de haber sido secuestrado por las Farc,
En diciembre del año 2000, en un retén instalado por la columna Teófilo Forero de las Farc en la carretera entre Florencia y Puerto Rico Caquetá, un grupo de aproximadamente 40 guerrilleros armados detuvo la camioneta en la que viajaba su hermano, el presidente de la Comisión de Paz de la Cámara, Diego Turbay Cote, de 31 años, acompañado por su mamá, la líder política Inés Cote y cinco personas más. A los hicieron bajar del vehículo y los asesinaron en el suelo.
Toma al edificio de Miraflores
Asalto a un prestigioso edificio de Neiva y secuestro de 15 personas, entre ellas la excongresista Gloria Polanco y sus hijos el 26 de julio de 2001.
Durante el cautiverio su esposo, el entonces el senador y exgobernador del Huila Jaime Lozada, fue asesinado en el 2005 por las Farc, tras no poder pagar el dinero de la liberación. Polanco y sus hijos fueron liberados en el 2008.
Toma a El Billar, Caquetá
Ataque de las Farc a El Billar, Caquetá, fue uno de los peores golpes que han recibido las fuerzas militares. Luego de tres días de enfrentamiento con la guerrilla, 64 soldados murieron, 19 fueron heridos y 43 secuestrados.
Secuestro de avión de Aires
En el 2002 cuatro guerrilleros de las Farc, camuflados como pasajeros secuestraron un avión comercial de Aires para secuestrar al senador Jorge Eduardo Gechem Turbay, se convirtió en el puntillazo final que obligó al Gobierno a dar por terminado el proceso de paz con el gobierno Pastrana.
Club El Nogal
El 7 de febrero de 2003, la columna Teófilo Forero de las Farc detonó un carro bomba en las instalaciones del Club El Nogal de Bogotá. En total 36 personas murieron y más de doscientas resultaron heridas. De acuerdo con los informes de la policía, en el lugar se encontraban más de seiscientas personas en el momento de cometerse el atentado.
Asesinato Luis Francisco Cuéllar
En el 2009 el cuerpo del gobernador de Caquetá, Luis Francisco Cuellar, fue hallado pocas horas después de que la Teófilo Forero violentara la entrada de su vivienda y lo secuestrara. Cuellar fue degollado y junto a su cuerpo había explosivos, según confirmó la Fuerza Pública.
Atentado exministro del Interior Luis Fernando Londoño.
En la mañana del 15 de mayo del 2012 en el semáforo de la calle 74 con avenida Caracas de Bogotá estalló un artefacto explosivo que fue lanzado contra el vehículo en el que viajaba el exministro del Interior Luis Fernando Londoño. Dos hombres del esquema de seguridad del exministro murieron. Londoño y 27 personas más resultaron heridas.
JUSTICIA
Fuente: http://www.eltiempo.com/politica/pr...a-hernan-dario-velasquez-saldarriaga/16571033
"Se está dando poder constitucional a la mesa de La Habana y es a espaldas del pueblo": Procurador
https://www.youtube.com/watch?v=u-A0ozjQm0s
http://www.eltiempo.com/politica/proceso-de-paz/acuerdo-especial-para-proceso-de-paz-recibe-apoyo-de-estados-unidos/16592608
uno ya no sabe aque le juegan los gringos
Más claro no canta un gallo:
"Hay un rompimiento del orden constitucional y esto es más grave que un golpe de Estado": Procurador
https://www.youtube.com/watch?v=jSe-ASC3lvU
GRANDE PROCURADOR !!!!
'Zonas de Concentración' - Testigo Directo HD
Mucho se habla que ya está próximo el fin del conflicto armado y nada que se evacua el tema de las zonas de concentración de la Guerrilla de las FARC. Bueno, este sigue siendo uno de los puntos de mayor discreción en la mesa de negociación en la Habana y mayor resistencia en el proceso de paz. Testigo Directo pidió a militares retirados, ex guerrilleros y a un ex comisionado de paz que analizaran si se debe dar o no las zonas que pide las FARC.
https://www.youtube.com/watch?v=mYYccBdDJLg
http://www.semana.com/nacion/articulo/proceso-de-paz-acuerdos-de-la-habana-podrian-no-ser-viables-politicamente/477891
"Colombia no está preparada para la paz", según exjefa de FARC
https://www.youtube.com/watch?v=Qo_8H-EqTcU
Dentro de un campamento de las FARC en Colombia
https://www.youtube.com/watch?v=6ekpZ0RCrs4
El fin del conflicto se siente en Ituango
El fin del conflicto comenzó a cambiar el panorama de guerra que por décadas se mantuvo en Ituango, norte de Antioquia. Después de la firma de ese acuerdo entre el Gobierno y las Farc, el Ejército en ese municipio inició el desmonte de la garita o trinchera que por muchos años tuvo al lado de la alcaldía municipal.
“Esa era la trinchera más emblemática, era el símbolo de la guerra, llevaba más de 10 años en ese punto, en todo el parque municipal, ver el desmonte de eso es algo que solo nos llena de alegría, es una felicidad enorme, nos dimos cuenta que todo esto es verdad y que podemos soñar”, expresa Lina Zuleta habitante de Ituango, quien agrega que al sitio de la trinchera llegó un grupo grande de personas a ver con sus propios ojos como se inició el desmonte de la guerra en su municipio.
Hace unos 15 días, justo al otro lado del parque, la policía también había desmontado una de sus garitas, que por años había mantenido para soportar los ataques del frente 18 de las Farc.
Para esos días el alcalde de Ituango, Hernán Álvarez, había manifestado su alegría por la desinstalación de los símbolos del conflicto que por años hicieron parte del paisaje de ese municipio del norte de Antioquia
http://www.elcolombiano.com/colombia/paz-y-derechos-humanos/fin-de-la-guerra-en-ituango-CX4451774
http://www.elespectador.com/noticias/paz/estas-son-23-zonas-de-concentracion-donde-estaran-farc-articulo-639658
Es largo, así que sólo va el link.
http://www.eltiempo.com/politica/proceso-de-paz/mitos-del-proceso-de-paz-con-las-farc/16629928
Colombia y las FARC: "No se va a acabar la violencia; se va a acabar el conflicto armado interno"
La senadora colombiana Claudia López dice que un acuerdo para un cese el fuego entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC es un gran logro, pero "otras formas de violencia van a continuar"
Como senadora colombiana y experta en ciencia política, Claudia López ha seguido de cerca las negociaciones entre el gobierno y la guerrilla de las FARC, que llevaron a un acuerdo para un cese el fuego bilateral y definitivo.
“Es sin dudas la noticia más importante de Colombia en los últimos 60 años”, señala López, que pertenece al partido Alianza Verde y es autora del reciente libro “¡Adiós a las FARC! ¿Y ahora qué?”.
Sin embargo, en una entrevista con BBC Mundo admite que, en el mejor de los casos, el acuerdo acabará con el conflicto armado que arrastra Colombia desde hace décadas, pero que persistirán “otras formas de violencia” en el país.
¿Por qué es importante este acuerdo entre el gobierno colombiano y las FARC?
Colombia es el único país del continente americano que todavía tiene un conflicto armado, una guerra civil por razones políticas, que ha dejado más de seis millones de colombianos desplazados y sumidos en la pobreza, cerca de 300.000 asesinados, 35.000 secuestrados…
Es una noticia histórica para Colombia que por primera vez lleguemos a un acuerdo para el desarme, la desmovilización y la desaparición de las FARC como organización armada criminal, y su reincorporación a la vida política.
Si sale todo bien, en el mejor escenario posible, ¿es realmente el fin de la violencia para Colombia?
Es el fin de la violencia con las FARC, que sin dudas ha sido parte central de la violencia contra los colombianos.
Colombia ha hecho otros nueve procesos de paz en el pasado con guerrillas, milicias y grupos paramilitares. Y la evidencia de varios estudios, no sólo el mío, indica que siempre nos fue mejor. Bajó la violencia, los homicidios, secuestros, las masacres después de cada proceso de paz parcial.
De manera que en este proceso esperamos lo mismo. No es que Colombia va a pasar a ser un paraíso. Va a seguir teniendo problemas de seguridad serios, riesgos de violencia serios, pero no atados a un conflicto armado donde a la gente se le asesina por las ideas que profesa o se le secuestra por la riqueza que tiene.
Pero no hace falta ir a Colombia para saber que es un país violento más allá del problema de las FARC. Es una violencia que posiblemente persista. ¿No lo ve así?
No, Colombia no es un país violento. Me da mucha pena corregirlo, pero aquí no es que tenemos un gen de violencia, ni que somos unos bárbaros. No.
Colombia tiene dificultades. No tiene Estado en la mitad de su territorio. Y tiene a un tercio de su población excluida de opciones laborales legítimas, de economías legítimas. Y sin dudas esos desafíos estructurales los vamos a seguir teniendo.
Es obvio que la violencia de las FARC es una parte de las violencias de Colombia. Pero le quiero recordar que hace apenas 15 años Colombia tenía 90 homicidios por cada 100.000 habitantes y hoy tiene 23. De manera que el progreso ha sido notable.
Es un gran logro que la tasa de homicidios haya bajado a 23 cada 100.000habitantes. Pero de todos modos sigue siendo altísima para estándares internacionales.
No tan altísima. Está hoy por debajo del promedio de América Latina, que es la región desafortunadamente más violenta del mundo.
Pero en los países de Europa, por ejemplo, podemos ver tasas menores a cuatro…
Claro, pero no nos puede comparar con Europa. No tenemos el nivel de desarrollo económico. Subestimar y desconocer el progreso que ha tenido Colombia en lo económico y en seguridad no tiene sentido.
En particular, la violencia de las FARC es rural, afecta a un tercio de la población.
Llevamos un año de cese al fugo unilateral. Esa decisión de las FARC redujo 90% las acciones armadas en Colombia contra la población civil. Con el cese bilateral y definitivo esperamos, primero, que ese logro no se pierda y, segundo, que se consoliden otros.
De los 23 homicidios cada 100.000 habitantes, ¿cuántos son atribuibles a las FARC?
En la Colombia de hoy el conflicto armado tal vez no represente más de 20 por ciento de los homicidios totales.
Pero no por eso reducirlos no es una gran noticia.
De todos modos, volvemos a la pregunta: ¿hasta qué punto esto garantiza por ejemplo que los grupos criminales que operan en las ciudades de Colombia dejen de actuar? ¿Hasta qué punto garantiza la paz?
La pregunta carece de lógica, con todo respeto. No veo por qué hacer un acuerdo con las FARC tiene que garantizar que otros grupos criminales no cometan violencia. Lo que debe garantizar es que las FARC no cometan más violencia.
Eso va a tener un efecto positivo en la capacidad del Estado para combatir otros grupos criminales y otras violencias. Colombia se gasta tres puntos y medio de toda su riqueza en mantener su fuerza pública. Y dos de cada tres soldados profesionales se dedican a cuidar infraestructura para que no la vuele la guerrilla.
Entonces, si desarmamos a las FARC vamos a poder usar dos de cada tres soldados contra otros grupos criminales. Y lo mismo pasa con la mitad de nuestra policía.
Pero mientras para los campesinos plantar coca sea mucho más redituable que otro cultivo y para una organización criminal siga siendo un negocio multimillonario exportar la droga que se produce, es difícil ver cómo podrá disminuir la violencia que eso genera…
Ese va a seguir siendo un desafío. Lo que no depende de nosotros es que la gente en Inglaterra, Europa y Estados Unidos deje de consumir droga y sus gobiernos sean eficaces para combatir eso como un problema de salud pública. Frente a eso, nada podemos hacer.
Pero lo que sí depende de nosotros es construir Estado y mercado en la mitad del país donde no lo tiene.
Además de desmovilizar a las FARC tenemos que construir carreteras, titular tierras y dar oportunidades de empleo. Si no hacemos eso, es muy difícil que por la desmovilización de las FARC simplemente desaparezca un negocio tan rentable.
La duda es si no se está creando la idea de que (el acuerdo de paz) soluciona los problemas de violencia en un país donde la violencia pasa por muchos factores, más allá de las FARC…
Yo por lo menos no estoy vendiendo la idea. No se va a acabar la violencia; se va a acabar el conflicto armado interno de Colombia, que es una guerra civil por motivaciones políticas.
Otras formas de violencia van a continuar. No podemos pretender que negociar con las FARC solucione todos los problemas de Colombia.
No: negociar con las FARC y desaparecer a las FARC va a solucionar uno de los problemas más serios que ha tenido Colombia. Y ese es un gran logro para este país.
http://www.t13.cl/noticia/mundo/colombia-y-farc-no-se-va-acabar-violencia-se-va-acabar-conflicto-armado-interno1
De todos modos, volvemos a la pregunta: ¿hasta qué punto esto garantiza por ejemplo que los grupos criminales que operan en las ciudades de Colombia dejen de actuar? ¿Hasta qué punto garantiza la paz?
La pregunta carece de lógica, con todo respeto. No veo por qué hacer un acuerdo con las FARC tiene que garantizar que otros grupos criminales no cometan violencia. Lo que debe garantizar es que las FARC no cometan más violencia.
Eso va a tener un efecto positivo en la capacidad del Estado para combatir otros grupos criminales y otras violencias. Colombia se gasta tres puntos y medio de toda su riqueza en mantener su fuerza pública. Y dos de cada tres soldados profesionales se dedican a cuidar infraestructura para que no la vuele la guerrilla.
Entonces, si desarmamos a las FARC vamos a poder usar dos de cada tres soldados contra otros grupos criminales. Y lo mismo pasa con la mitad de nuestra policía.
Pero mientras para los campesinos plantar coca sea mucho más redituable que otro cultivo y para una organización criminal siga siendo un negocio multimillonario exportar la droga que se produce, es difícil ver cómo podrá disminuir la violencia que eso genera…
Ese va a seguir siendo un desafío. Lo que no depende de nosotros es que la gente en Inglaterra, Europa y Estados Unidos deje de consumir droga y sus gobiernos sean eficaces para combatir eso como un problema de salud pública. Frente a eso, nada podemos hacer.
Pero lo que sí depende de nosotros es construir Estado y mercado en la mitad del país donde no lo tiene.
Además de desmovilizar a las FARC tenemos que construir carreteras, titular tierras y dar oportunidades de empleo. Si no hacemos eso, es muy difícil que por la desmovilización de las FARC simplemente desaparezca un negocio tan rentable.
La duda es si no se está creando la idea de que (el acuerdo de paz) soluciona los problemas de violencia en un país donde la violencia pasa por muchos factores, más allá de las FARC…
Yo por lo menos no estoy vendiendo la idea. No se va a acabar la violencia; se va a acabar el conflicto armado interno de Colombia, que es una guerra civil por motivaciones políticas.
Otras formas de violencia van a continuar. No podemos pretender que negociar con las FARC solucione todos los problemas de Colombia.
No: negociar con las FARC y desaparecer a las FARC va a solucionar uno de los problemas más serios que ha tenido Colombia. Y ese es un gran logro para este país.
'Si Farc conservan dineros podrán rearmarse en cualquier momento': Ordóñez
![[IMG]](http://50.23.173.8//upload/media/pics/JUNE2016/2785952Procurador-Alejandro-Ordonez.jpeg)
Foto: @PGN_COL
El procurador general de la Nación, Alejandro Ordóñez emitió un comunicado en el cual se refiere al último acuerdo hecho por el Gobierno y el grupo armado de las Farc sobre el fin del conflicto y la entrega de armas del grupo a la ONU.
De acuerdo con lo manifestado por el procurador, las Farc podrían rearmarse si quisieran, debido a que en el acuerdo no se encuentra planteado la entrega de dineros por parte de la guerrilla.
En el comunicado el alto funcionario señaló que “De nada vale el desarme si a las Farc se les permite conservar la riqueza ilícita con la cual se pueden rearmar en cualquier momento”.
Así mismo, indicó que “todo no se puede basar en la fe del grupo guerrillero, ya que se necesitan garantías que impidan que las Farc se puedan rearmar”.
Fuente:http://www.cablenoticias.tv/vernoti...e-en-cualquier-momento---Ordonez&WPLACA=75958
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